EFE, Madrid 9 de enero de 2011
Las dos ciudadanas españolas y la argentina que ayer fueron presionadas por las autoridades marroquíes para abandonar El Aaiún, según han denunciado, han llegado esta tarde a Madrid, donde han reiterado sus acusaciones contra la policía de Marruecos por el acoso al que las han sometido en las últimas horas.
Una de las españolas, Elena Pollán González, ha explicado a Efe que, a su llegada al aeropuerto de Marraquech, fueron acosadas y presionadas por la policía para que, sin orden oficial de expulsión, entregaran su documentación y se marcharan en un vuelo del que no sabían ni el destino.
Pollán González y sus compañeras, la española Covadonga Canteli de Castro y la argentina Emilce Farías, han llegado en un avión procedente de Marraquech, que han tenido que gestionar por cuenta propia.
Las tres mujeres, que viajaron a El Aaiún el pasado 30 de diciembre en calidad de turistas, según ha indicado Pollán González, querían poner en marcha un proyecto de radio desde la capital del Sáhara Occidental, Radio Aswad, misión de la que finalmente desistieron por el riesgo que conllevaba.
Durante los últimos días, ha relatado, la vigilancia policial se había ido incrementando, pero se agravó cuando el viernes decidieron visitar a la familia de un joven saharaui, Said Uld Sidahmed Uld Abdelwahad, que supuestamente murió hace unos días por disparos de la policía marroquí.
Ayer, fueron retenidas en la habitación de su hotel, vigiladas por quince policías de paisano, quienes las informaron de que tenían que abandonar la ciudad porque se las acusaba de actividades que atentaban contra la integridad del territorio.
La policía marroquí les presentó un documento escrito en francés, que se negaron a firmar por no entender con claridad el contenido del mismo.
Finalmente, las mujeres optaron por trasladarse en autobús a Marraquech debido a la presión policial y ante el temor de que la policía se vengara con la familia de Said Uld.
Pollán González ha asegurado que la situación en El Aaiún es muy preocupante y ha apuntado que todas las familias saharauis con las que se han reunido estos días tienen a algún familiar detenido, desaparecido o escondido debido a las represiones marroquíes.
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