martes, 8 de marzo de 2011

Nayim Alal en El Mundo




EL MUNDO, LA TRINCHERA 07MAR 2011

La revolución ha llegado al Sáhara Occidental. No es una revolución violenta, ni pacífica sino musical. Nayim Alal canta al viento de la independencia. Lo hace como líder del grupo 'Mártir El- Uali', precisamente, 'el Ché Guevara' saharaui según nos lo presenta el músico. Aunque apenas lleva cuatro años liderando esta agrupación, Nayim acumula más de 20 en el mundo de la canción. Es un ídolo entre los 250.000 saharauis que se estima que existen. Es como el Julio Iglesias de un pueblo donde música y reivindicación independentista van unidas. Así lo dice él mismo en sus diferentes temas aunque destaca la primera que compuso oficialmente, 'Viva el Polisario' a finales de los 80.

De familia de músicos y poetas a Nayim le corren los acordes por las venas. Pese a tener que huir varias veces por las refriegas entre marroquíes y saharauis, este cantante no cambió ni cambiaría su guitarra por un arma. 'Yo quiero seguir enviendo mis mensajes' y añade 'la música no tiene fronteras, no es como la política, tú cantas por tu sentimiento'. Ese sentimiento es el de libertad, independencia, resistencia contra la ocupación de Marruecos que se refleja en muchas de sus canciones. Melodías coreadas por el público que asiste a su conciertos como el de el simbólico 27 de febrero donde se celebraban los 35 años de la declaración de independencia de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD).

Como casi todos los saharauis, Nayim pasó por el ejército de su 'estado'. Un periodo que aprovechó para aprender un instrumento, la guitarra, que le fraguaría el éxito que supuso su salto fuera de la RASD. El sello español Nubenegra, especializado en músicas del mundo, se fijó en un joven que sería el principal representante a la par que innovador del 'haul' saharaui. No obstante, el propio Alal asegura que hoy en día sus composiciones, aparte de incluir esa mezcla de música árabe y africana, también incorporan ritmos de la salsa, la rumba o el blues. Una mezcolanza que crea himnos saharuis como 'Nar', nombre también de su único disco oficial de estudio.

Preocupado por el futuro de su pueblo, a la postre también el suyo, Alal no dudaría en sacrificar una supuesta fama musical por conseguir el fin de la ocupación del Sáhara Occidental. No se trata de conseguir un disco de platino sino una tierra propia, reconocida y liberada de presencia marroquí. Pese a que las reivindicaciones por su pueblo son las más numerosas en sus canciones, Nayim tampoco se olvida de la mujer saharaui y ensalza su papel entre su propia gente. Un ejemplo a seguir pese a que, por ejemplo, una cuarta parte del desfile militar conmemorativo de la independencia estaba compuesta por mujeres.

Reivindicativo, romántico, pasional y sentimental, serían los mejores calificativos no sólo de la persona, también de su música. Una música que, como él dice, procede de la tristeza de un pueblo olvidado. Tras darse un baño de multitudes, Nayim contestaba así a la pregunta de si es fácil cantar en tiempo de ocupación: 'En la escuela de la revolución saharaui fácilmente se puede ser músico porque tienes la situación para cantar y para tocar'. No le falta razón a un hombre de ya 45 años que ha nacido, vivido, estudiado y sobre todo, cantado por y para una tierra sin recursos y bañada por un sol abrasador dejada por la comunidad internacional y oprimida por Marruecos.

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