domingo, 10 de abril de 2011

Informe Fundación Sahara Occidental: Fuerte presencia policial y militar en las ciudades ocupadas de El Aaiun y Smara

MISIÓN DE OBSERVACIÓN AL SAHARA OCCIDENTAL OCUPADO DE LA FUNDACIÓN SAHARA OCCIDENTAL

Tras el desmantelamiento violento de Gdeim Izik, la población saharaui de los territorios ocupados del Sahara Occidental, sigue sufriendo la represión, con una ocupación permanente de tropas y efectivos de las fuerzas armadas de seguridad que operan indiscriminadamente en el territorio.

Fuerzas de ocupación cerca de un colegio en El Aaiun

Los miembros de esta Fundación, desplazados a las ciudades de El Aaiun y Smara, entre los días 1 al 3 de abril, han podido constatar las consecuencias de los violentos sucesos sobre la población, mediante la recogida de testimonios y de las secuelas en las ciudades ocupadas.


Comisaría en la Avenida de Smara, en la ciudad de El Aaiun

El control del aeropuerto de El Aaiun es férreo, produciéndose interrogatorios a los viajeros extranjeros que no tienen relación con los servicios secretos o que no son conocidos por las autoridades marroquíes, pudiendo comprobar que a algunos viajeros españoles que saludaban efusivamente a la policía, que vestía de paisano, no se les requirió información sobre los motivos de su viaje. Sin embargo, a los miembros de esta misión se les interrogó sobre los motivos del viaje, a pesar de conocer sus profesiones e identidades.


El hotel donde residía la misión en El Aaiun fue controlado permanentemente, tanto dentro como fuera. Igualmente, los desplazamientos dentro de la ciudad, fueron seguidos y controlados en todo momento. Incluso, unas horas que los miembros de la misión estuvieron en lugares distintos, cada uno de ellos tenía un grupo de policía secreta siguiendo su recorrido.


En los desplazamientos de la ciudad de El Aaiun hacia Smara, la misión sufrió 3 controles: 2 de la policía de los GUS y 1 de la Gendarmería Real. En todos ellos se procedía a la identificación de los ocupantes del vehículo, sufriendo interrogatorios respecto de los motivos del viaje, mientras que otros vehículos pasaban sin ser retenidos. En el último de los controles fueron convocados al puesto situado un kilómetro antes de la ciudad de Smara, los responsables de los diferentes cuerpos, muchos de ellos de paisano. Hasta que no llegaron 3 vehículos de las fuerzas de seguridad, no se permitió continuar al camino a la misión. Tras reanudar la marcha, siempre seguidos por los 3 vehículos antes mencionado, la misión entró en la ciudad de Smara y en una parada en una gasolinera, se pudo comprobar como, desde esos vehículos, se estaba fotografiando a los miembros de la misión, así como a sus acompañantes con claro fin intimidatorio ya que, en ningún momento, ocultaban sus máquinas fotográficas.

En el camino hacia Smara, pudo comprobar la misión como el lugar donde se estableció el Campamento de Gdeim Izik, está fuertemente custodiado por un destacamento militar, del que se pudo identificar camiones ligeros y gran cantidad de efectivos.


Lugar donde se estableció el Campamento de Gdeim Izik

A 64 kilómetros de El Aaiun, arriba del río Ouad El Jat, la misión se encontró con un luctuoso accidente que había sufrido, momentos antes, un vehículo que era ocupado por 4 jóvenes saharauis. Según relato de uno de los chicos, su vehículo había sido apedreado y, como consecuencia de la acción de esquivar el impacto, había volcado, produciendo un fallecido en el acto: Faleh Uld Ahmed Salem Uld Lebchir (nacido en 1993) y otro de los ocupantes: Ahmed Nayem Toubali (nacido en 1985) que falleció al día siguiente. A la llegada de la misión al vehículo, se encontraba allí uno de sus 4 ocupantes, que había salido ileso y que custodiaba los restos del vehículo a la espera de una grúa y que fue quien relató lo sucedido. Igualmente se encontraban en las proximidades efectivos del ejército marroquí. El testimonio del accidentado nos puso de manifiesto de los requerimientos que le hicieron a estos efectivos de que persiguiesen al autor o autores de este atentado ya que le indicaba el lugar por donde se había ido y, teniendo en cuenta que los hechos sucedieron en medio del desierto, la localización de personas a pie, resultaría extraordinariamente fácil. Pero mostraron una absoluta indiferencia y pasividad, lamentándose el testigo de que su condición de saharauis era la razón para que las fuerzas de seguridad no intervinieran. Por lo que esta misión DENUNCIA al Reino de Marruecos, como viene haciendo durante años, en su actitud de marginación y desprotección de la población saharaui.

La ciudad de Smara, que acogía la celebración de la boda de un defensor de derechos humanos y expreso político, era una cárcel; sus calles, repletas de policía, controlando todos los accesos e impidiendo y vigilando los movimientos de los saharauis y de esta misión. Pudo constatarse que, la casa del fallecido en el accidente de tráfico, natural de Smara, donde se realizaba el duelo por tan trágico acontecimiento, y a pesar de las muestras de dolor y sufrimiento de familiares y amigos, estaba rodeada por fuerzas de ocupación marroquíes. Igualmente la casa de los activistas, defensores de derechos humanos y miembros de comités, a las que tuvo acceso esta misión en entrevistas personales, tenían en las puertas e inmediaciones, números de la policía marroquí, que de forma permanente y desde hace meses, vigilan, controlan e intimidan, día y noche, cualquier movimiento que se produce en la casa, constituyendo un estado de sitio para la población saharaui de Smara, igual que sucede en el resto de las ciudades del Sahara Occidental ocupado por Marruecos.

Entre los cometidos previstos de esta misión estaba el encuentro con Le Bada Uld Daddi Uld Mah y, con ocasión de estar celebrándose actos de la boda que eran seguidos por los servicios secretos marroquíes, mantuvo en una vivienda de Smara, un encuentro en el que se volvieron a reproducir los testimonios de torturas y represión que los Organismos Internacionales han venido, desde hace años, denunciando y que miembros de esta misión han podido conocer de forma directa desde el año 2002. En este relato se detalló pormenorizadamente como el preso político Sidi Mohamed Daddach, que se encontraba desaparecido, fue buscado insistentemente hasta dar con su paradero en 1989, sufriendo el encarcelamiento más largo de la historia del Sahara Occidental y la segunda más larga conocida de la Historia.



Igualmente, en visita al domicilio del anciano padre, que se encuentra muy enfermo, del preso político y activista de derechos humanos, Ahmed Nasiri (del Grupo de los 7) marcó a las personas que mantuvieron dicha entrevista. Se mostró profundamente entristecido por la situación que está viviendo su hijo y los demás presos políticos saharauis, agradeció la solidaridad y pidió justicia para el pueblo saharaui.

Tras los encuentros con ancianos y activistas en Smara y de los testimonios recogidos de existencia de enterramientos masivos y represión durante años en esta ciudad, podemos concluir que la situación que se vive en las ciudades del Sahara Occidental, es DE GENOCIDIO DE UN PUEBLO, EL PUEBLO SAHARAUI, PRIVADO DE TODOS SUS DERECHOS Y SOMETIDO A LA REPRESIÓN CIEGA DEL REINO DE MARRUECOS, DENUNCIANDO A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Y A LAS POTENCIAS EUROPEAS POR SU APOYO, CONNIVENCIA Y FINANCIACIÓN DEL PAÍS OCUPANTES Y REPRESOR QUE ES EL REINO DE MARRUECOS.

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