Buenos Aires, 20 de abril (Télam, especial por Iván Gajardo).- El Frente Polisario, movimiento que lucha por la independencia del Sáhara Occidental, asegura que el proyecto de resolución que se debate en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el futuro de la ex colonia española "no es suficiente".
La resolución, que es apoyada por Estados Unidos, Reino Unido, Europa y Rusia, destaca "la importancia de mejorar la situación de los derechos humanos" en el Sahara Occidental, pero no hace alusión alguna sobre los mecanismos para lograrlo.
El ministro para América Latina de la República Arabe Sarahuí Democrática (RASD), Hach Ahmed dijo en diálogo con Télam "que si bien se trata de un borrador, que aun no fue sometido al debate final, lo que leímos nos parece directamente contrario al sentido común" y agregó que de aprobarse, supondrá un duro golpe al proceso de paz en la región.
El texto del Consejo de Seguridad "no refleja -continuó Ahmed- los intereses vinculados a los derechos Humanos en el territorio. Más bien interpretamos que sólo logrará suavizar y encubrir los crimenes de Marruecos", dijo.
Indignado, el ministro de la RASD consideró "escandalosa" la postura del gobierno francés, que rechaza que la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso) pueda supervisar la situación de los Derechos Humanos en la ex colonia española.
"Mientras en el Sáhara Occidental (Francia) se opone a que una simple medida de carácter simbólico se pueda dar en materia de protección de Derechos Humanos, utiliza la legalidad internacional para justificar los bombardeos a diestra y siniestra en Libia", concluyó.
El Sáhara Occidental es un territorio en el extremo occidental del desierto del Sahara, cuyo proceso de descolonización fue interrumpido en 1976, cuando su antigua potencia colonial, España, abandonó el territorio en manos de Marruecos y Mauritania, de acuerdo a los "Acuerdos de Madrid", "ilegales según el derecho internacional", precisa Ahmed.
El grupo independentisa "Frente Polisario" proclamó su independencia en 1976 y creó la RASD, reconocida hasta el momento por 81 países, que administra la región no controlada por Marruecos.
Un conflicto bélico entre el Frente Polisario y el ejército marroquí duró hasta 1991, cuando se acordó un alto al fuego y la creación de una Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso).
Consultado por Télam sobre la ola de protestas que afectan el norte de Afríca, Ahmed consideró que "la chispa de esas revueltas se originó en el campamento Gdaim Izik, en el Aaiún", cuando la población de saharahuí fue brutalmente reprimida por el ejército marroquí".
El representante para América Latina de la RASD, aludió de este modo al desmantelamiento del campamento Gdaim Izik, en la ciudad El AAiún, en noviembre pasado, por parte del ejército marroquí, que dejó al menos 13 muertos y centenares de heridos y detenidos.
Con independencia del resultado -agregó- el hecho de manifestarse contra el poder colonial marroqui, por parte de los saharahuís, "y de hacerlo de manera civilizada y pacífica, tuvo un impacto innegable en el mundo árabe".
Este hecho constituyó "una lección para los pueblos que llevan años luchando cotra dictaduras, por sus libertades y derechos", señaló.
El ministro opinó que, recíprocamente, el histórico proceso que se vive en Túnez, Egipto y Marruecos, donde la población civil salió este año a las calles "en busca de su autodeterminación", terminará también beneficiando "la lucha del pueblo saharahuí".
Ello, argumenta Ahmed, porque el proceso en Africa del Norte, profusamente cubierto por las redes de noticias internacioanles, entre ellas Al Yazira, "encierra grandes esperanzas", pues en la medida en que los pueblos vayan conquistando cada vez más espacio en materia de Derechos Humanos y libertades, esto también impactará en la causa saharahui, "una causa también de derechos legítimos, una manifestación contra la ocupación extranjera".
"La confianza en Naciones Unidas ha sido una bola de hielo que ha estado derritiéndose continuamente en nuestras manos" se lamenta Ahmed y agrega "merecemos un gesto que nos permita recobrar un mínimo de confianza". (Télam).-
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