El pasado 13 de abril, al tener conocimiento de que Rodríguez Zapatero protagonizaría un mitin del PSOE en Tenerife, desde el colectivo Saharacciones le dirigimos la siguiente carta:
“D. José Luis Rodríguez Zapatero,
Presidente del gobierno español
Secretario General del Partido Socialista Obrero Español
Señor Rodríguez Zapatero,
Me dirijo a ud. en representación del colectivo Saharacciones, catorce de cuyos integrantes intentamos realizar una acción pacífica de protesta en El Aaiún (capital ocupada por Marruecos del territorio, pendiente de descolonización por España, del Sáhara Occidental) a finales del pasado mes de agosto de 2010.
Como consecuencia de nuestro intento, fundamentado en la plena vigencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, fuimos golpeados (algunos con notorias consecuencias en nuestros cuerpos), vejados, insultados, detenidos ilegalmente, confinados y expulsados por la autoridades de ocupación de un territorio sobre el que, ningún país, ni siquiera España, ni organismo internacional le reconoce soberanía.
En los días que siguieron a estos hechos, asistimos asombrados a una serie de declaraciones de diversos dirigentes del PSOE (destacaron especialmente las de Dª Elena Valenciano), o miembros del gobierno, entre ellos ud. mismo, en las que se mezclaban en proporciones difícilmente ponderables, dos ingredientes a cual más peligroso, el cinismo y la ignorancia, cuando se nos exigía pedir permiso al ocupante ilegal para manifestarnos, o cuando se fijaba taxativamente que por encima de cualquier otra consideración estaban los intereses económicos de un cierto número de empresas. Algunas de las personas que componen este colectivo tienen edad suficiente para recordar los comportamientos de personas inolvidables como Willy Brandt, Olof Palme o Bruno Kreisky hacia la oposición antifranquista, ¡nunca se les oyó una frase como esas al referirse a quienes luchaban contra la dictadura en España! ¡Nunca dejaron a ciudadanos de sus países a expensas de las actuaciones de la policía de la dictadura! ¡Nunca contemporizaron con las violaciones de los derechos humanos en el Estado Español!
Estamos convencidos del poder de la palabra, y por eso fuimos con la nuestra a El Aaiún en agosto. Por esa misma razón, convencidos de que la razón expuesta sosegadamente es una excelente vía para avanzar en la solución de los problemas, le solicitamos audiencia en el pasado mes de septiembre.
Durante los meses de octubre y noviembre esperamos su respuesta, pero los acontecimientos no lo hicieron. Las ansias de paz, justicia y libertad de la población saharaui en los territorios ocupados se concretaron, esta vez, en una de las más hermosas protestas pacíficas que hemos vivido, en los largos años de lucha de este pueblo hermano por sus derechos: El Campamento de la Dignidad , levantado en un rincón del desierto que desde entonces ocupa un lugar destacado en la memoria de las personas de buenos sentimientos: Gdeim Izik.
Esta protesta fue acallada a sangre y fuego, tras imponer el ocupante ilegal un férreo bloqueo a cualquier información, expulsando periodista y observadores del Sáhara Occidental. El régimen del rey de Marruecos se permitió, incluso, reconvenir en el propio territorio español a los medios de comunicación, tratándolos como suele hacer con los marroquíes, como hacía la dictadura franquista con los españoles.
La gravedad de estos hechos se pretendió ocultar, de nuevo, por diversos dirigentes de su partido y por ministros del gobierno español, entre ellos el ministro de presidencia, la ministra de cultura y la ministra de asuntos exteriores. Una vez más asistimos asombrados al espectáculo de una potencia democrática, con responsabilidades en la descolonización inconclusas del Sáhara Occidental, amparando a un régimen enemigo de las libertades, vulnerador de los Derechos Humanos, y ocupante ilegal del territorio del Sáhara Occidental. Tuvimos que oír, incluso como se pretendía equiparar la violencia desproporcionada del ocupante en su salvaje desalojo y posterior caza del saharaui en El Aaiún, con la legítima resistencia que se opuso a tanta barbarie, por una población inerme frente a unas fuerzas desatadas sin control y azuzadas por el odio. Tuvimos que asistir a como se dejaba a su suerte a las únicas personas que, con un valor que su gobierno debería haber recompensado, mantenían un hilo de comunicación con el exterior.
A pesar de ello, como seguimos con el mismo convencimiento en el poder de la palabra volvimos a pedirle una entrevista en el mes de noviembre de 2010, aprovechando que algunos miembros del colectivo se desplazaron a Madrid para acompañar a los saharauis, en su rechazo a los infames acuerdos suscritos el 14 de noviembre de 1975 en esa ciudad, por los representantes de tres dictaduras, la de Franco, la de Hassan II y la de Ould Dada, por la que Marruecos y Mauritania se repartían el territorio y las aguas del Sáhara Occidental y algunos políticos corruptos de la putrefacta dictadura franquista y algunos empresarios sin escrúpulos, se las prometían felices expoliando parte de los recursos del pueblo saharaui.
Los acontecimientos siguen sin esperar, continúa el bloqueo informativo sobre el Sáhara Occidental, continúa el filtrado de posibles observadores, y lo que es peor, aunque apenas lo hayamos citado a lo largo de este escrito, continúan los abusos contra la población saharaui, las torturas - entre ellas las violaciones sexuales sistemáticas como arma para romper la voluntad de resistencia de unas luchadoras ejemplares como son las mujeres saharauis – los asaltos a las viviendas y la destrucción de negocios y propiedades, la discriminación en el acceso a los empleos, el intento de genocidio cultural. Y lo que es más incomprensible, continúan las declaraciones y acciones de dirigentes de su partidos, de miembros de su gobierno y de usted mismo, en las que amparan a un régimen dictatorial que ocupa ilegalmente y reprime brutalmente a una población con la que muchas personas en el Estado Español y sobre todo en Canarias, nos sentimos hermanados por nuestro pasado común y por un ansia infinita de paz, justicia y libertad.
Su gobierno, en lugar de condenar esos hechos y de asumir el papel que, como antigua potencia colonizadora, le corresponde para que se complete la descolonización, mediante un referéndum de autodeterminación, tal y como ha establecido la comunidad internacional, a través de numerosas resoluciones de las Naciones Unidas, y aceptaron las partes en los acuerdos que sirvieron para proclamar el alto el fuego en 1991, ha desplegado todos sus medios diplomáticos para que se otorgue al régimen marroquí el Estatuto Avanzado en la Unión Europea , sin que se le exija estricto respeto a los Derechos Humanos y cumplimiento de la legalidad internacional en el Sáhara Occidental.
Sr. Rodríguez Zapatero, su predecesor, el Sr. González Márquez, afirma que no le debemos nada a los saharauis. Seguro que ud. habrá percibido que no compartimos en absoluto esa afirmación.
A la vista de las declaraciones y comportamientos de los dirigentes de su partido y de los gobiernos que usted ha presidido, lo que nos preguntamos es ¿qué le han hecho a usted los saharauis? ¿Por qué para usted este pueblo puede ser canjeado por los intereses de algunos empresarios? ¿Por qué la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres se para ante el uso de la violencia sexual por parte de la policía marroquí contra las saharauis? ¿Por qué los Derechos Humanos que se invocan para iniciar acciones militares no son suficientes para condicionar acuerdos comerciales? ¿Por qué el pueblo saharaui tiene que seguir sufriendo, treinta y seis años más tarde, el abandono de los gobiernos españoles?
Sr. Rodríguez Zapatero, seguimos creyendo en el poder de la palabra. Recientemente nos hemos enterado de que visitará la isla de Tenerife a fines del mes de abril. Volvemos a reiterarle nuestra solicitud de mantener una entrevista en la que intercambiar nuestros puntos de vista e intentar convencerle de que cambie su política. Los hechos parecen ser tozudos y muchos están convencidos de la inutilidad de este esfuerzo, pero, como nos enseñó el gran poeta gomera Pedro García Cabrera, …a la mar fui por naranjas, cosa que la mar no tiene, en el agua hundo mis manos, la esperanza me mantiene.
Que la esperanza que han tenido los saharauis en la justicia nos anime y no de paso a la desesperanza, antesala de la desesperación y la cadena de desastres que la acompañan. Estas son también parte de sus responsabilidades.
A la espera de recibir pronta respuesta le anticipamos la total disponibilidad de horarios y fechas para mantener con ud., en Tenerife, la entrevista que, por tercera vez le solicitamos.
Tenerife, 13 de abril de 2011”
Parecen haber tenido razón quienes nos advertían de la profunda sordera que tiene el Sr. Rodríguez Zapatero ante los desgarrados gritos de dolor del pueblo saharaui, ante las clamorosas demandas de justicia de este pueblo hermano.
Por esta razón hemos decidido hacer pública esta carta, y al mismo tiempo, llamar a todas las personas que comparten la necesidad de que se ponga fin a treinta y seis años de injusticia con el pueblo saharaui, a asistir a la concentración que hemos convocado a las 11 de la mañana del sábado 30 de abril ante las puertas del pabellón Santiago Martín, para que Rodríguez Zapatero nos escuche.
Por el colectivo Saharacciones Anselmo Fariña Melián.
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