Mesa redonda: “Cultura saharaui”
*Fuente: Poemario por un Sahara Libre
La mesa estuvo moderada por Carmen Ruiz Bravo-Villasante, arabista y editora.
Julián Delgado, escritor.
Presentó una ponencia en relación al imaginario de la literatura española sobre el Sahara.
Sahara español uno de los territorios del mundo más inhóspitos y con menos densidad de población. En este escenario natural, el imaginario está relacionado con una naturaleza dura y esencial. Las personas también son parte de este escenario, gran confianza en sus propias fuerzas, sobrios, resignados, fatalistas, con gran agudeza de los sentidos, amantes de la libertad, orgullosos. Los avatares que sufre el pueblo saharaui y su historia es fascinante. Pero en el plano literario es casi todo español. Sobre todo a partir de finales de los 80 se vienen publicando innumerables libros sobre el Sahara.
Visiones diversas sobre el desierto: militares, pilotos, arabistas, exploradores, viajeros, investigadores. En el Sahara había muy pocos civiles, eso ha hecho que en España se haya sabido muy poco sobre el Sahara, además era materia reservada.
Los países mediterráneos siempre han estado vinculados con el desierto, pero en el imaginario lo que ha quedado es la visión del “desierto de las mil y unas noches”. Los griegos hicieron muchas referencias al desierto, al igual que los libros sagrados. Durante la Edad Media había una enorme relación con el desierto a nivel comercial y de paso de caravanas. Hasta finales del s XIX el desierto se ha relacionado con el nomadeo, algo que ha desaparecido prácticamente hoy, han desaparecido las rutas de los viajeros.
Visiones del desierto: precolonial, colonial, post colonial (más humanista y existencialista)
En España hubo que esperar unos años tras la transición para dirigir la mirada al Sahara, a pesar de que la inmensa mayoría del pueblo español desconoce la cuestión saharaui. Los libros actuales del desierto trata de integrarse con los sueños de los mismos saharauis, donde se trata de dar una visión humanista y de no superioridad, literatura de fuerte compromiso político y emocional con el pueblo saharaui, con cierta mala conciencia, queda algo de paternalismo, del que no nos hemos desprendido. Hay que destacar también que el lenguaje se ve enriquecido con términos del hasania, fuerte presencia de militares, hay aún escasa ficción, hay aún demasiadas memorias, ensayos, etc.
Jadiya Hamdi, ministra de cultura saharaui
La cultura es un pilar de resistencia. Es necesaria una cultura positiva del patrimonio cultural y alejarlo del terreno militante. Patrimonio cultural referencia viva el pasado de los pueblos y también del presente. Cultura para la defensa del derecho de los pueblos. Cultura en la defensa de la paz y los derechos humanos.
El patrimonio cultural saharaui es eminentemente oral, y en especial de los mayores, por eso resulta fundamental protegerlo, para así proteger a un pueblo rico de pensamiento y conocimiento, pero que necesita de la ayuda de entidades para mantenerlo. De ahí la especial preocupación del Ministerio Saharaui de Cultura por el patrimonio oral; por el registro de los sitios arqueológicos saharauis, destacando el trabajo con la Universidad del País Vasco; fortalecer al Observatorio de la protección del patrimonio saharaui; creación de la escuela de cine y de música.
Se trata de fomentar una cultura que sirva para la resistencia. A través de una manifestación artística se puede transmitir el mensaje saharaui de manera muy eficaz.
Juan Carlos Gimeno, Profesor de Antropología Social en la UAM
El profesor Gimeno comenzó su intervención con una frase de Winnie Mandela “Hay que pasar de la denuncia a la confrontación”.
Gimeno entiende también la cultura como campo de batalla. En el caso del Sahara, en palabras del profesor. “todo se ha vuelto urgente”. Un ejemplo es en el año 2004, la destrucción del Fuerte de Dajla, ejemplo de la política activa de Marruecos por destruir los indicadores que conectan el Sahara con el mundo colonial español. Hay reconocer el proceso histórico que vincula el Sahara con España. Ausencia de consideración a las voces saharauis.
Destrucción por parte de miembros de la MINURSO de sitios arqueológicos saharauis. Esta cuestión es parte de la historia de saqueo de los bienes materiales de los pueblos del sur para enriquecer a los pueblos del norte. Se trata de tener una cultura de colaboración para el mantenimiento del patrimonio.
Creación de un observatorio para la conservación del patrimonio material e inmaterial saharaui. Las opciones de futuro tienen mucho que ver con el pasado. El proceso de modernización saharaui tiene mucho que ver con sus propias raíces y sería interesante para ver hacia donde van, conocer y mirar hacia su pasado.
Colaboración entre iguales, diferentes proyectos e iniciativas culturales. Recuperación de la memoria histórica oral saharaui. Formación de investigadores sobre la poesía y la memoria oral saharaui. Recuperación de la historia, geografía, botánica, pedagogía del Sahara. Enorme importancia en el sentido intergeneracional. Participación de jóvenes saharauis que están recogiendo la poesía en hasania y la traducción al español, en este último aspecto colabora la Generación de la Amistad. La traducción de esta poesía además les acerca a otros lectores de todo el mundo. Como reflexión final Juan Carlos Gimeno aposto por la cultura que “rompe con las asimetrías”.
En el turno de preguntas, el defensor saharaui de derechos humanos Ali Salem Tamek, intervino apuntando sobre la relación entre cultura y los derechos humanos y la situación de los territorios ocupados, donde también hay inquietudes culturales, aunque tengan como prioridad otras cuestiones. Tanto la ministra de cultura como el profesor Gimeno apuntaron a la ampliación de sus proyectos al Sahara ocupado.
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