Mesa redonda: “El Sahara Occidental en el nuevo tiempo árabe”
*Fuente: Poemario por un Sahara Libre
Mohamed Sidati, representante de la RASD ante la UE
Desde finales de 2010, gracias al coraje de la población, especialmente la más joven, que han colgado sus imágenes en la red, asistimos al levantamiento en favor de la libertad y la horrible represión que están ejerciendo estos gobiernos. Se trata de protestas contra la falta de libertad, la falta de trabajo, la corrupción, que han producido la caída de los regimenes de Túnez y Egipto, es como si hubiera caído otro muro de Berlín. Ha emergido una juventud ilustrada que ha perdido el miedo, liberando la palabra y el pluralismo sofocado por regimenes monolíticos. En palabras de Sidati, reclaman dignidad, trabajo y libertad, estas protestas han llegado a muchos otros países árabes que se han unido a estos procesos, aún frágiles, y es difícil saber cómo acabarán. En todo caso nada volverá a ser como antes.
No se sabe donde puede llegar las intervenciones militares, ya que las potencias aprovechan las revueltas para imponer su proceso neocolonial. Estos procesos demuestran a las potencias occidentales que las dictaduras ya no son sinónimo de estabilidad, afirmé Sidati. Este es el caso de Marruecos, uno de los principales aliados occidentales, que lo consideran erroneamente barrera de la inmigración y del terrorismo.
El representante de la RASD ante la UE explicó que lo que ha olvidado parte de la sociedad internacional es lo que lleva ocurriendo hace tiempo en los territorios ocupados del Sahara, que se concretó en octubre de 2010 con el levantamiento del campamento de Gdeim Izik, que reivindicaba los mismos derechos por los que están luchando los otros países árabes. Desde 2005 se lleva a cabo la resistencia pacífica en los territorios ocupados.
Después de 36 años de exilio y resistencia la paciencia del pueblo saharaui se está agotando. La relación entre la población saharaui y los colonos está en un punto de no retorno que puede acabar en un grave enfrentamiento. Según Mohamed Sidati en el Sahara Occidental hay un claro riesgo de conflicto de carácter étnico.
El saqueo de los recursos se ha visto agrandado además por la firma del acuerdo Marruecos UE.
Muchas voces reclaman en Marruecos un cambio constitucional, es hora de que Marruecos afronte cambios concretos, que deberían desembocar en el fin del conflicto del Sahara Occidental. La esperanza es que los cambios del mundo árabe puedan ampliar los espacios de libertad en todos los países y tenga un impacto positivo para el pueblo saharaui y su lucha por la independencia de los pueblos.
Bernabé López, profesor de la UAM
En el nuevo tiempo árabe no ha estado ausente el Sahara Occidental. La protesta de Gdeim Izik estuvo protagonizada por la juventud, que demostró su capacidad de organización y negociación incluso con las autoridades marroquíes.
El levantamiento del campamento fue, en palabras del profesor, “un golpe de efecto del bunquer marroquí” y ha tenido como consecuencia la emergencia de un nuevo liderazgo en el Sahara. Ha permitido que se expresen voces disidentes de la postura oficial marroquí, como asociaciones derechos humanos independientes (AMDH), o la de la diputada saharaui pro marroquí Gjemula Ebbi, quien criticó a Marruecos por el desalojo violento del campamento.
Gdeim Izik es una protesta vinculada al inicio del nuevo tiempo árabe. Jóvenes que han levantado una propuesta de manera imaginativa y diferente. Primer levantamiento contra la humillación de las poblaciones árabes.
A Marruecos también ha llegado el nuevo tiempo árabe, canalizado a través del movimiento 20 de febrero, en este caso piden cambio del carácter absolutista de la monarquía.
Los saharauis han quedado ausentes de la supuesta apertura del gobierno marroquí, por ejemplo en lo referido a la liberación de los presos, los saharauis del Grupo de los 7 quedaron en libertad sólo de manera provisional. También en el movimiento del 20 de febrero el Sahara ha quedado fuera, los saharauis tampoco se ven involucrados en este movimiento.
Las maniobras del rey para la regionalización del Sahara apenas han tenido repercusión. El otro proceso de reforma constitucional no incluye el tema del Sahara. En palabras del profesor, “la democratización de Marruecos es la única vía para presentar una solución creíble al problema del Sahara”.
Los saharauis deben decidir estar al margen o implicados en la sensibilización saharaui a la juventud marroquí del problema del Sahara. El profesor afirmó que debe haber un camino común entre los saharauis y el movimiento 20 de febrero.
El nuevo tiempo árabe ha revelado que las poblaciones están interesadas por la política, la juventud marroquí tiene falta de conocimiento de la verdadera dimensión del problema saharaui. Hay que normalizar el derecho de todos.
Jesús Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH).
Si Marruecos desmantela el campamento es porque se siente fuerte en el contexto internacional, y piensa que las repercusiones no serán graves para él. Condicionantes geopolíticos y geoestratégicos que no han sufrido ningún cambio. España dejó claro que sus intereses en la relación con Marruecos y eso se puso por delante, como reflejó Zapatero en sus declaraciones tras el desmantelamiento del campamento saharaui.
Marruecos y Argelia compiten por el liderazgo del norte de África. El tema del Sahara occidental entra en esta dinámica. En opinión de Jesús Nuñez, un Sahara Occidental independiente equivaldría a una Argelia líder del Magreb. No parece deseable desde el cálculo de la geoestrategia. Marruecos parece la opción de la comunidad internacional.
En el llamado Grupo de Amigos (ONU), salvo Gran Bretaña o Rusia, los demás países son promarroquíes. España sin decirlo abiertamente ha jugado a la neutralidad activa sabiendo que el conflicto, en palabras de Jesús Nuñez, “no se va a resolver en el marco de la ONU” y que mientras esté ocupado con el Sahara no pasará a la reivindicación de territorios como Ceuta y Melilla. Actualmente se va más allá, se ha tomado partido directamente por Marruecos, y tiene que vender esta opción a una sociedad pro saharaui.
Los saharauis no tienen actualmente apoyos internacionales decididos. La sociedad civil debe tener en cuenta estos condicionantes para decidir cómo debe actuar.
Renata Capella Soler. Investigadora especializada en derechos humanos
La investigadora disertó sobre qué pueden aportar los derechos humanos en la resolución del conflicto. Cualquier solución para el conflicto debe incluir la protección de los derechos humanos. En la última resolución de la ONU, la 1979, se hace expresa mención al tema de los derechos humanos, y en el último informe el Secretario General parece reavivar la cuestión del referéndum. Un proceso electoral para ser justo debe incluir la participación sin miedo a posibles represalias. Para ello se debe respetar los derechos a la libre asociación, reunión...
El sentimiento entre los saharauis, es de decepción al no haberse ampliado las competencia de la MINURSO para la supervisión de los derechos humanos, y también porque no se haya incluido la creación de algún mecanismo internacional de vigilancia. Francia y EEUU bloquearon una propuesta británica de que Navy Pillay, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, llevara a cabo una visita a la zona para la supervisión de este tema. De todas formas la ONU no ha podido dejar de verse influida por las movilizaciones de la sociedad civil y lo acontecido en el campamento de El Aaiun. Al menos el término derechos humanos ha dejado de ser una palabra prohibida para las resoluciones de la ONU, y abre la puerta para una futura supervisión de los derechos humanos. Las resoluciones alientan a las partes a aplicar medidas independientes y creíbles de los derechos humanos, es una parte “aguada” de lo que se esperaba pero al menos está ahí.
Renta Capella se preguntó la cuestión de qué se puede hacer partiendo de la situación actual. Hay procedimientos especiales de dos tipos, problemas de derechos humanos en todo el mundo, otros de una región específica, realizan estudios, publican comunicados y estudios y pueden recibir quejas. Ejemplo: grupos de trabajo sobre detención arbitraria, o sobre derecho a la libre reunión y asociación o a la libertad de expresión. Hace falta un intenso trabajo de lobby frente al Consejo de derechos humanos. Son procesos independientes pero tienen sus limitaciones, no pueden hacer un seguimiento a largo plazo, no son adecuados para una vigilancia
Para Capella hay que explorar otras soluciones, como crear un mandato geográfico, no será fácil convencer al Consejo de derechos humanos, pero aquí ninguno de los miembros tiene derecho a veto.
Capella recordó que para HRW está muy bien introducir el lenguaje de derechos humanos en la resolución de la ONU pero es necesario establecer un mecanismo. Las organizaciones de sociedad civil pro saharaui deben tener el apoyo de las organizaciones de derechos humanos internacionales porque son las que pueden hacer lobby en Ginebra.
El Secretario General presentará su informe en seis meses, para mantener esta cuestión en el candelero hay que trabajar en este campo, el tiempo apremia y hay que redefinir estrategias, y crear alianzas que contribuyan a resolver el conflicto.
Rahmuni Daha, activista saharaui de derechos humanos
Las revueltas del mundo árabe son cuestión de asunto interno que tiene que ver con reivindicaciones políticas de los países, mientras que en el Sahara lo que se reivindica es el derechos autodeterminación. Sí hay puntos en común, todo lo relacionado con la reivindicación de la democracia y los derechos humanos, la explotación de los recursos naturales y la lucha contra la corrupción. Se parte de la intifada de la independencia de mayo de 2005, y los sucesos de Gdeim Izik de noviembre 2010.
saharauis realizan un éxodo fuera de El Aaiun, forma de expresión al mundo y demostrar que los saharauis siguen sufriendo de las mismas condiciones de represión. Las protestas en el Sahara no se producen contra un régimen dictatorial si no contra un régimen colonial que invadió ilegalmente el territorio. Los saharauis no han respondido al movimiento 20 de febrero para exigir reformas democráticas en Marruecos. En el SO el ejército es parte de la maquinaria de represión. En el campamento se vio la ausencia de toda autoridad marroquí, ya que no se les dio ningún espacio. Si no hubiera sido por la intervención brutal del ejército y de los colonos se habría llegado probablemente a otro nivel. Todo tuvo lugar bajo el bloqueo informativo del territorio de donde fueron expulsados medios, parlamentarios. Todo ellos propició al régimen para lleva a cabo una represión atroz.
El CS ha rechazado la instauración de un mecanismo de supervisión de los derechos humanos, tampoco se ha producido una condena al régimen marroquí por lo que ocurrió, tan sólo la de la UE que tampoco sirve de gran cosa porque después se rubricó el acuerdo ilegal con Marruecos.
El derrocamiento de estos regimenes podría resolver el conflicto del Sahara Occidental, pero se sigue sufriendo una censura muy grande de lo que sucede en el Sahara Occidental. El pueblo saharaui ha sufrido ataques continuados de colonos desde el mismo momento de la ocupación del territorio.
El movimiento 20 de febrero de Marruecos ha demostrado al mundo que no han hecho ninguna reivindicación que tenga que ver con el Sahara Occidental.
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