Bruselas, 22 de junio de 2011 (EFE).- Los embajadores de los países de la Unión Europea (UE) no lograron hoy llegar a un acuerdo sobre la prórroga por un año del convenio pesquero con Marruecos, debido a las reservas de algunos estados miembros acerca de su impacto sobre el Sáhara Occidental.
La renovación del protocolo, que los países acordaron negociar hace unos meses, está pendiente de su formalización, algo que debería ocurrir antes de agosto, cuando finalizarán los arreglos temporales vigentes en la actualidad, informaron fuentes comunitarias.
El asunto se volverá a debatir en una próxima reunión de embajadores de los estados miembros.
Según la Comisión Europea, Rabat ha informado de que el protocolo de pesca ha ayudado a crear empleo en el Sáhara y a llevar a cabo una serie de acciones financiadas con cargo a los fondos comunitarios.
Las posiciones de los países no han cambiado mucho en la última reunión: aunque todavía hay delegaciones que mantienen ciertas reservas, como Holanda o Dinamarca, otras, entre las que figura Irlanda, tienen una posición "más positiva" que en el pasado y se han comprometido a examinar los datos presentados por Bruselas para poder dar una opinión "definitiva", indicaron fuentes comunitarias.
Suecia es el único país que hoy se ha pronunciado claramente en contra del acuerdo, que es similar al anterior y propone continuar con las actividades pesqueras, realizando ciertos ajustes sobre la base de criterios científicos.
La renovación del protocolo añade, no obstante, una nueva disposición que exige a las autoridades marroquíes informar del uso de los fondos europeos y en particular del impacto socioeconómico de la financiación comunitaria, algo que no recogía el anterior protocolo.
Fuentes comunitarias indicaron que algunos estados miembros esperan que su Parlamento se pronuncie sobre la cuestión pero "a priori" están en contra del acuerdo, como ocurre en el caso de Dinamarca, mientras que otros (Reino Unido) tienen previsto abstenerse.
España y Francia, partidarios tradicionales del acuerdo, insisten en que hay que adoptar una decisión con rapidez y piden que el Consejo sea coherente, ahora que cuenta con datos "positivos" sobre la aplicación del convenio.
La principal preocupación de los países que tienen reservas es la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental y el hecho de que el acuerdo no habría beneficiado a las poblaciones de esa zona.
La formalización del acuerdo pesquero necesita el visto bueno del Consejo y del Parlamento Europeo.
El acuerdo con Marruecos es el que tiene más importancia política para la UE, dentro de los convenios bilaterales en materia pesquera.
En los términos actuales, ofrece 119 licencias a la flota europea, más una cuota adicional para especies como la anchoa, caballa o arenque, que situarían en 138 el número de embarcaciones beneficiadas.
Los navíos españoles cuentan con un centenar de permisos, aunque no se utilizan todos, y se ven favorecidos sobre todo barcos con puerto en Andalucía y Canarias.
A cambio, la UE paga al año 36,1 millones de euros al país magrebí, una parte para su sector y otra para medidas de desarrollo.
La UE decidió optar por la vía de una prórroga de un año para no perjudicar a los pescadores y ante las dudas que el asunto del Sáhara y otros plantean sobre la renovación a largo plazo. EFE
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