La agencia oficial marroquí MAP, en un despacho fechado el 25 de agosto del 2011, anunció que ``cerca de 556 mercenarios del Frente Polisario, enviados para reforzar las tropas de Gadafi, han sido arrestados por los combatientes del consejo nacional de transición libio (CNT) ``.
Esta es una prueba irrefutable que ilustra claramente la campaña sistemática de mentiras y difamaciones denigrantes, orquestada por el estado marroquí contra el pueblo saharaui y el Frente Polisario, donde el ocupante, desde hace ya decenas de años, intenta implicar a los saharauis en crímenes contra la humanidad: droga, terrorismo, mercenarios…etc. Para lograr su objetivo, el estado marroquí no ha escatimado esfuerzo alguno para comprar lobbys, la edición de webs de intoxicación e informes difamatorios por encargo.
El gobierno de la RASD y el Frente Polisario desmienten rotundamente estas calumnias que pretenden perjudicar la imagen de la noble causa del pueblo saharaui y su lucha de liberación nacional por la libertad y la autodeterminación. Los valerosos combatientes del ELPS no han estado, ni estarán jamás involucrados en ningún conflicto fuera de las fronteras de la republica saharaui y su única misión sigue siendo conseguir la soberanía y la integridad territorial de la RASD.
El gobierno marroquí con su propaganda y mentiras, busca disfrazar una realidad que es de sobra conocida por la opinión internacional y todos los gobiernos que siguen de cerca la evolución del conflicto del Sahara Occidental y la situación en el Magreb.
Se sabe perfectamente que el régimen de Gadafi cesó todo tipo de ayuda a la lucha del pueblo saharaui contra el expansionismo marroquí desde julio de 1982 con el propósito de afianzar en 1984 una unión con el gobierno marroquí llamada “Unión arabo-africana”. El eje Rabat-Trípoli se materializó como un ignominioso plan que supuso un apoyo financiero y armamentístico de Libia a Marruecos en su guerra expansionista contra el pueblo saharaui y como contraparte, la entrega por el gobierno de Marruecos de opositores libios exiliados en Marruecos como fue el caso del coronel Mehaichi y sus compañeros, la persecución de opositores en Europa y en los Estados Unidos así como una campaña de buenos oficios para rehacer la reputación perdida del coronel ante ciertas capitales. Desde entonces, el gobierno marroquí y el régimen de Gadafi no han escatimado esfuerzo alguno para acabar con la resistencia del pueblo saharaui tanto a nivel militar como diplomático y particularmente en África.
El gobierno de la RASD y el Frente Polisario ven como algo urgente la necesidad de constituir una comisión independiente de investigación para desvelar a la opinión pública toda la verdad sobre este grave asunto de difamación.
Las nuevas autoridades libias, representadas por el consejo nacional de transición (CNT) les corresponde desmentir sin demora las mentiras y los enredos pérfidos, propagados por el ocupante marroquí. Es por el bien de los pueblos de Libia y saharaui primero y a favor de todos los pueblos de la región.
Bir –Lehlu, 26 de agosto del 2011.
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