viernes, 28 de octubre de 2011

De Saharaui venimos, a Saharaui vamos. Salem Bachir, embajador de Saharaui



Por Juan Tenti     Foto: Emiliano Perroni

¿Por qué los ojos se niegan a ver lo que los ojos rompen?

Eduardo Galeano

No descubrimos nada al decir que el mundo sigue siendo desde los albores de la humanidad hasta hoy, una gran masa de culturas que conviven interactuando en forma constante y peleando por el predominio de las zonas más ricas del continente, siendo los pueblos de África los que más han sufrido las victorias de la guerra y los flagelos de la usurpación de los recursos naturales por parte de las grandes potencias. El mismo Eduardo Galeano dijo, que las miserias de los pueblos, son sus riquezas.

No es la excepción a esta regla el pueblo Saharaui, conocido también como República Árabe Saharaui Democrática, o Sahara Occidental, situada en la zona del Magreb africano, al Noroeste del continente, con vista al Océano Atlántico, vecina de Mauritania, Argelia y su gran usurpador: Marruecos.

Sahara Occidental fue una colonia española hasta 1975, cuando Marruecos lo invadió mediante la Marcha Verde. Para entonces, España, gobernada por Franco, había asumido el compromiso con las Naciones Unidas, de iniciar los trámites necesarios tendientes a la descolonización, y contemplaba la convocatoria de un referéndum para la independencia del Sahara. Sin embargo, la Marcha Verde sorprendió a España en un momento de salud delicado de su líder y optó por desligarse de responsabilidad abandonando el territorio.

Con la salida de España del territorio, comenzó a librarse una guerra que enfrentó al Frente POLISARIO -partido que tenía el poder- con sus vecinos del norte y el sur: Marruecos y Mauritania. En 1979, Mauritania, sin presupuesto para afrontar gastos militares, firmó la paz con el Frente POLISARIO y se retiró de los territorios ocupados.

En 1991 Marruecos y Saharaui firmaron un alto el fuego auspiciado por las Naciones Unidas, que asumieron la responsabilidad de buscar una salida pacífica al conflicto y establecieron su Misión para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO).

Esta misión tenía como principal objetivo, la celebración de un referéndum para que sea el propio pueblo quien determine si querían pertenecer a Marruecos o al Sahara Occidental.

20 años después, se sigue esperando dicho referéndum, y el pueblo Saharaui es sometido por Marruecos a estar fuera de su territorio, exiliados en el desierto argelino, observando día a día el paisaje de un muro con alrededor de 150.000 soldados, de 2.700 km de largo, plagado de minas antipersonales (violando el Derecho Internacional Humanitario) y casi tan extenso como la Muralla China.

El pasado viernes 21 de Octubre se celebró en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de nuestra Universidad, por medio del Instituto de Relaciones Internacionales, la Conferencia Sahara Occidental: historia, presente y perspectivas de descolonización, brindada por el Embajador Salem Bachir, a la cual asistieron gran cantidad de estudiantes de grado y postgrado, contexto en el que se realizó esta entrevista.

Salem Bachir habla un fluido español, a consecuencia del sometimiento colonial que ejerció España en su pueblo décadas atrás y, a diferencia de la mayoría de los diplomáticos que visitan nuestro país, es una persona sencilla, sin demasiadas formalidades y siempre bien dispuesto a contarle al mundo acerca del Saharaui, causa que tiene escasa difusión, para ser exagerado.

Lo primero que sentí que debía preguntarle al Embajador, es acerca del famoso referéndum tan ansiado desde hace ya 20 años -que Marruecos viene obstaculizando- y si tiene la esperanza de que se realice dentro de los próximos 5 años. Muy optimista dijo: "Espero sea antes, teóricamente y jurídicamente, la comunidad internacional tomó la decisión de que se realice, apoyando la reivindicación del pueblo Saharaui".

Según el Embajador, los intereses económicos de las grandes potencias, como Francia, permiten que Marruecos haga lo que quiera dentro del territorio, y no sólo a nivel político, sino también a nivel económico. Debemos destacar que Francia es miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo que le permite vetar cualquier decisión que se quiera tomar en la zona del conflicto; por ende, la presión que se puede ejercer sobre el tema es meramente en carácter de recomendación.

Teniendo en cuenta el contexto, el embajador contó que luego de las manifestaciones en Libia, iniciadas a principios de Febrero, en Marruecos el pueblo comenzó a manifestarse en forma pacífica contra el régimen de gobierno establecido, y consideró que un futuro cambio en el país vecino, modificaría completamente la situación, porque "el pueblo Marroquí y el pueblo Saharaui están condenados a convivir juntos en paz y armonía, y a cooperar juntos con los pueblos del Magreb Africano. El régimen de gobierno Marroquí es un gran obstáculo, pero está condenado a desaparecer y desde el 20 de febrero en Marruecos se están realizando manifestaciones para cambiar este sistema, y en las próximas semanas habrá más presión aún por parte del pueblo marroquí".

Los medios de comunicación en la Argentina nada dicen sobre esto, pero tan solo una pequeña investigación pone en el tapete varios sucesos que ocurren en estas tierras con respecto a sus recursos naturales.

A mediados de agosto, un medio español publicó una nota informando que Metalex, empresa minera canadiense, halló oro, diamantes, uranio y otros minerales preciosos bajo la arena del Sahara Occidental. Esta empresa casualmente tiene una concesión para la prospección y la explotación en el territorio que fue concedido por el Gobierno de Marruecos en 2005.

La empresa que explotará estos hallazgos se conforma entre la citada corporación canadiense y la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas de Marruecos, liderando la participación la empresa privada con un 60% de la misma.

Bachir fue determinante al dar su opinión, repudiando todo tipo de acción del gobierno marroquí y afirmando que este descubrimiento "ha provocado que el interés marroquí y también del mundo occidental se haya incrementado notoriamente. Lamentablemente como dijo Galeano, los pueblos son víctimas de sus riquezas, y es evidente que Marruecos vende los recursos de un territorio que ocupa ilegítimamente, violando las normas internacionales".

El embajador también hizo mención a numerosos dictámenes de la Secretaría General de las Naciones Unidas, en los cuales considera "Saharaui territorio autónomo y a Marruecos potencia ocupante, y considera a España como responsable de esta situación. Se exige a través de ellos a todos los países y empresas abstenerse de cualquier tipo de exploración sobre tierra saharau"i.

Y agrega: "La comisión sobre Descolonización de la ONU aprobó por unanimidad una resolución que exige la aplicación de las normas de la ONU en Saharaui. Siendo de interés principal el asunto de los recursos naturales y económicos, motivo por el cual Marruecos recibe el apoyo de Francia, entre otras potencias europeas".

A su vez, el Sr. Bachir resaltó que no es el único recurso económico vulnerado y expropiado por Marruecos, Saharaui tiene una gran reserva pesquera en sus costas atlánticas, en las cuales Marruecos otorga licencias pesqueras a países europeos.

Finalmente, el embajador dio un mensaje de paz, reclamando "una solución justa, pacífica y duradera que permita al pueblo Saharaui consolidar su independencia" y le pidió al mundo dar publicidad sobre estas violaciones a los Derechos Humanos: "La justa causa de Saharaui llama a los pensadores democráticos ya los pensadores de todo el mundo para que griten y lancen sus llamamientos para que terminen tantos años de sufrimientos y se pueda destruir este muro tan largo que separa al pueblo de su libertad, permitiéndonos vivir en paz".

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