Argel, 24 de octubre (EFE).- La organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), aunque no se ha atribuido formalmente el secuestro, el pasado sábado, de dos cooperantes españoles y una italiana en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (suroeste de Argelia), parece estar detrás del mismo.
Los dos españoles, Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons, así como la italiana Rossella Urru, secuestrados la medianoche del sábado por un grupo armado en Rabuni, el lugar donde se concentran los cooperantes que trabajan en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (suroeste de Argelia).
Inmediatamente, las más altas autoridades saharauis, empezando por el Presidente Mohamed Abdelaziz, definieron el secuestro como un "ataque terrorista" en una clara alusión al AQMI, aunque de momento no hay indicios contra ninguna organización o grupo en particular.
"Actualmente, estamos en la fase de investigación y todavía no sé quién organizó el secuestro. Para nosotros todas las hipótesis están sobre la mesa", dijo hoy a EFE Brahim Ghali, el embajador de la Saharaui (RASD) en Argel.
Pero fuentes cercanas a los servicios argelinos antiterroristas dijeron a EFE que no hay prácticamente ninguna duda acerca de los autores.
El procedimiento del secuestro, la ejecución del plan, la descripción dada por los testigos de los autores y la audacia extraordinaria de éstos, señalan la responsabilidad de AQMI que, en estos últimos años, se ha labrado una sórdida reputación con el secuestro de ciudadanos occidentales.
"Ya no estamos en la fase de sospecha, es casi seguro que sea el AQMI debido a que el escenario es similar a otros secuestros en casi todos los capítulos conocidos en los últimos años", argumentaron las mismas fuentes.
Además, los autores parecen haberse dirigido hacia el norte de Mali, zona considerada como el cuartel general de las brigadas saharianas de AQMI, y que una parte están dirigidas por Abu Zeid y otra por Mokhtar Belmokhtar.
Preguntado por EFE, fuentes militares de Malí no quisieron confirmar ni desmentir la llegada de los secuestradores y sus rehenes a este país.
Los políticos locales también quisieron reaccionar, pero según fuentes en Bamako, se hará público un comunicado.
Sin embargo, los dirigentes saharauis dijeron estar seguros de que los secuestradores se dirigieron hacia la región de Kidal,en el norte de Malí.
"Los secuestradores se dirigieron hacia la frontera con Mauritania para dirigirse luego hacia el territorio de Malí," dijo a Efe Mohamed Salem Ould Salek.
El jefe de la diplomacia saharaui confirmó que los autores, a los que llamó como "terroristas", habían llegado a Rabuni a bordo de un vehículo todoterreno, pero también reveló que un segundo vehículo estaban esperando cerca de la frontera con Mauritania.
El presidente Abdelaziz afirmó en una carta al Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, que los secuestradores habían llegado desde Mali y habían utilizado la misma ruta para escapar.
El gobierno saharaui considera que los que planearon y ejecutaron el secuestro, el primero de este tipo en los campos de refugiados saharauis, tenía un doble propósito.
El primero consiste en conseguir un rescate y el segundo apunta, a un motivo más político "para sugerir que hay inseguridad en los campamentos de Tinduf con el fin de asustar a los coordinadores que trabajan en la ayuda humanitaria y también para alterar la solidaridad internacional con el pueblo saharaui ".
En una primera reacción, el portavoz del Ministerio argelino de Asuntos Exteriores, Amar Belani, condenó el secuestro y dijo que parece ser obra de "un grupo terrorista."
En 2003, un grupo de turistas europeos fueron secuestrados por primera vez en Argelia y el secuestro fue reivindicado por el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), reconvertido en el AQMI desde octubre de 2006.
Sin embargo, fue entre 2008 y 2011 cuando los secuestros se hicieron más frecuentes en Mauritania, Túnez, Níger, Malí y Argelia, entra ellos los de los españoles Albert Vilalta, Alicia Gámez y Roque Pascual.
Si la mayoría fue puesta en libertad tras el pago de un rescate después de varios meses de cautiverio, dos fueron asesinados, el británico Edwin Dyer y el francés Michel Germaneau y otras dos personas murieron en un intento de liberarlos por la fuerza.
Samir Knayaz
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