jueves, 24 de noviembre de 2011

Ministro saharaui para Latinoamérica: comicios marroquíes buscan impedir los cambios ocurridos este año en otros países de la región

Buenos Aires, 24 de noviembre (Télam).- Las elecciones de mañana en Marruecos constituyen una maniobra de la monarquía para impedir los cambios ocurridos este año en otros países de la región, dijo hoy un ministro de la entidad política que disputa al Estado marroquí la soberanía de la región del Sahara Occidental.

De visita en Buenos Aires y en entrevista con Télam, el ministro saharaui para las relaciones con América Latina, Hash Ahmed, dijo que los comicios son "una medida política urgente" de la monarquía marroquí para anticiparse a las revueltas que ya sacudieron otros países árabes y "frustrar las transformaciones".

Ahmed representa a la República Arabe Saharaui Democrática (RASD), un estado con parcial reconocimiento internacional proclamada en 1976 por el Frente Polisario, el rebelde movimiento de liberación nacional que reclama la independencia del Sahara Occidental, antigua colonia española, respecto de Marruecos.

La RASD proclamó su independencia de España en el mismo 1976, pero el territorio fue anexionado por Marruecos y Mauritania, lo que empujó a un conflicto armado con el Frente Polisario.

En 1991 se produjo un alto el fuego y el ingreso de una misión de la ONU (MINURSO) que debía garantizar la realización de un referendo para avalar el estatus de nación, que debía celebrarse en 1992 pero que ya se postergó varias veces.

Desde entonces, la mayor parte del territorio, que limita con Marruecos por el norte, Argelia por el noreste, Mauritania por el sur y este y con el Atlántico por el oeste, permanece bajo control de Marruecos, mientras que el resto está dominado por la RASD.

De visita en Buenos Aires, el ministro saharaui Ahmed recordó que el Frente Polisario llamó a boicotear el proceso eleccionario marroquí que, en su opinión, constituye una forma de "frustrar el movimiento original que reivindica una transformacion profunda".

"Yo me imagino que el resultado será un poco más de lo mismo, las mismas formaciones políticas que ya cuentan con el beneplácito de la monarquía desde los años 70 y 80 van a resultar victoriosas", opinó.

Sobre la incidencia del resultado eleccionario en el litigio entre Marruecos y la RASD, Ahmed se mostró escéptico y señaló que "sólo un cambio sustancial en el sistema monarquico marroquí, con una alteracion del mapa politico, modificará la tensa relación entre las partes.

De hecho, agregó el representante saharahui, existe en estos momentos un claro estancamiento de los esfuerzos de mediación entre las partes auspiciados por la ONU, y la renunión que debió llevarse a acabo en septiembre, auspiciada por el representante Christopher Ross, para acercar posiciones "no tuvo lugar".

Para el saharaui existe, por parte del reino de Marruecos, una "evidente voluntad de entorpocer los esfuerzos de mediación".

La guerra en Libia, la delicada situación en Egipto y Siria, por otra parte, jugaron a favor de la posición marroquí -aseguró Ahmed- "en la medida en que al generarse nuevos focos de tensión en la zona, ello relega a un plano secundario la cuestion del Sáhara Occidental".

"Son otras las alarmas que inquietan por ahora a la comunidad internacional, y esto le quitó visibilidad al tema en los últimos meses", concluyó.

"Hemos pedido a Naciones Unidas que excluya los territorios del Sahara Occidental en sus comicios internos, por tratarse de un territorio en litigio, pero Marruecos fuerza la votación allí", reclamó luego.

"Nosotros hemos pedido a nuestra gente que no acuda a las urnas, pero no hay que olvidar que se trata de un territorio bajo sitio, cuyas calles están tomadas por las fuerzas armadas marroquíes, por cuanto el boicot no es fácil"- se lamentó el saharaui.

Casi 14 millones de marroquíes están convocados mañana a las urnas para pronunciarse en las primeras elecciones legislativas tras la reciente reforma constitucional para elegir al nuevo Parlamento en la última etapa del proceso de reformas iniciado el pasado mes de marzo por el rey Mohamed VI.

La nueva Carta Magna, que limita los poderes del monarca, amplía el papel del Parlamento y estipula que el primer ministro será el líder del partido más votado.

Se elegirán 395 miembros de la Cámara de Representantes de entre las 7.102 candidaturas repartidas en 1.546 listas y 92 circunscripciones. (Télam)

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