El ministro de Asuntos
Exteriores marroquí viajó a EE UU y a Francia para expresar su rechazo al
diplomático estadounidense que media por cuenta de Naciones Unidas
Ban Ki-moon acusa a Marruecos
de espiar a la ONU en el Sáhara
Marruecos ha emprendido una
campaña contra el diplomático estadounidense Christopher Ross, enviado del
secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para el Sáhara Occidental, con
vistas a obtener su renuncia o su destitución, un objetivo que probablemente logrará,
señalan fuentes diplomáticas.
En ministro de Asuntos
Exteriores, el islamista Saad Eddine el Othmani, ha viajado a Washington, Nueva
York y París para “manifestar el descontento con los últimos desarrollos e
informes” de Ross. “Estamos insatisfechos con el trabajo del enviado de la ONU
que ha sido parcial”, añadió el ministro en una entrevista con el diario de
Casablanca Akhbar al Youm. “Ahora pedimos al Consejo de Seguridad que ponga las
cosas en su sitio” porque Ross “intentó introducir temas que no son de su
competencia (…)”.
Estas palabras de El Othmani
equivalen a un rechazo de Marruecos a seguir colaborando con Ross lo que hace
insostenible que continúe adelante con su misión. Para guardar las formas es
probable que Ban Ki-moon le mantenga aun un tiempo en su cargo, pero dentro de
unos meses acabará prescindiendo de sus servicios.
En el informe que Ross remitió
a Ban Ki-moon sobre el Sáhara y que este presentó al Consejo de Seguridad de la
ONU tras hacer algunas modificaciones favorables a Marruecos, se acusaba a
Rabat, en términos velados, de espiar a la Minurso, el contingente de Naciones
Unidas desplegado en la antigua colonia española.
En el documento se lamentaba
además que el acceso de la población local al contingente de la ONU “esté controlado”
por Marruecos. “(…) la presencia de la policía marroquí fuera del complejo
habitacional [de la ONU] desanima a los visitantes a acercarse a la Minurso”,
añadía.
En el texto del informe, ni en
el de la resolución posterior, no se recogía, en cambio, la vieja aspiración
del Frente Polisario, el movimiento que lucha por la independencia del
territorio, de encargar a la Minurso la vigilancia del respeto de los derechos
humanos en el territorio como hacen otros contingentes de paz en otros lugares del
mundo.
Pese a ello El Othmani expresó
su descontento con la resolución que contiene varios “puntos que perjudican a
Marruecos”. Sorprendentemente, Marruecos, que se actualmente miembro del
Consejo de Seguridad, votó a favor de esa resolución que fue aprobada por
unanimidad el 24 de abril.
La prensa oficialista marroquí
lleva días atacando al enviado de Ban Ki-moon. “Llegó la hora de la salida de
Ross y de la búsqueda de responsables más ecuánimes y serios”, titulaba, por
ejemplo, en portada el diario Al Alam, órgano del partido gubernamental
Istiqlal.
Es la segunda vez que
Marruecos veta a un emisario de la ONU. En 2004 ya forzó la renuncia del ex
secretario de Estado de EE UU, James Baker. El entonces ministro de Exteriores
marroquí, Mohamed Benaissa, achacó su dimisión a “la tenacidad de la diplomacia
marroquí”.
Baker fue sustituido por el
diplomático holandés Peter van Walsum quién a su vez renunció a su cargo
mediante una tribuna publicada en EL PAÍS tras ser rechazado por el Polisario.