Efe | Rabuni (Argelia) 09/08/2012 (Foto: Carlos Cristóbal)
Los cooperantes españoles
desplazados a los campamentos de refugiados saharauis han sido recibidos este
miércoles como héroes entre fuertes medidas de seguridad adoptadas por la
policía del Frente Polisario para evitar el riesgo de secuestro.
Desde su llegada este martes
al aeropuerto de Tinduf, al suroeste de Argelia, el grupo solidario ha contado
con escolta militar en el llamado centro de protocolo del campamento de Rabuni,
donde fueron secuestrados el pasado mes de octubre los voluntarios Enric
Gonyalons y Ainhoa Fernández de Rincón.
La treintena de cooperantes ha
comenzado su visita en el Ministerio de Cultura en Rabuni, la capital
administrativa sede del Gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática
(RASD).
En una sala abarrotada con más
de 500 personas, la delegación ha sido aclamada por su gesto de visitar los
campamentos en medio de un ambiente de psicosis por la seguridad en la región,
tras la evacuación de los voluntarios llevada a cabo por el Gobierno español el
pasado 28 de julio.
"En nombre del pueblo
saharaui, agradecemos enormemente este ejemplo de solidaridad y de hermandad. A
pesar de todas las amenazas, los españoles siempre nos apoyarán, pase lo que
pase", ha exclamado una de las intervinientes.
En el acto de entrega de
diplomas a los estudiantes de bachillerato, ha estado presente la cúpula del
Frente Polisario, con su presidente, Mohamed Abdelaziz, a la cabeza.
Acusaciones a Marruecos
Abdelaiz ha acusado a
Marruecos de estar detrás de la decisión del Gobierno español de evacuar a los
cooperantes por temor a un secuestro de grupos yihadistas tras la liberación de
Gonyalons y Fernández de Rincón.
"Marruecos está detrás de
organizaciones terroristas que quieren liquidarnos. Pero estas manifestaciones
de terrorismo alentadas por Rabat no afectarán de ningún modo a los vínculos
históricos con el pueblo español", ha advertido el presidente de la RASD.
Después de pernoctar con
vigilancia permanente, los cooperantes españoles han llegado al Ministerio de
Cultura en una caravana escoltada por delante y por detrás con cuatro vehículos
del Ejército saharaui.
Policías locales también han
estado apostados en el trayecto para evitar cualquier incidencia y hacer
patente el control de la situación.
El presidente de la
Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara),
José Taboada, quien encabeza el grupo, ha asegurado que "no hay nada que
temer".
"No hay que crear pánico,
ni crear alarma social, ni huir de los terroristas. Los que hicieron el
secuestro no volverán fácilmente a cometer otro acto aunque lo pretendan",
ha afirmado Taboada. "Se han tomado medidas y ahora hay más seguridad para
hacer nuestro trabajo", ha añadido.
El presidente de CEAS-Sáhara
ha invitado al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y al ministro de Asuntos
Exteriores, José Manuel García-Margallo, a ir a los campamentos de refugiados
para comprobar de primera mano que los saharauis "siguen luchando y no se
van a rendir".
"El terrorismo que
pretende atemorizar los vínculos con España no va a salirse con la suya",
ha rematado.
Taboada ha admitido el
"desconcierto" del pueblo saharaui ante el llamamiento de evacuación
de Exteriores y ha reiterado que "no hay razón para pensar en un peligro
inminente".
'La intranquilidad llega desde
España, no desde aquí'
José Oropesa, el único
voluntario que se quedó en Tinduf tras rechazar la repatriación, ha acompañado
a los cooperantes en su visita a Rabuni.
Oropesa, que trabaja para la
Asociación de Familiares y Presos de Desaparecidos Saharauis (Afapredesa), ha
dicho haberse sentido "muy tranquilo" en los campamentos desde que
Exteriores les instó a marcharse.
"La intranquilidad de que
puede ocurrir algo grave llega desde España, no desde aquí", ha confesado
Oropesa, quien tuvo que firmar un documento para eximir al Gobierno de toda
responsabilidad si le pasaba algo.
La delegación estará en los
campamentos hasta el sábado con un programa de visitas a centros oficiales y
proyectos de cooperación, aunque no se ha desvelado por motivos de seguridad.