El Relator de
la ONU contra la tortura y los tratos inhumanos y degradantes, Juan Méndez, terminó
hoy una visita de siete días a Marruecos y el Sáhara Occidental, y denunció en
un informe preliminar la persistencia de la práctica de los malos tratos.
El informe
fue presentado en una rueda de prensa en Rabat en la que Méndez afirmó que "en
los delitos comunes los malos tratos o la tortura son muy frecuentes (en
Marruecos), aunque es difícil aseverar si son sistemáticos"
Además, consideró
que en los delitos terroristas "la tortura parece ser mucho más cruel y
sistemática".
En su semana
de trabajo, Méndez ha visitado varios centros de detención y se ha reunido con
representantes de la sociedad civil que le presentaron denuncias de tortura, entre
ellos salafistas, saharauis independentistas, emigrantes subsaharianos
indocumentados o izquierdistas.
Todas esas
reuniones contaron con asistencia de funcionarios "lo que creó un clima de
intimidación", lamentó.
El relator
visitó Marruecos invitado por el propio Gobierno, que en los últimos meses está
empeñado en asegurar que la tortura es cosa del pasado.
El ministro
de Comunicación, Mustafa el Jalfi, presentó el pasado jueves esta visita como "un
precedente que refleja la confianza de Marruecos para respetar sus compromisos
internacionales".
Méndez
reconoció en su informe que "está emergiendo una cultura de los derechos
humanos" y que "parece haber un compromiso en los niveles más altos"
para erradicar las prácticas de tortura, pero lamentó que ese compromiso "no
llegue a todos los niveles de la autoridad"
Igualmente, lamentó
que falte voluntad para acabar con los malos tratos en los interrogatorios y
para investigar las denuncias sobre tortura.
Más
concretamente, Méndez denunció "casos recientes de informes creíbles de
golpes (con puños y palos), aplicación de electrochoques y quemaduras de
cigarrillos", prácticas que en su opinión equivalen a la tortura.
El informe
del relator dedica especial atención al hecho de que las confesiones arrancadas
bajo tortura tienen ante el juez más validez que los testimonios ante el
tribunal, y lamentó no haber encontrado un solo caso de un testimonio
invalidado por sospechas de tortura.
Además, no se
respeta el derecho de asistencia letrada inmediata a los detenidos, sino que lo
habitual es que pasen 24 horas antes de que el abogado pueda ver a su cliente y
solo por espacio de media hora.
Además, en
los delitos contra la seguridad nacional la ley antiterrorista permite una
incomunicación de 96 horas prolongada hasta tres veces.
Méndez
agradeció haber tenido "acceso irrestricto" a todos los centros de
detención que quiso visitar -cárceles, comisarías, psiquiátricos y centros de
reclusión de menores-, y le llamó la atención que todos hubieran sido recién
pintados y renovados y provistos de mantas nuevas.
"Espero
que esas mejoras continúen y se hagan en las demás prisiones", ironizó.
El relator, que
presentará un informe confidencial al gobierno marroquí, que será quien lo haga
público posteriormente, opinó que la tortura y los malos tratos, cuando se
aplican a delitos contra la seguridad del Estado, "no se practican con
lógicas raciales o religiosas, depende más bien de que el régimen se sienta
amenazado".
Entre las
prácticas igualmente denunciadas, Méndez citó el recurso creciente de la
policía a un uso excesivo de la fuerza en la dispersión de las manifestaciones,
la sobrepoblación carcelaria y la represión con que la policía está tratando al
"grupo especialmente vulnerable" de los emigrantes subsaharianos.
Video: Fragmento de la rueda de prensa del relator de la
ONU Juan Méndez: Un joven saharaui explica los tratos vejatorios y violaciones
físicas recibidas por los presos de Gdeim Izik. También sus familias -dice- han
sido objeto continuo de vigilancia policial. "Señor relator tengo aquí en
mi poder todas las denuncias que hemos presentado a las diferentes
administraciones marroquíes para ver y constatar todas las violaciones que ha
cometido la administración marroquí contra nuestros hermanos". El joven
responde a otras personas presentes que le increpan por hablar sin ser
periodista y les dice: "déjennos terminar de hablar, que nadie nos
interrumpa que es una rueda de prensa abierta. Tengo derecho de hablar, aquí
están las asociaciones y no me digas más que hablo en nombre de nadie, ni del
Polisario ni de nadie, soy de una familia y represento a una persona que ha
sufrido torturas. La señora que organiza me ha dado el micrófono y la palabra".
Juan Méndez dice que le dejen responder a la pregunta por favor, dice que se ha
reunido con representantes del movimiento Gdeim Izik durante su visita a El
Aaiún, incluido un grupo de mujeres. Ha recibido material, pero si él o alguna
otra persona presente tiene más documentación serán bienvenidas". La
organizadora de la Rueda de Prensa (con acento egipcio) traduce al relator.