Marruecos reaccionó a las
reivindicaciones populares de 2011 en el marco de la "primavera
árabe", pero no existe una evolución significativa en materia de derechos
humanos, dijo hoy en Rabat el director de investigación de Human Rights Watch
(HRW) en el Norte de África, Eric Goldstein.
"Marruecos reaccionó muy
rápido al permitir manifestarse, en cierta medida, al movimiento contestatario
20 de febrero y con una nueva constitución muy interesante, pero no hay una
evolución significativa en materia de derechos humanos", explicó Goldstein
a Efe.
El investigador de HRW, cuya
visita de trabajo a Marruecos coincide con la del relator especial de la ONU
sobre la tortura y los malos tratos, Juan Méndez, afirmó que a veces los
manifestantes protestan sin problemas, pero en otras son dispersados "a
través de una violencia ciega, con arrestos, procesos y dudosas
acusaciones".
La "primavera árabe"
llegó el año pasado a Marruecos con manifestaciones populares en demanda de
mayor democracia y justicia social, pero, salvo casos contados de brutalidad
policial, el movimiento fue básicamente pacífico.
Según Goldstein, Marruecos se
beneficia de una visión positiva por parte de Occidente por haber sabido
reaccionar a las reivindicaciones populares, pero está por ver si estas
reformas se sostendrán a largo plazo y responderán a las aspiraciones del
pueblo.
La nueva Constitución aprobada
en referéndum el 1 de julio de 2011 y unas elecciones anticipadas en las que
ganó por primera vez en la historia un partido islamista, permitió a Marruecos
mitigar la oleada de contestación que sacudió a todo el mundo árabe.
Respecto a los saharauis que
llevan detenidos sin juicio desde hace casi dos años, tras los enfrentamientos
que siguieron al desmantelamiento en 2010 del campamento de Gdeim Izik, en las
afueras de El Aaiún (capital del Sáhara Occidental), Goldstein consideró un
"abuso" que el proceso (previsto para el próximo 24 de octubre) no se
haya todavía celebrado.
Al menos 22 saharauis fueron
detenidos la mayoría en noviembre de 2010, en los días posteriores al
desmantelamiento del campamento de Gdaim Izik, en el conflicto más grave
registrado en el Sáhara Occidental en los últimos 20 años, que se saldó con la
muerte de 13 personas, 11 de ellas policías marroquíes.
"Considero abusivo que
está gente haya pasado dos años en prisión sin que el proceso comience (...) es
irracional", apuntó Goldstein, quien destacó que la ley marroquí obliga a
que la celebración de un juicio no supere los 12 meses.