La representante
de la Unión de Mujeres Saharauis celebra que la décima edición del FiSahara
homenajee la labor de la mujer para mantener vivo el espíritu de resistencia de
todo un pueblo. Critica además la hipocresía del Gobierno español ante el
Sáhara
Periodista,
profesora y, sobre todo, activista. Jadiyetu Mojtar lleva toda su vida luchando
por los derechos del pueblo saharaui. No ha tenido más remedio. Primero fue la
colonización de España y, posteriormente, la ocupación de Marruecos.
Con motivo
del X aniversario del Festival de Cine Internacional del Sáhara (FiSahara), la
representante de la Unión de Mujeres Saharauis (UNMS) en España y miembro de la
Delegación Saharaui para España, reivindica la labor de la mujer saharaui en
los campamentos de refugiados, donde ha enseñado castellano en sus diferentes
escuelas.
Ella fue la
voz del Sáhara libre en las radios que emitían desde las zonas liberadas de las
dos administraciones, tanto la española como la marroquí. La lucha por la
autodeterminación del pueblo saharaui, defiende, no debe ser impedimento para
reivindicar todo tipo de derechos. "Las mujeres árabes no se van a echar
atrás ni un palmo", advierte.
¿Qué
importancia tiene la celebración del FiSahara para la población saharaui?
En primer
lugar, el FiSahara es importante porque es un instrumento cultural que ayuda a
la difusión de la causa saharaui, aunque sea por unos días. Esa difusión llega
a mucha gente que, a su vez, ayuda a visibilizar el problema saharaui, tanto el
político y el humano humano, algo a lo que ha contribuido especialmente la
mujer saharaui. Estamos muy presentes en la escena internacional y gracias a
ello hemos aprovechado para entablar relaciones con otras organizaciones
feministas, profundizar en otros campos más de género y poner nuestro granito
de arena en esa lucha global que tenemos las mujeres.
El
festival, en el año que celebra su décimo aniversario, está dedicado a la mujer
saharaui
Los
campamentos son un ejemplo de dignidad donde el ser humano sobrevive como
persona, aunque pase hambre
La labor de
la mujer saharaui es fundamental. Es el pilar y el sustento de la resistencia
en los campamentos. Si no fuera por su fuerza y toda la infraestructura
organizativa que han montado de gestión y gobernanza, creo que no hubiera sido
posible tener los campamentos como están a día de hoy. Son todo un ejemplo de
organización. No son los típicos campamentos donde los refugiados viven
esperando una bolsa de comida. Son un ejemplo de dignidad donde el ser humano
sobrevive como persona, aunque pase hambre, manteniendo la dignidad por encima
de todo. Creo que las mujeres hemos jugado un papel importante para que nuestra
población no decaiga.
En la
presentación del FiSahara de este año usted comentaba que las mujeres no tienen
primaveras, sino que llevan 38 primaveras árabes
Y vamos a
tener muchas más. Pienso que nuestra lucha no es sólo el de resistir en los
campamentos y pelear por el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.
Tenemos unos objetivos, y son los de seguir luchando por nuestros derechos como
personas, primero, y luego como mujeres. La participación desde un principio en
la lucha por la liberación nos ha permitido posicionarnos e ir escalando y
ocupando el puesto que nos corresponde. Hemos estado un siglo bajo ocupación
colonial española y eso ha mermado mucho la presencia de derechos de las
mujeres. La situación es muy triste. Hemos sufrido una invasión y un éxodo
masivo de unos campamentos, pero por lo menos hemos aprovechado para hacernos más
fuertes. Nuestra lucha no se basa solamente en volver a nuestro país, sino
también en seguir trabajando en la construcción de nuestra sociedad. Tenemos
asumido ese papel. Yo creo que en estos 38 años el mayor trabajo que han hecho
las mujeres es formar precisamente esta conciencia.
El papel
de la mujer en las revueltas populares en el mundo árabe ha sido, en la mayoría
de los casos, esencial. Sin embargo, las esperanzas de avance para la mujer se
han visto frustradas ante otro tipo de reivindicaciones. ¿Temen algo parecido
con la causa saharaui?
Nosotras,
como Unión Nacional de Mujeres Saharauis, estamos sensibilizando y mentalizando
a las mujeres de que eso no puede pasar, de que no debemos dejar que eso pase
nunca. La experiencia de otras revoluciones donde las mujeres que han
participado han tenido que sufrir que al conseguir la independencia se han
mermado sus derechos nos sirve de ejemplo a no seguir.
Tenemos que
concienciar, tenemos que formar, tenemos que educar y tenemos que poner en
aviso a las mujeres. Es nuestra forma de hacer política. A nivel colectivo eso
no puede pasar, porque tenemos que luchar en ese sentido, no podemos permitir
que se mermen nuestros derechos como ciudadanas. A nivel individual, cada una
tendrá la conciencia que quiera y luchará en la forma que quiera, pero a nivel
colectivo, como mujeres, como miembros de una sociedad, como parte y mitad de
una sociedad, no lo vamos a permitir. Las mujeres árabes no se van a echar
atrás ni un palmo.
¿Es
posible una sociedad igualitaria en el mundo árabe?
Hemos
educado a las mujeres para que sigan luchando y les hemos demostrado que si no
se lucha no se consigue nada. Y esto se ha visto ahora en los países europeos,
donde con la excusa de la crisis, los gobernantes han aprovechado para recortar
derechos y garantías no solamente para las mujeres, sino también para toda la
sociedad. Creo que eso es un punto de inflexión donde las mujeres en cualquier
parte del mundo debemos entender que nadie nos regala nada, que los Gobiernos
no nos regalan nada, que tenemos que seguir luchando para legitimar día a día
los derechos a través de leyes y a través de propuestas para que nos tengan en
cuenta.
Ante la
situación actual, ¿qué es lo que pueden exigir al Gobierno del Frente
Polisario?
Como te
comentaba, la crisis económica occidental nos ha ayudado a percatarnos de que
nada es seguro. Los que, en el mundo más moderno, más desarrollado, pensaban
que ayer tenían ciertas garantías, se han dado cuenta de que eso no es así
porque de un plumazo, en una mera sesión de Gobierno, de apenas una semana a
otra, te pueden recortar tus derechos a través de un decreto ministerial,
presidencial o como lo quieras llamar. Nosotros todavía estamos luchando por un
derecho fundamental inalienable, el derecho de autodeterminación.
El resto de
los derechos, queremos tenerlos, estamos luchando por tenerlos, pero no podemos
exigir a nuestro Gobierno ciertas cosas porque no estamos en nuestro país.
Somos un país dividido, tenemos una mitad bajo administración marroquí y la
otra mitad en el exilio. Los que estamos en el exilio estamos imponiendo unos
derechos, pero, ciertamente, nuestra situación nos limita. Vivimos de la ayuda
internacional. Con lo cual puede que nuestro Gobierno ahora mismo nos diga que
tiene una excusa, que es un Gobierno en el exilio, que depende de la
solidaridad, y no nos puede ofrecer más allá de lo que tenemos ahora mismo.
Pero eso no quita en el futuro debemos seguir exigiendo más cosas.
¿Qué
opinión le merece el último de discurso de Mariano Rajoy -"España apoya
una solución política justa que prevea la libre determinación del pueblo del
Sáhara Occidental"- en Naciones Unidas?
A mí las
palabras de Rajoy me suenan a chino. No vale decir algo en la tribuna de la
Asamblea General de la ONU cuando es incapaz de hacerlo aquí en el Estado
español. ¿Qué pasa, que cree que estando en un sitio tan lejano el pueblo
español no le puede oír? A lo mejor cree que como solamente le oyen los
dignatarios internacionales lo puede decir con la boca bien grande, pero aquí,
ante la sociedad civil española y cerca de Marruecos no lo puede hacer o lo
dice con la boquita pequeña. Tiene que tener un discurso más real, más acorde
con sus principios y no engañar a la comunidad internacional. Por un lado
defiende ciertas cosas ante las Naciones Unidas y, por otro, aquí tiene otro
discurso totalmente diferente. Quizás tiene miedo a las preguntas de los medios
de comunicación o porque tiene en la calle Serrano la embajada marroquí.