Isabel Lourenço, activista de derechos
humanos. 14 de octubre 2014 Lisboa, Portugal
Podríamos pensar que cuando se presenta la
oportunidad de prevenir los conflictos armados, cuando hay una posibilidad real
de dar a la paz una oportunidad, cuando hay una posibilidad de evitar masacres,
destrucción de la propiedad y el medio ambiente, cuando existe la posibilidad
de un pueblo para construir su futuro, alguien estaría disponible para dar una
oportunidad a estas posibilidades. Sin embargo parece que en Europa ningún
gobierno está interesado en la paz para el Sáhara Occidental. Y lo mismo sucede
para la mayor parte de la oposición a estos mismos gobiernos, salvo excepciones
pequeñas y honorables.
Y puede venir el comentario: ah, pero el
beneficio, petróleo, fosfatos, minerales y banco de pesca y la localización
geoestratégica. Pera ninguno de estos recursos deseables va a cambiar el sitio,
ni el propio país va a cambiar su posición en el mapa, y los que hacen los
acuerdos con el ladrón (en este caso el Reino de Marruecos) también son libres
de hacer acuerdos con los legítimos dueños: el pueblo saharaui.
Y van a contestar: “sí, ¿pero Ceuta y
Melilla y Gibraltar?”. Estos seguirán existiendo y el Reino de Mohamed VI
continuará haciendo acuerdos porque, de hecho, nada de valor tiene salvo
ofrecer solamente abrigo a terroristas, cárceles y locales para las operaciones
militares clandestinas, y un paraíso turístico para los pedófilos.
¿Cuál es el valor real, entonces de
Marruecos y por qué tanto poder? ¿Cómo tiene tanta influencia sobre los países
que no se benefician de la ocupación del Sáhara Occidental y podrían
beneficiarse más con las negociaciones con un gobierno legítimo?
El único “valor” del Reino de Marruecos es
su posicionamiento político, subordinado a los intereses militares de los
Estados Unidos, la OTAN y Francia, una “base” de apoyo en el norte de África
para “estabilizar” la región. Es el único país “controlable” de la zona.
El comando Africom (comando militar
estadounidense para África) tiene su sede en Alemania en Plieninger Strasse
289, 70567 Stuttgart-Moehringen, porque ningún país africano cedió el
territorio a su instalación. Marruecos es el paria de África, no es miembro de
la Unión Africana y el apoyo que recibe en forma de armas y dinero proviene de
países árabes como es el caso de Arabia Saudita y de Israel y otros regímenes
amigos de los EE.UU. Estamos frente a un aliado de regímenes dictatoriales,
antidemocráticos y expansionistas, que quieren el control absoluto de los
recursos.
¿Y la Unión Europea? ¿Y los derechos
humanos? La Unión Europea se excusa con los intereses económicos, pero en
realidad es una cuestión falsa como he mencionado antes, la única ventaja real
de la economía y “transferible” es la venta de armas, pero seguramente el Reino
de Marruecos, incluso sin la ocupación ilegal del Sahara Occidental, todavía
necesitará de muchísimas armas.
Por lo tanto, es la obligación (o la
oportunidad) del ciudadano común de presionar a su gobierno para poner fin a
una ocupación de terror e impedir un genocidio, una masacre.
Depende de cada uno de nosotros, individualmente
somos responsables con nuestra acción, da igual que sea pequeña, por la paz,
evitando así el llanto ante las imágenes de horror de una guerra que es posible
impedir.
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