Fuente. http://alifpost.com/ prensa marroquí; 17 de octubre de 2014
El Consejo de
Seguridad de la ONU ha conocido nuevos acontecimientos con la elección de los nuevos miembros que
comenzarán sus funciones a partir de enero del próximo año. Los ajustes son
importantes para Marruecos, debido a que el Consejo de Seguridad trata dos
veces al año el tema del Sahara. Entre los nuevos miembros que apoyan al
Polisario están Venezuela y Angola, mientras que España adoptará una posición
moderada manteniendo sus relaciones actuales con Marruecos.
Las Naciones
Unidas vivieron el jueves de esta semana las votaciones para la renovación de
la mitad de los miembros del Consejo de Seguridad no permanentes. Las votaciones
se han realizado para elegir representantes de grandes alianzas regionales y
continentales. En este marco Asia ha
sido representada por Malasia, un país que no es crítico con Marruecos en el conflicto del Sahara y que tal
vez puede entender sus posiciones.
Y con respecto
a América Latina el Estado de Venezuela ganó el papel de Argentina. Este último
entendía la postura de Marruecos en el
conflicto del Sahara, y la presidenta Cristina Fernández tiene buenas
relaciones con el Rey Mohammed VI. Venezuela es considerada un firme partidario
del Frente Polisario, que llevó a Marruecos a retirar a su embajador de Caracas
en protesta hace años sobre este apoyo. Venezuela reconoce la República del
Polisario desde 1992.
En el
continente africano Angola fue elegida miembro, y es considerada uno de los más
destacados apoyos del Frente Polisario. Le permitió abrir una embajada el año
pasado. Angola también es un estado que adopta fuertes posiciones contra
Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental, hecho que fue demostrado en la
69 sesión de trabajos de la Asamblea General, así como en los debates de la IV
Comisión de la Descolonización.
España fue
votada en representación de los países europeos. Marruecos se muestra ante esta
elección relativamente optimista, siempre y cuando Madrid no hable de la
cuestión de las ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla. Madrid se niega a tomar
cualquier decisión que afecte a la estabilidad de Marruecos, lo que podría
reflejarse en algo negativo para él. España es la antigua potencia colonial en
el Sáhara Occidental, y las Naciones Unidas la consulta en la búsqueda de una solución
a este conflicto. España ha ocupado los escaños en los años 2003-2004, y luego
convenció a la administración estadounidense en no imponer el plan de James
Baker, que había previsto una autonomía por un período de cuatro años para los
saharauis y posteriormente pasar a la implementación del referéndum de
autodeterminación. Operación que estuvo bajo la batuta del Enviado Personal del
Secretario General de las Naciones Unidas, siendo James Baker un exsecretario
de Estado estadounidense. Se espera que España adopte una posición moderada en
el conflicto del Sáhara Occidental y no abandone la clásica posición en apoyar
la autodeterminación, pero sin imponer ninguna solución a Marruecos.
Y de los otros países
que integran al Consejo, Nueva Zelanda, un país que va a seguir los pasos de
Australia con el apoyo de la libre determinación y adoptar la posición de Gran
Bretaña, si los anglosajones se inclinar por votar la autodeterminación.
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