La noticia de que Juanjo tenía que pasar por una intervención quirúrgica
complicada me dejó preocupado, con cierta ansiedad. Sentí, noté, de que manera Juanjo
me llenaba el corazón, como me influye anímicamente, lo importante que es para
mí. Estos sentimientos, supongo que son la definición de amistad.
A Juanjo lo conocí a través de las redes sociales. La conexión fue rápida.
Su dinamismo, sus razonamientos, su energía es contagiosa. Ambos compartimos
una misma infección o enfermedad: el activismo prosaharaui. Sufrimos una
admiración casi incondicional para el pueblo saharaui: su lucha, su activismo,
su fuerza, su cultura y manera de entender la vida, ...
Juanjo es una persona tan humilde como admirable e imparable. Es
inconformista nato y se rebela contra toda injusticia: junto a los afectados de
las hipotecas, de los estudiantes universitarios, de la gente en paro, contra
los recortes sociales, por los servicios públicos, por Palestina, contra las
guerras, contra el fascismo, contra la violencia de género, .... y a favor del
pueblo saharaui, siempre a favor del pueblo saharaui. Si hay un acto
programado, no le importa hacer 1.000 km, con su compañera inseparable Txufi,
con el coche cargado de carteles, pancartas, banderas, megáfono...
Este verano he tenido la suerte de compartir algunos días con Juanjo, en su
Cantabria querida. Fueron unos momentos memorables donde la amistad fluía por
todas partes. Fue el encuentro de dos buenos amigos, que ahora ya nos podríamos
llamar hermanos.
Estos días le han operado del corazón y pienso que era una intervención
inevitable. ¿Cómo con un cuerpo como el de Juanjo podía caber un corazón tan
grande? No sé qué habrán hecho los cardiólogos. Supongo que hicieron espacio
para que el corazón del Juanjo continúe creciendo, al igual que crece la
amistad de los que tenemos la suerte de conocerlo personalmente o a través de
las redes sociales.
Juanjo, ¡las amistades y el movimiento solidario con el pueblo saharaui te
esperamos! Echamos de menos tu energía, que nos impulsa, que no nos deja
descansar. El pueblo saharaui te necesita, no dejas que descanse y mantienes
vivo el fuego de la lucha. Además eres una "mosca cojonera" que
molesta el Majzem y la corona alauí. Vuelve con el corazón recuperado y empuja
con fuerza contra la injusticia y a favor de un mundo más justo y solidario, ¡con
un Sahara Occidental libre!
¡Un abrazo compañero! Te espero para tomar unas copas de vino, escuchando a
Lluís Llach que tanto te gusta, o a Mariam Hassan.
Miquel Cartró
ACAPS Wilaia Alt Penedès
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