sábado, 6 de junio de 2015

Mayo saharaui: Gobierno, PP y PSOE ajenos al drama de Takbar Haddi. ¿Tendrán que mediar EEUU y Francia como en el caso de Aminetu Haidar?


El Gobierno de Mariano Rajoy, el Partido Popular y el Partido Socialista permanecen ajenos al drama que vive Takbar Haddi, la madre saharaui en huelga de hambre ante el Consulado de Marruecos en las Palmas de Gran Canaria reclamando el cuerpo de su hijo, Mohamed Lamin Haidala, que murió en El Aaiún por las agresiones sufridas por colonos marroquíes y  falta de asistencia médica.
Esta mujer de 42 años, a la que las autoridades marroquíes ofrecieron  dinero por su silencio, dijo en la carta dirigida a su hijo: “Me llaman madre coraje por mi huelga de hambre reclamando justicia,  quisiera no serlo para que tú estés aquí, conmigo”, “si no hay justicia para qué vivir, no quiero vivir”.
Lleva más de veinte días en huelga de hambre y no ha habido reacción alguna del  Gobierno de España, ni del Presidente Marino Rajoy ni del Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, el mismo silencio que se produce cuando Marruecos expulsa a españoles del Sáhara Occidental ocupado.
Pero el silencio alcanza, también, al Partido Popular y al Partido Socialista, cada vez menos sensibles a las reclamaciones del pueblo saharaui. Podemos e Izquierda Unida llevaron a Takbar Haddi al Parlamento Europeo, donde también UPyD mantiene una permanente postura de defensa de la causa saharaui, principalmente realizada por el eurodiputado Fernando Maura, hasta hace poco integrado en esta formación. De Ciudadanos nada  o casi nada se conoce sobre su postura en relación al conflicto saharaui.
La huelga de Takbar Haddi, que ha tenido que ser hospitalizada en dos ocasiones por hipoglucemia, trae a la memoria la que mantuvo a finales de 2009 en la isla de Lanzarote la activista de Derechos Humanos Aminetu Haidar tras ser expulsada de su tierra, de El Aaiún, por poner saharaui en la ficha de entrada cuando volvía de un viaje a Estados Unidos.
Aminetu Haidar llegó al aeropuerto de Lanzarote por una decisión del Gobierno marroquí y con el consentimiento del español, entonces con José Luis Rodríguez Zapatero de Presidente y Miguel Ángel Moratinos de ministro de Asuntos Exteriores.
La huelga de Aminetu, decidida a llegar hasta el final si no regresaba a El Aaiún como ahora lo está Takbar Haddi si no recupera el cuerpo de su hijo, duró 32 días y motivó un amplio movimiento de solidaridad nacional e internacional.
Pero no fue el Gobierno de España, que llegó a reconocer su falta de capacidad para resolver el problema, el que consiguió que Marruecos cediese: el regreso de la activista de DDHH a su casa se debió a la definitiva  intervención de Estados Unidos y Francia.  ¿Tendrán que mediar, otra vez, los gobiernos norteamericano y francés ante la ineficacia o falta de querer hacer del Gobierno de Mariano Rajoy?
De momento y “ante la pasividad cruel e inhumana del Gobierno de Marruecos, frente al silencio cómplice del Gobierno del Estado español” la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-SÁHARA) ha solicitado amparo y la intervención urgente de Pablo de Greiff, Relator Especial del sistema de Naciones Unidas, en relación a la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición.
Mientras, la policía marroquí tiene bajo vigilancia desde hace tres meses el domicilio familiar de Takbar en El Aaiún. El 3 de junio obligó a entrar en la casa a su madre, que se encontraba en la puerta en huelga de hambre en solidaridad con su hija.

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