Fuente: Kaos en la red
Amnistía Internacional pidió hoy al
Gobierno de Marruecos que libere o garantice un nuevo juicio a los trece
saharauis que están en huelga de hambre desde el 1 de marzo en la prisión de
Salé (ciudad vecina de Rabat) en protesta por lo que consideran una condena
injusta.
La huelga de hambre la protagonizan trece
de los condenados en 2013 a penas de entre 25 años de cárcel y cadena perpetua
por los sucesos de Gdaim Izik, el campamento que en 2011 se erigió a las
afueras de El Aaiún y cuyo desmantelamiento terminó en tragedia, con la muerte
violenta de once agentes marroquíes y dos civiles saharauis.
Amnistía recuerda que su juicio en un
tribunal militar fue “groseramente injusto”, y lamenta que la reforma marroquí
de la justicia militar en 2015, que puso fin al procesamiento de civiles, no
haya tenido efectos retroactivos sobre los ya condenados.
Más allá del fondo de los hechos, Amnistía
recalca que los presos saharauis se encuentran a 1.100 kilómetros de sus
hogares y que sus condiciones físicas se han deteriorado con pérdida de peso,
fatiga extrema, dolores de cabeza y estómago y desvanecimientos.
Por ello, pide a sus socios y simpatizantes
que escriban cartas al ministerio marroquí de Justicia y a la administración
penitenciaria para pedirles que garantice a los huelguistas atención médica
urgente, que investigue las denuncias de torturas y malos tratos y que, en
último término, organicen un nuevo juicio.
El juicio de Gdaim Izik, que contó con
numerosos observadores y periodistas, fue muy criticado tras su veredicto, pues
la mayor parte de abogados presentes (incluso los contrarios al independentismo
saharaui) consideraron que los saharauis fueron condenados sin pruebas que los
vinculasen con los asesinatos.
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