sábado, 15 de julio de 2017

La otra cara de Gdeim Izik, por APRASE

Fuente: APRASE – ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE ABOGADOS SAHARAUIS EN ESPAÑA, a través de Porunsaharalibre, 14 de julio de 2017
En la población de Salé (Rabat) veintitrés familias saharauis de las Zonas Ocupadas del Sáhara Occidental, llevan más de seis años entre idas y venidas para poder estar cerca del grupo de Presos Políticos Saharauis (Gdeim Izik).
Este grupo fue detenido y desaparecido durante un mes y medio, tras el brutal desmantelamiento por parte del ejército marroquí del Campamento de la Dignidad Saharaui, que a finales de 2010 se erigió en las afueras de El Aaiún ocupado.
Fueron trasladados a Salé y procesados por un Tribunal Militar en febrero de 2013, resultando condenados a penas de 20, 25, 30 años y 9 de ellos a cadena perpetua.
Después de tres años de presión internacional, en la que, incluso el Secretario General de  Naciones Unidas pidió que se anulará ese juicio Militar. En 2016 el Tribunal Supremo marroquí acordó que el Tribunal Militar no era competente para enjuiciarles por ser civiles y revocó la Sentencia por no existir pruebas suficientes que vinculen a los presos con los hechos que se les imputan.
Sin embargo, lejos de quedar en libertad como ocurriría con cualquier persona en cualquier otro lugar del mundo, a este Grupo se le mantuvo en la prisión de Salé y se acordó el reinicio de un proceso penal ante la Corte de Apelación de Salé (a más de 1500km de El Aaiún).
A la dificultad económica que les supone a las familias el tener dos casas abiertas, se añade el coste del viaje, la manutención y un largo etc. de complicaciones que con el paso de los años han ido superándose gracias a la solidaridad de amigos y allegados.
Sin embargo, estas dificultades económicas resultan ridículas si las comparamos con las dificultades, a la hora de encontrar pisos y marroquíes dispuestos a arrendarlos. Las familias se quejan amargamente de la sistemática negativa proveniente de arrendadores, que temen sufrir la represión por parte del Majzen, que les amenaza con graves consecuencias si alquilan sus casas a los saharauis o como ellos les llaman “los enemigos de la patria”.
Estas veintitrés familias, viven repartidas en 4 pisos, en los que llegan a concentrarse alrededor de una veintena de personas por piso, cuando se aproxima la fecha de las vistas, (seis desde diciembre de 2016).
Desde APRASE reiteramos nuestra solidaridad y apoyo a estas familias y a todos los Presos Políticos Saharauis dispersos por Marruecos.
Denunciamos la política del reino de Marruecos fomentando la xenofobia y el racismo hacia los saharauis, llegando incluso, a coaccionar a sus propios ciudadanos para aislar a los saharauis.
Exigimos la inmediata liberación de todos los presos políticos saharauis y la expresa prohibición de encarcelamientos y enjuiciamientos de saharauis fuera del Sáhara Occidental.
Invitamos a juristas y activistas de DDHH para que acudan al territorio ocupado y denuncien la realidad de apartheid en que vive la población saharaui bajo ocupación marroquí.

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