Fuente: El Faro de Vigo, por Fito Álvarez Tombo (Ponteareas), 14.07.2017
Conocidos como el Grupo de GdeimIzik, 24
activistas saharauis fueron detenidos después del campamento de protesta
pacífica de Gdeim Izik en noviembre de 2010.
En febrero de 2013, este grupo fue juzgado
en un tribunal militar. Las sentencias van de 20 años a cadena perpetua.
Después de tres años de protestas, informes y acciones de solidaridad, en que
la comunidad internacional condenó este juicio ilegal, Marruecos decide hacer
un nuevo juicio, esta vez civil.
Los detenidos son acusados y juzgados de
nuevo por los mismos cargos, incluso dos de ellos son juzgados nuevamente tras
haber salido en libertad y con condena cumplida.
Es un proceso lleno de irregularidades, con
acusaciones basadas en testimonios obtenidos bajo tortura, y extraterritorial,
ya que son saharauis juzgados fuera de su país, obligando a las familias a
desplazarse hasta Rabat, a más de 2.000 km de distancia, lo que supone para
ellas un enorme esfuerzo tanto económico como físico. Un proceso que empezó el
pasado 26 de diciembre de 2016 y que tras varios aplazamientos continúa hoy en
día con su séptima sesión.
Esta dilatación del proceso responde a una
maniobra de desgaste de las autoridades marroquíes que buscan minar la voluntad
de los activistas detenidos y evitar la presencia de observadores
internacionales. Ahora más que nunca son necesarias las muestras de solidaridad
y apoyo con estos luchadores por los derechos humanos injustamente encarcelados
por las autoridades de ocupación marroquíes. Apelamos a las diferentes
organizaciones para que activen acciones con el fin de conseguir la libertad de
los presos políticos saharauis de Gdeim Izik.
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