Evitar que haya Observadores
Internacionales en los juicios es no querer que haya testigos de cómo se
enjuician a quienes defienden los derechos del Pueblo Saharaui
*Fuente: El Salto. 01/09/2018. Por PABLO
JIMÉNEZ FRANCO y ANA SEBASTIÁN, ABOGADAS Y MIEMBROS DE /LA ASOCIACIÓN LIBRE DE
ABOGADOS DE ZARAGOZA Y, EN EL CASO DE ANA, DEL OBSERVATORIO EN ARAGÓN PARA EL
SAHARA OCCIDENTAL
Durante el mes de agosto han trascendido en
algunos medios de prensa informaciones sobre Marruecos, siendo noticia por ser
un país “poco democrático” que vulnera los Derechos Humanos, y de la
complicidad que el Estado Español está teniendo ante ello.
Entre tanta noticia al respecto se ha
echado de menos que no haya habido apenas menciones a la situación del Sáhara
Occidental.
Más de 40 años lleva el pueblo saharaui
sufriendo graves y reiteradas vulneraciones de los derechos humanos desde que
Marruecos ocupase militarmente el territorio en 1975, en forma entre otras de
desapariciones forzosas, asesinatos (con especial incidencia entre los años
1975 y 1992), y torturas, lo que ha llevado al procesamiento por genocidio en
la Audiencia Nacional española de doce miembros de las fuerzas armadas y
policiales de ese país (Sumario 1/2015, Juzgado Central de Instrucción núm. 5).
La ausencia de cooperación de las autoridades marroquíes con el juzgado español
a la hora de perseguir tales crímenes -los más abominables que se hayan podido
cometer y tipificar- negándose a dar cumplimiento a los requerimientos
judiciales de referencia, y la falta de exigencia a este respecto por parte del
gobierno español pueden dar una medida de la voluntad política actual en la
defensa de los derechos humanos.
Por parte del Relator Especial contra la
tortura y del Comité contra la Tortura (ambos en el ámbito de la ONU) se ha
venido denunciando en los últimos tiempos como uno de los problemas más graves
y recurrentes en este terreno la vulneración del derecho a no ser sometido a
torturas, -o tratos y penas crueles, inhumanas o degradantes-; en el mismo
sentido se han pronunciado diversas organizaciones (Human Rights Watch en su
informe “Just sign here”/”Tan solo firme aquí”, Juicios injustos basados en
confesiones a la policía en Marruecos, Amnistía Internacional), o incluso el
propio Consejo Nacional de Derechos Humanos marroquí, en cuyo informe “La
crisis de las cárceles: una responsabilidad compartida” (diciembre 2012) se
denuncian, entre otras, prácticas del personal penitenciario consistentes en:
"Los porrazos utilizando palos o trozos de mangueras, la suspensión en las
puertas de las celdas mediante el uso de esposas, golpes en las plantías de los
pies inmovilizados (Falaqa), pinchazos con agujas, bofetadas, quemaduras, las
patadas, el desnudo forzado de los reclusos ante la mirada del resto de los
prisioneros, además de los insultos y de agresiones verbales contra la dignidad
humana de los presos”.
Asumiendo el deber que tenemos como
juristas de luchar por el respeto y el cumplimiento de los derechos humanos,
muy especialmente dentro del ámbito del derecho penal como máxima expresión del
poder punitivo institucional, decidimos unirnos las diferentes compañeras que llevan
desempeñando la labor de observación jurídica internacional desde hace años y
comenzar a viajar a Marruecos y al Sáhara Occidental para acudir a diferentes
juicios que se celebran contra personas saharauis activistas en la defensa de
los derechos de su pueblo, acusadas de haber cometido algún delito tipificado
en el Código Penal Marroquí.
Es el caso de El Fak Jalihenna, detenido el
pasado 16 de agosto cuando volvía de participar en actividades organizadas en
la Universidad de Verano de Argel, a quien hoy viernes 31 de agosto se ha
juzgado en el Tribunal de Primera Instancia de El Aaiún.
Lamentablemente, las Fuerzas de Seguridad
marroquíes han impedido nuestra asistencia a este juicio al que acudíamos como
observadoras internacionales, interceptándonos en el vuelo que nos conducía a
la mencionada ciudad ocupada, conduciéndonos hasta Casablanca y procediendo
finalmente a expulsarnos del territorio marroquí. Por parte de diversos
colectivos saharauis de defensa de los derechos humanos se nos ha comunicado
durante la mañana de hoy que las FSE les han impedido asimismo la entrada a la
vista, llegando a manifestar algunas de ellas haber sido agredidas por los
agentes.
Denunciamos una vez más que Marruecos no
tiene soberanía ni competencia sobre el territorio del Sáhara Occidental
(siendo una mera potencia ocupante del mismo conforme al Derecho
internacional), que el gobierno español está actuando de espaldas a la
legalidad al no asumir las atribuciones que tiene encomendadas por ser a día de
hoy la potencia administradora de derecho del territorio (Auto 15/04/2014,
Juzgado Central de Instrucción núm. 5 de la Audiencia Nacional, entre otros), y
que la expulsión por parte de las autoridades marroquíes de las misiones de
observación jurídica internacional constituye una actuación ilegítima asimismo
por suponer una vulneración flagrante del derecho fundamental a un juicio justo
(en su vertiente del derecho a una audiencia pública, Comité de DDHH de la ONU,
observación general núm. 32 al PIDCP), evidenciando la voluntad de tales
autoridades de no permitir testigos del modo en que se enjuicia a los
activistas saharauis.
“Evitar que haya Observadores
Internacionales en los juicios es no querer que haya testigos de cómo se enjuician a quienes defienden los
derechos del Pueblo Saharaui”.
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