“La juventud está luchando mucho, han
empezado a saber que hay un camino nuevo para lanzar la causa y justificar su
derecho”, afirmaba esta semana en un programa de radio la joven Menha Bouad,
refugiada saharaui y formadora en materia de derechos humanos. Varios jóvenes
saharauis de territorio ocupado y campamentos de refugiados forman parte de una
gira que les ha traído a España para presentar el informe realizado por la ONGD
vasca Mundubat “El espejismo de los derechos humanos: La juventud saharaui y la
ocupación del Sahara Occidental”.
El informe se presentó ayer miércoles 10 de
julio en Madrid en la sede del Consejo de la Juventud de España. Entre el grupo
de jóvenes saharauis que ha venido a presentar el informe se encuentra la
periodista saharaui de Equipe Media Nazha El Khalidi, quien ha recibido
diferentes agresiones físicas directas mientras realizaba su trabajo
informativo en los territorios ocupados. Gracias a las diferentes campañas de
denuncia llevadas a cabo se ha podido conocer su caso. La labor informativa
desde territorios ocupados ha tenido también como consecuencia el reciente
informe de Reporteros Sin Fronteras “Sahara Occidental: un desierto para el
periodismo” presentado el pasado mes de junio.
En primer lugar tomó la palabra la
Representante Saharaui en España, Jira Bulahi, que explicó que estas jornadas
pretenden visibilizar la vulneración de sus derechos a través de los
testimonios de una generación de jóvenes, de los que destacó la forma en la que
cada uno de ellos ha contado su historia y su generosidad para buscar soluciones.
Por su parte Abdeslam Omar Lahsen,
presidente de AFAPREDESA, explicó que se realizaron dos procesos de formación
en materia derechos humanos entre 2018 y 2019 en los campamentos de refugiados
con, en total, 128 jóvenes. Posteriormente se han encontrado con compañeros de
territorios ocupados. De entre los jóvenes que han recibido la formación se
seleccionaron a varios de ellos que han podido asistir a Ginebra. Destacó que
la juventud se está apropiando de su lucha a partir de la defensa de sus derechos.
En los territorios ocupados están atrapados por las consecuencias directas de la
ocupación, en los campamentos viven una situación muy precaria debido a dicha ocupación.
A continuación, Fernando Lorenzo,
coordinador de Mundubat en los campamentos, explicó que este informe se basa en
una investigación realizada entre junio y diciembre de 2018 en cuatro espacios,
territorios ocupados, campamentos de refugiados, territorios liberados y
diáspora en el estado español. Se han realizado 170 entrevistas sobre
vulneraciones de derechos humanos de los jóvenes saharauis a raíz de la
ocupación. En el informe se han detectado hasta diecinueve tipos de
vulneraciones de derechos humanos, entre otros de la libertad de expresión e
información, de derechos económicos, sociales, culturales y educativos.
El coordinador de Mundubat recordó que los
efectos de la ocupación se extienden a todos los saharauis, también en los
campamentos, debido a la dependencia de las ayudas internacionales y la falta
de oportunidades; en territorios liberados se enfrentan al riesgo de ser un
terreno minado, a las dificultades para el acceso a la ayuda humanitaria y a la
sensación de aislamiento; por su parte, los jóvenes de la diáspora sufren una
sensación de doble exilio, discriminación, problemas con el acceso a papeles o
al asilo.
La periodista Nazha El Khalidi, condenada
el pasado lunes 8 de julio por un tribunal marroquí a pagar una multa de 400€,
finalmente sin entrar en la cárcel, por ejercer el periodismo sin tener
titulación. Nazha destacó que para romper el bloqueo informativo que sufre la
población saharaui en territorio ocupado se creó hace diez años Equipe Media.
“Sus miembros somos objeto de torturas y detenciones. No es fácil ejercer el
periodismo en territorio ocupado”, denunció la activista, que recordó que hay varios
periodistas saharauis detenidos y cumpliendo diferentes penas de cárcel. Por
otra parte, añadió que se les despide de sus empleos, se ejerce vigilancia
sobre ellos y sufren amenazas de muerte y confiscación de su material de
trabajo.
“La primera vez que fui detenida tenía
trece años. Me detuvieron la infancia. La segunda fue en 2016 haciendo la
cobertura de una manifestación, me confiscaron las cámaras y sufrí torturas. La
última fue en diciembre de 2018 mientras grababa una manifestación mientras se
celebraban las negociaciones, confiscaron mi móvil y me llevaron a comisaría.
Salí de comisaría sin cargos en ese momento pero más tarde, en marzo, me
acusaron de ejercer la profesión de periodista sin tener titulación”, explicó
la activista de Equipe Media. Recordó que la pena puede conllevar cárcel, entre
tres meses y dos años, según la legislación marroquí. Es la primera vez que se
acusa a un activista saharaui de un delito como éste. Hasta ahora siempre se
les acusaba de delitos comunes. En palabras de Nazha, Equipe Media ha llegado
para romper el bloqueo informativo en territorios ocupados y se ha convertido
en una fuente fiable para muchos medios de comunicación de diferentes países, “por
eso tratan de aterrorizarnos y criminalizar nuestra labor”, añadió. “Me han
condenado a una multa de 400€ que no pienso pagar porque no voy a contribuir a
criminalizar mi trabajo”, concluyó la activista.
También intervinieron jóvenes de los
campamentos de refugiados como Ali Chej, Maria Blal o Menha Bouad. Los jóvenes
explicaron cómo la ocupación vulnera sus derechos, al trabajo, a la educación, “tenemos
que salir fuera para continuar nuestros estudios”, añadieron. Todos ellos
pidieron apoyo moral para seguir luchando por su objetivo.
Abdeslam Omar y Jira Bulahi finalizaron la
presentación con sendas intervenciones. “Es momento de que los saharauis se
apropien de su lucha”, afirmó Abdeslam, haciendo un llamamiento a romper el
muro de silencio que rodea a la causa saharaui. Un silencio que se ha
convertido en uno de sus principales enemigos.
Hay que destacar también la presencia de
Ahmed Ettanji, una de las cabezas visibles de Equipe Media y uno de los
artífices del gran trabajo que está realizando este grupo de periodistas de los
territorios saharauis ocupados. Además del trabajo informativo, convertido en
fuente de información respetada y valorada por prensa de todo el mundo, se está
realizando el envío de información a diferentes relatores de la ONU que está
dando sus primeros frutos, con nueve denuncias en marcha.
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