BACHIR AHMED AOMAR. CANARIAS SOCIAL
Aunque parezca increíble, todavía abundan los nostálgicos del colonialismo, una verdadera aberración de la humanidad que significó el sufrimiento de muchos pueblos del mundo. A los africanos todavía nos duelen las heridas que nos provocó y en algunos lugares esas heridas siguen sangrando.
Los que han estado sirviendo en colonias no pueden olvidar su pasado, que consideran glorioso, sobre todo si han sido militares. Lo más rechazable, por utilizar una palabra suave, es su paternalismo. Consideran que sin su labor, los pueblos todavía seguirían en la prehistoria. Piensan que al colonizar han cumplido una misión sagrada. Se ven como los verdaderos descendientes de aquellos espeluznantes personajes que con la espada y la cruz cruzaron el Atlántico para enseñar a los indígenas americanos la verdadera senda de salvación. Es un tema que daría para mucho. Se podrían escribir verdaderas obras de arte centradas en el colonialismo y su repercusión en la historia de los pueblos del mundo. Cualquier persona, por insignificante que sea, considera que su etapa en la colonia ha sido lo más importante de su vida. Para ella el marcharse de la colonia significa una perdida irreparable donde el colonizado se convierte en el culpable de todos los males. "Son unos desagradecidos y les está bien empleado"; frase famosa acuñada por los sabios colonialistas españoles en el caso del Sahara Occidental.
Esta introducción, quizá un poco larga, viene a colación por una entrevista publicada en un diario de nuestra ciudad, donde un recalcitrante colonialista se jactaba de lo bien que había cumplido su papel en la ex provincia del Sahara Español. Aunque pienso que sus respuestas tienen algunas imprecisiones, no dejan de ser interesantes sobre todo porque es la primera vez que un cargo de la administración española en el territorio, reconoce abiertamente un asesinato cometido contra un ciudadano saharaui por parte de las autoridades coloniales. Las palabras exactas fueron: "Desvelaré como fue la muerte de Bassiri. Sé donde está su tumba".
Tenemos que aclarar que la muerte de Bassiri, primer líder independentista saharaui, siempre fue un secreto muy bien guardado por la administración española, y aunque los saharauis siempre pensaron que fue asesinado, nunca se reconoció la autoría por parte española, es por eso que hasta ahora se daba por desaparecido. Lo que si está claro es que fue detenido vivo el 17 de junio de 1970 durante los acontecimientos de Zemla en la ciudad de El Aaiun.
Las declaraciones de este antiguo alto funcionario español ponen sobre el tapete una realidad siempre ocultada y reabre una herida que es necesario curar para poner en su lugar el honor de una persona que fue vilmente asesinada por defender los derechos de su pueblo. El buen nombre del asesinado tiene que ser restituido como un baluarte esencial de la historia del pueblo saharaui, su memoria así lo pide. El único pecado cometido por Bassiri, y que le costó la vida, no fue otro que enfrentarse al poder español y demostrarle que el pueblo saharaui estaba dispuesto a luchar para terminar con la explotación y la injusticia en todo el territorio nacional; se había tomado la decisión de vivir en libertad.
La desaparición de Bassiri, fue el comienzo del final del colonialismo español en el Sahara Occidental. Constituyó el primer paso dado por el pueblo saharaui hacía su lucha por la liberación de su tierra. Solo la fuerza podía convencer a España de la inquebrantable voluntad de libertad del pueblo saharaui.
No se debe permitir que un crimen quede impune sin intentar recabar información para saber lo que realmente sucedió. El personaje reconoce que "sabe cómo murió y dónde está enterrado Bassiri". ¿Acaso participó en el asesinato? ¿Ordenó él mismo la tortura y muerte del asesinado? Si no es así, ¿de dónde vinieron las órdenes? ¿Quién las dio? Todas estas dudas deberían ser aclaradas para que se conozca una parte de la historia de la colonización española en el Sahara Occidental. Sólo así quedaría limpio el nombre de la primera persona que lanzó el grito de libertad en el Sahara Occidental. Su familia sabría la verdad y el pueblo saharaui lo pondría en el pedestal que se merece.
Poca credibilidad puede tener para los saharauis y los canarios una persona que comienza la entrevista con el reconocimiento de que el Sahara será para siempre marroquí, además hace algunos años creó una asociación con un ex presidente del gobierno canario y un ex preso saharaui, actualmente agente al servicio del régimen alauita. Muchas dudas nos crea, quien se atrevió a ir, acompañado por el ex presidente, a las Naciones Unidas, con todos los gastos pagados por Marruecos a defender las tesis de la potencia ocupante. Muchas cosas nos tiene que aclarar, si no quiere que pensemos que sus manos están manchadas de sangre.
No soy docto en jurisprudencia y por ello desconozco si estos crímenes prescriben. Con la información que tenemos, solo podemos decir que el reo ha confesado, el juicio queda visto para sentencia.
Aunque parezca increíble, todavía abundan los nostálgicos del colonialismo, una verdadera aberración de la humanidad que significó el sufrimiento de muchos pueblos del mundo. A los africanos todavía nos duelen las heridas que nos provocó y en algunos lugares esas heridas siguen sangrando.
Los que han estado sirviendo en colonias no pueden olvidar su pasado, que consideran glorioso, sobre todo si han sido militares. Lo más rechazable, por utilizar una palabra suave, es su paternalismo. Consideran que sin su labor, los pueblos todavía seguirían en la prehistoria. Piensan que al colonizar han cumplido una misión sagrada. Se ven como los verdaderos descendientes de aquellos espeluznantes personajes que con la espada y la cruz cruzaron el Atlántico para enseñar a los indígenas americanos la verdadera senda de salvación. Es un tema que daría para mucho. Se podrían escribir verdaderas obras de arte centradas en el colonialismo y su repercusión en la historia de los pueblos del mundo. Cualquier persona, por insignificante que sea, considera que su etapa en la colonia ha sido lo más importante de su vida. Para ella el marcharse de la colonia significa una perdida irreparable donde el colonizado se convierte en el culpable de todos los males. "Son unos desagradecidos y les está bien empleado"; frase famosa acuñada por los sabios colonialistas españoles en el caso del Sahara Occidental.
Esta introducción, quizá un poco larga, viene a colación por una entrevista publicada en un diario de nuestra ciudad, donde un recalcitrante colonialista se jactaba de lo bien que había cumplido su papel en la ex provincia del Sahara Español. Aunque pienso que sus respuestas tienen algunas imprecisiones, no dejan de ser interesantes sobre todo porque es la primera vez que un cargo de la administración española en el territorio, reconoce abiertamente un asesinato cometido contra un ciudadano saharaui por parte de las autoridades coloniales. Las palabras exactas fueron: "Desvelaré como fue la muerte de Bassiri. Sé donde está su tumba".
Tenemos que aclarar que la muerte de Bassiri, primer líder independentista saharaui, siempre fue un secreto muy bien guardado por la administración española, y aunque los saharauis siempre pensaron que fue asesinado, nunca se reconoció la autoría por parte española, es por eso que hasta ahora se daba por desaparecido. Lo que si está claro es que fue detenido vivo el 17 de junio de 1970 durante los acontecimientos de Zemla en la ciudad de El Aaiun.
Las declaraciones de este antiguo alto funcionario español ponen sobre el tapete una realidad siempre ocultada y reabre una herida que es necesario curar para poner en su lugar el honor de una persona que fue vilmente asesinada por defender los derechos de su pueblo. El buen nombre del asesinado tiene que ser restituido como un baluarte esencial de la historia del pueblo saharaui, su memoria así lo pide. El único pecado cometido por Bassiri, y que le costó la vida, no fue otro que enfrentarse al poder español y demostrarle que el pueblo saharaui estaba dispuesto a luchar para terminar con la explotación y la injusticia en todo el territorio nacional; se había tomado la decisión de vivir en libertad.
La desaparición de Bassiri, fue el comienzo del final del colonialismo español en el Sahara Occidental. Constituyó el primer paso dado por el pueblo saharaui hacía su lucha por la liberación de su tierra. Solo la fuerza podía convencer a España de la inquebrantable voluntad de libertad del pueblo saharaui.
No se debe permitir que un crimen quede impune sin intentar recabar información para saber lo que realmente sucedió. El personaje reconoce que "sabe cómo murió y dónde está enterrado Bassiri". ¿Acaso participó en el asesinato? ¿Ordenó él mismo la tortura y muerte del asesinado? Si no es así, ¿de dónde vinieron las órdenes? ¿Quién las dio? Todas estas dudas deberían ser aclaradas para que se conozca una parte de la historia de la colonización española en el Sahara Occidental. Sólo así quedaría limpio el nombre de la primera persona que lanzó el grito de libertad en el Sahara Occidental. Su familia sabría la verdad y el pueblo saharaui lo pondría en el pedestal que se merece.
Poca credibilidad puede tener para los saharauis y los canarios una persona que comienza la entrevista con el reconocimiento de que el Sahara será para siempre marroquí, además hace algunos años creó una asociación con un ex presidente del gobierno canario y un ex preso saharaui, actualmente agente al servicio del régimen alauita. Muchas dudas nos crea, quien se atrevió a ir, acompañado por el ex presidente, a las Naciones Unidas, con todos los gastos pagados por Marruecos a defender las tesis de la potencia ocupante. Muchas cosas nos tiene que aclarar, si no quiere que pensemos que sus manos están manchadas de sangre.
No soy docto en jurisprudencia y por ello desconozco si estos crímenes prescriben. Con la información que tenemos, solo podemos decir que el reo ha confesado, el juicio queda visto para sentencia.
*Ilustración: Libro "Tfarrah, el Sahara visto desde aquí", de Enrique Satué Oliván
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