“Francia es ahora responsable de las violaciones y las torturas”
GUINGUINBALI J. NARANJO Las Palmas de Gran Canaria 18/06/2010 El Mami Amar Salem, presidente del Comité contra la Tortura en el Sahara Occidental, nació en Dajla en 1978 cuando esta ciudad estaba aún bajo control mauritano. Desde joven, destacó por su lucha contra la posterior ocupación marroquí y por la defensa de los Derechos Humanos, lo que le ha supuesto sufrir en sus propias carnes torturas y vejaciones. GuinGuinBali lo entrevista durante una breve estancia en Las Palmas de Gran Canaria.
- ¿Cuál es la situación actual en los territorios ocupados?
- Seguimos igual. Los jóvenes se manifiestan y Marruecos reprime con violencia. La diferencia es que, desde hace unos meses, asistimos a un cambio de estrategia por parte de Marruecos, que ahora lanza a los colonos contra los saharauis para que sean aquellos, y no la Policía, quien haga el trabajo sucio. Frente a esto, nosotros insistimos en que nuestro problema es con el Estado marroquí y no con los ciudadanos marroquíes.
- ¿Cuál es la relación entre marroquíes y saharauis en los territorios ocupados?
- Muchos de ellos han venido al Sahara Occidental para buscar su pan, su sustento, no por razones políticas. Pero los colonos tienen miedo del régimen y cuando Rabat ordena que nos ataquen, ellos cumplen las directrices. No se pueden expresar, algunos han intentado rechazar estas órdenes y han sido expulsados al norte de Marruecos.
- En los últimos meses, Marruecos asegura que cientos de saharauis han huído de los campamentos de Tinduf, ¿esto es cierto o mera propaganda?
- Marruecos da cien euros mensuales y una casa a los saharauis que dejen Tinduf y vuelvan a los territorios ocupados. En primer lugar, hay mauritanos que consiguen un DNI de la RASD, entran en los territorios y aseguran venir de Tinduf para conseguir esos beneficios. En segundo lugar, están los que ya viven en los territorios ocupados, salen a Mauritania y luego regresan. Y, finalmente, hay algunos jóvenes que proceden de Tinduf y que, buscando mejorar sus condiciones, entran en los territorios ocupados, consiguen la casa y el dinero y, tras tres o cuatro meses, venden la casa y regresan a Tinduf. En realidad ese dinero que les da Marruecos está beneficiando al Polisario y todo esto demuestra que en los campamentos la gente tiene libertad de movimiento, que no es cierto, como dicen ellos, que estén secuestrados.
- ¿Existen fisuras o divisiones en el seno del Frente Polisario? Algunos sectores acusan a la dirigencia saharaui de cierto inmovilismo.
- Quienes ahora ocupan los altos cargos se lo han ganado por su trayectoria de lucha, tanto en la guerra como durante el alto el fuego. Otros países también tienen a los mismos dirigentes desde hace años y nadie los critica.
- Recientemente, Francia bloqueó en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la posibilidad de que la Minurso se ocupara del asunto de los Derechos Humanos en el Sahara. ¿Cómo lo han vivido los activistas, que sufren esta violencia en carne propia?
- Marruecos, sin Francia, es como un león sin dientes. Es como si Marruecos fuera todavía una colonia francesa, reciben órdenes directas del Eliseo. A partir de ahora, Francia es responsable de las violaciones de los Derechos Humanos y las torturas en los territorios ocupados. Marruecos es culpable, pero Francia es responsable. Nosotros vamos a seguir con nuestra lucha pese a todo porque todas las misiones de Naciones Unidas contemplan los Derechos Humanos, salvo la del Sahara.
- El tiempo sigue pasando y el conflicto del Sahara parece estancado, mientras los activistas de los territorios ocupados son los que reciben los golpes, ¿no llegará un momento en que se resienta el espíritu de lucha?
- Los activistas somos un ejemplo para el pueblo. Cuando nos torturan y luego seguimos en la lucha, estamos mandando un mensaje a la población de que no cejaremos en nuestro empeño. Además, parte de nuestras familias vive en unos campamentos donde no viven ni los lagartos. También por ellos tenemos que seguir combatiendo de manera pacífica hasta que se nos escuche y se nos tenga en cuenta.
El 16 de febrero de 2006, una manifestación en favor de la independencia del Sahara Occidental recorría la ciudad de Dakla. En ese momento, la Policía intercepta a El Mami y le propina una brutal paliza delante en plena calle hasta hacerle perder el conocimiento. “Se cebaron de manera especial con mis piernas y rodillas”. Trasladado por sus compañeros a un hospital público, allí se negaron a atenderle. Entonces fueron a una clínica privada y les dijeron que tenían órdenes de no dar asistencia médicas a los heridos de la manifestación.
El Mami tuvo que curar sus heridas “como en el siglo XVI, con hierbas y grasa de camello”. Sin embargo, apenas podía andar y las piernas no sanaban. Así que decidió ir a Mauritania para hacerse pruebas y radiografías. En el puesto fronterizo, la Policía le quitó todo el dinero y la documentación y los militares marroquíes volvieron a golpearle. “Me pegaban con las culatas de los fusiles en las heridas de las piernas y las rodillas”, asegura.
Luego, lo expulsaron a una zona de tierra de nadie en pleno desierto. “Los mauritanos no me dejaron entrar en su país porque no tenía documentación. Así que me quedé en aquella frontera durante seis días, vagando sin agua ni comida. Lo peor de todo es que era zona minada y no podía salirme de la pequeña carretera que la atraviesa. Dormía bajo la carrocería de un coche que había explotado por una mina, pasaba mucho frío de noche y calor por el día y los camioneros o gente que pasaban por allí me daban algo de comida”, recuerda.
Al final, gracias a un teléfono por satélite que le prestaron pudo llamar a sus compañeros de Dakla, que organizaron una manifestación para reclamar una solución. Esto le permitió entrar en Mauritania, donde recibió atención médica. Luego consiguió la nacionalidad mauritana y en 2007 entró en España, donde prosiguió con su labor de denuncia por las violaciones de Derechos Humanos. En 2009 obtiene la nacionalidad española y regresa a Dakhla, donde continúa con su labor bajo la constante vigilancia marroquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario