miércoles, 20 de octubre de 2010

Agdaym Izik



Hay sucesos históricos que al principio, en su presente cotidiano, parecían no ser más que detalles anecdóticos, pero inmediatamente, semanas, meses, o años después, se ha comprobado que han sido el detonante de una dinámica imparable que finalmente ha desembocado en grandes acontecimientos. Mencionaré algunos casos, aunque hay numerosos ejemplos: la “revuelta” del té que ocurrió en el año 1773 en Estados Unidos, la inmensa mayoría de los habitantes de las 13 colonias se rebelaron contra los abusivos impuestos, que les obligaba a pagar el imperio británico. Ese suceso desencadenó la revolución americana de 1776. Lo mismo ocurrió en Sarajevo en 1914, con el asesinato a balazos del heredero del trono austriaco. Ese crimen fue el pretexto para iniciar la Primera Guerra Mundial.

También existen muchos otros ejemplos que han logrado sus fines aparentemente sin utilizar la violencia. Sí, grandes logros, gracias a la No Violencia Activa o Resistencia No Violenta. La que consagró a Gandhi en su lucha contra el Imperio Británico. Estos son algunos ejemplos recogidos de algunos portales en la Red

  • Finlandia, 1905: Los Finlandeses consiguieron una relativa independencia de la Rusia Zarista, después de una huelga general y de acciones no-violentas y de no-colaboración.
  • India y Pakistán: En 1940 se inicia la fase final de la gran acción y campaña de Gandhi en la India. Con una clara, inteligente y organizada estrategia de lucha no-violenta, pone en jaque a uno de los grandes imperios de la época y consigue la liberación de la India y Pakistán.
  • El Salvador: En 1944 se dio un hecho poco conocido, el dictador Martínez fue obligado a dimitir y a huir al extranjero por medio de una acción organizada totalmente mediante la metodología de la No-Violencia Activa. Un hecho extraordinario que no se volvería a repetir en dicha nación.
  • EE. UU.: En 1955, el reverendo Martín Luther King inicia la campaña contra el segregacionismo racial por medio de la no violencia activa, llamando a boicots y otras acciones de no violencia activa, obteniendo resultados concretos en beneficio de la población afroamericana de ese país. Posteriormente se uniría al movimiento pacifista contra la guerra de Vietnam, hasta su asesinato.

Estos ejemplos nos advierten claramente, que de manera pasiva, actuando como meros espectadores, o mendigando una solución justa a los Organismos Internacionales, nuestro pueblo no va a lograr la autodeterminación y la independencia. Nuestra independencia no va a llegar si no nos juntamos todos los saharauis en aras de ese objetivo común. 

Este es nuestro momento, la iniciativa que han tomado nuestros compatriotas en los Territorios Ocupados de montar un campamento a las afueras de El Aaiún Ocupado ya no tiene vuelta atrás. Aunque muchos de ellos proclaman  que no es más que una reivindicación de sus derechos sociales, como el acceso al trabajo y a una vivienda digna. Todos sabemos que el trasfondo de la protesta es un grito contra la ocupación. Un grito en forma de desafío: “aquí estamos, con nuestras jaimas, dispuestos a todo”. Y dispuestos a todo debemos estar todos los saharauis.  A ayudarles en todos los sentidos. Y a luchar por nuestra causa donde quiera que estemos.

De la dinámica de las manifestaciones, se está pasando a un nuevo nivel de acción mucho más simbólico, mucho más contundente.  Más de 10 mil saharauis unidos por una causa común desafiando el ejército marroquí y sus aparatos de vigilancia, escucha y tortura. Ese es el espíritu de la resistencia no violenta. No violenta, pero activa que nos llevará (seguro que con muchas dificultades), a lograr nuestra ansiada libertad: la independencia del Sahara Occidental.

Limam Boisha, periodista y escritor saharaui

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