Los saharauis detenidos el 8 de octubre de 2009 serán juzgados el próximo viernes; su caso fue la antesala de la crisis entre Madrid y Rabat por Aminatu Haidar
ABC LUIS DE VEGA / RABAT Día 08/10/2010
Hoy se cumple un año de la detención en el aeropuerto de Casablanca de siete activistas saharauis que regresaban de los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia). Brahim Dahane, Ali Salem Tamek y Ahmed Naciri continúan en la prisión de Salé, junto a Rabat. Los otros cuatro, entre los que hay una mujer, están en libertad condicional.
La detención de este grupo, preámbulo de la crisis diplomática entre Marruecos y España a finales de 2009 por el caso Aminatu Haidar, marcó unos meses de estrecho marcaje de Rabat a los saharauis más activos en la defensa de la independencia de la ex colonia."Hay que convencer a la opinión pública internacional de la necesidad de crear mecanismos de observación de los derechos humanos en el Sahara Occidental", ha respondido uno de los presos a preguntas que ha podido transmitir ABC al interior de la cárcel.
La ONU mantiene desplegada una misión, la Minurso, en el Sahara desde 1991, pero dentro de su mandato, a diferencia de misiones en otros países, no caben ni la observación ni la realización de informes oficiales sobre los abusos a nivel de derechos humanos y que otras ONG locales e internacionales como Amnistía Internacional o Human Rights Watch han denunciado.
Hay, a pesar de todo, "un punto de luz", añade este recluso, que prefiere no dar su nombre. "Me siento orgulloso de ser defensor de los derechos humanos de los ciudadanos del Sahara Occidental" y "aprecio la solidaridad de los que nos apoyan, especialmente en Europa".
"Llevo 25 años de detenciones, cárceles y maltrato y el conflicto está donde está en el mismo punto, lejos de una solución", añade el preso. "Espero que las nuevas generaciones de saharauis como las de nuestros hijos no tengan que pasar por esto".
Marruecos les acusa de alta traición
Marruecos les acusa de alta traición por haber sido recibidos por el Frente Polisario y defender la autodeterminación del Sahara Occidental.
El Tribunal Militar se inhibió el pasado 23 de septiembre dejando el asunto en manos de la Justicia ordinaria. Finalmente el juicio se ha convocado para el viernes 15 de octubre en un Tribunal de Primera Instancia de Casablanca. Se sentará en el banquillo se sentarán los integrantes del ya conocido como "Grupo de los 7".
Su detención tuvo lugar en un momento en el que Marruecos decidió estrechar el cerco sobre la disidencia saharaui, siguiendo los pasos marcados por el discurso leído por Mohamed VI en julio de 2009, en el décimo aniversario de su ascenso al trono. "O se es un patriota o se es un traidor", les lanzó el soberano a los que no apoyan un Sahara bajo bandera marroquí.
Estos siete activistas y otros que, como ellos han viajado a Tinduf, forman parte según Rabat de una "nueva elite cuyo objetivo es traer al interior del reino el proyecto separatista en coordinación con los servicios argelinos y los dirigentes del Polisario".
Así se expresa en un documento de más de cincuenta páginas al que tuvo acceso el año pasado ABC y que filtró la Embajada de Suecia en Rabat a los saharauis, lo que generó un conflicto diplomático entre los dos países que llevó a la expulsión de la número dos de la representación sueca en Rabat.
«Atentado a la estabilidad del país»
No es de extrañar que el preso que ha respondido a las preguntas de este corresponsal desde la prisión de Salé haya querido agradecer de forma especial la labor de apoyo desempeñada por "parlamentarios y políticos suecos".
En aquel documento, que Rabat transmitió de forma confidencial a otras embajadas europeas en el reino alauí, quedaba bien clara la manera de pensar de Marruecos de activistas como Dahane, Tamek o Naciri.
"La opción separatista no constituye ni la expresión de un derecho, ni una libertad individual o colectiva; se trata de un atentado a la seguridad y la estabilidad del país ante la que no hay que permitirse ningún tipo de complacencia. La defensa de la unidad nacional y de la integridad territorial del país es una misión sagrada".
Pocos días después de salir esto a la luz Marruecos expulsaba a la activista Aminatu Haidar de El Aaiún en dirección a Lanzarote. Fue el comienzo de una grave crisis que mantuvo durante semanas a los dos países enfrentados y sin saber cómo dar marcha atrás.
Carta a Sarkozy
Dahane, Tamek y Naciri han hecho pública la carta que han enviado hoy mismo al presidente de Francia en la que le recuerdan que los Veintisiete han concedido a Marruecos un Estatuto Avanzado que debería pasar por el respeto a los derechos humanos.
"Llevamos un año en prisión sin que hasta ahora las autoridades de Marruecos hayan procedido a la celebración de un juicio o a nuestra liberación, tal y como ha sido solicitado por numerosas organizaciones internacionales de todo el mundo", dice la misiva.
Instan además a Nicolás Sarkozy, que no esconde su apoyo a la postura del rey Mohamed VI, a que los acuerdos con el reino alauí no incluyan el Sahara como parte de su territorio y se ponga fin a la explotación de los recursos de la ex colonia por parte de Rabat.
Carta abierta de presos políticos saharauis a Nicolás Sarkozy
8 de octubre de 2010
Sr. D. Nicolás Sarkozy
Presidente de la República de Francia
Asunto: Carta abierta de presos políticos saharauis
Señor Presidente:
A la luz del papel histórico que siempre ha jugado Francia como cuna de los valores más profundos de los derechos humanos, y a la vista del actual papel que juega su país en la promoción y protección de la democracia y de los derechos humanos en todo el mundo, aprovechamos esta oportunidad para presentar nuestro caso a usted en esta carta.
Somos un grupo de defensores de derechos humanos saharauis sometidos a duras pruebas a causa de nuestras ideas y de nuestras actividades en defensa de los derechos humanos. En la actualidad, llevamos un año en prisión sin que hasta ahora las autoridades de Marruecos hayan procedido a la celebración de un juicio o a nuestra liberación, tal y como ha sido solicitado por numerosas organizaciones internacionales de todo el mundo. En este caso particular, el estado marroquí no se está rigiendo por el derecho internacional, que garantiza el derecho a un juicio justo en un tiempo razonable y aceptable.
Nos dirigimos a Vd. en relación a la prolongada situación de serias violaciones de derechos humanos que ocurren en la parte del Sahara Occidental que está ocupado por el Reino de Marruecos. También nos preocupa enormemente la continua explotación de recursos naturales del territorio.
Su Excelencia:
El pasado 8 de octubre de 2009, cuando volvíamos de una visita a los campamentos de refugiados saharauis del sudoeste de Argelia, fuimos detenidos en el aeropuerto Mohammed V de Casablanca por las autoridades marroquíes, en concreto por la Brigada Nacional de la Policía Judicial, en presencia de varios agentes de seguridad e inteligencia. Una vez detenidos, fuimos trasladados a la comandancia de la Brigada Nacional de la Policía Judicial, donde nos retuvieron durante ocho días y nos sometieron a un interrogatorio estrictamente político, que se caracterizó por una serie de violaciones, tales como la violación de la confidencialidad del interrogatorio en tanto en cuanto los oficiales que nos interrogaban pretendían influir en el curso de la investigación lanzando campañas difamatorias contra nosotros.
Nuestro arresto no se produjo a la luz de hecho criminal alguno, como se desprende de la campaña de calumnias que el estado de Marruecos emprendió contra nosotros. Una amplia gama de instituciones de la sociedad civil se implicó en esta campaña: la mayoría de los partidos políticos, los sindicatos, algunas “organizaciones de derechos humanos” marroquíes y el total de los medios de comunicación marroquíes. Además, los funcionarios del gobierno y los parlamentarios realizaron declaraciones incitando al odio y tachándonos de “traidores”, “enemigos” y “espías de Argelia”. Esta campaña contrasta totalmente con el modo en que otras organizaciones de defensa de los derechos humanos marroquíes e internacionales perciben nuestro caso.
No es la primera vez que el gobierno marroquí, que controla a los medios de comunicación, ha construido cargos contra saharauis que hablan claro. En la mayoría de los casos, éstos son acusados de “espías”, “conspiradores” y “terroristas”, algo que ha sido refutado ad infinitum por acreditadas organizaciones de defensa de los derechos humanos marroquíes e internacionales, así como por las comisiones internacionales de investigación que han visitado el territorio del Sahara Occidental. Además, la lucha pacífica saharaui por la autodeterminación siempre ha sido objeto de intentos de mala interpretación. Si hay algo que caracteriza los valores humanitarios de los saharauis en nuestra lucha, es justamente la elección de la protesta no violenta contra la ocupación de nuestro hogar por parte de Marruecos y el profundo convencimiento en el diálogo y en la justicia.
Su Excelencia,
El 15 de octubre de ese mismo año, fuimos presentados ante el juez de instrucción de la corte militar en Rabat, quien ordenó prisión preventiva para nosotros en la cárcel de Salé.
De hecho, cuando civiles que defienden los derechos humanos más fundamentales son expuestos a un juicio militar, se ha generado un peligroso precedente. Esta forma de actuar demuestra claramente cómo tratan las autoridades marroquíes a aquellos que apoyan el legítimo derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Después de casi un año en prisión, el 21 de septiembre de 2010 la corte militar objetó falta de jurisdicción sobre nuestro caso, retirándose los cargos de traición y siendo trasladados a una corte civil en Casablanca, donde nuestro caso será oído el próximo 15 de octubre. A pesar de ello, las autoridades marroquíes continúan con su empeño de presentar cualquier atisbo de pruebas en contra nuestra.
Su Excelencia,
A Marruecos le han concedido recientemente el Estatuto Avanzado otorgado por la Unión Europea y tiene asimismo una serie considerable de vínculos con potencias internacionales. Sin embargo, estos acuerdos avanzados concedidos a Marruecos y sus relaciones privilegiadas con numerosos Estados, no han logrado convencer a Rabat de que ponga fin a su política de opresión y no han conseguido llevar al país más en línea con las normas de estos países y los altos estándares en materia de derechos humanos. Al contrario, este cambio de estatus es utilizado por las autoridades de Marruecos como un pretexto para sus repetidas y flagrantes violaciones de derechos humanos. A la vez que mantiene una imagen de democratización del país, oprime a las voces disidentes en su tierra y continúa con la opresión de los saharauis que claramente se oponen a la presencia ilegal e insostenible de Marruecos en el Sahara Occidental.
Cada vez se hace más difícil para nuestro pueblo creer en los fundamentos de la justicia, cuando las pretensiones de Marruecos sobre nuestra tierra son apoyadas por una cadena de acuerdos comerciales bilaterales que incluyen a nuestro país. Con la venta de nuestros recursos naturales y el uso de los beneficios para silenciar nuestras voces, Marruecos ensombrece la imagen de las naciones democráticas, como Francia, haciéndolas cómplices de lo que es, en última instancia, un robo. Tal y como se estipula en el Dictamen Legal de Naciones Unidas sobre la materia en 2002, y se reafirmó en el Dictamen de la Asesoría Jurídica del Parlamento Europeo en 2009, los recursos saharauis sólo pueden ser explotados de conformidad con los deseos e intereses del pueblo saharaui. Su Excelencia, nunca hemos tenido voz en esta explotación, y el único beneficio que nuestro pueblo ha obtenido de estos acuerdos es que nuestras voces se silencien aún más, ya que Marruecos se siente apoyado por la Unión Europea en sus pretensiones ilegales e infundadas sobre nuestra patria.
Su Excelencia,
Respetuosamente pedimos que todos los acuerdos con Marruecos excluyan claramente nuestra patria, de conformidad con el derecho internacional. En cuanto a nuestra situación personal, solicitamos a Su Excelencia que le pida al Gobierno de Marruecos que asuma su responsabilidad y que nos juzgue cuanto antes, en un juicio justo y en presencia de observadores internacionales, o que nos libere junto con el resto de defensores de derechos humanos saharauis y presos de conciencia de las cárceles de Marruecos.
Mostrándole nuestra más profunda gratitud por su atención, le rogamos, Su Excelencia, acepte nuestra más alta consideración.
Los defensores de derechos humanos saharauis, los tres presos de conciencia:
Ali Salem Tamek
Brahim Dahane
Ahmed Naciri
en la Cárcel local de Salé / Marruecos
Nota: Se envía copia de esta carta a:
- El Presidente de la Asamblea Nacional, D. Bernard Accoyer.
- El Presidente del Senado de Francia, D. Gérard Larcher.
- El Ministro francés de Asuntos Exteriores, D. Bernard Kouchner.
- El Representante permanente de Francia ante la ONU, D. Gerard Araud.
- El Secretario General de la ONU, D. Ban Ki-Moon.
- El Representante Personal del Secretario General de la ONU, D. Christopher Ross.
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