MADRID, 17 DE noviembre de 2010 (EUROPA PRESS)
Los cuatro periodistas de Antena 3, que desde hace cuatro días permanecen "escondidos" en El Aaiún, serán expulsados este miércoles de la capital del Sáhara Occidental, por lo que, "con suerte", en las próximas horas cogerán un vuelo rumbo a Gran Canaria.
En estos momentos, los informadores se encuentran alojados en la sede de Casa de España, "gracias a la mediación de las autoridades españolas y de la propia cadena de televisión", según explicó Iván López, uno de ellos, en declaraciones a la emisora Onda Cero.
"Lo estamos pasando mal", relató el periodista, al tiempo que describió la situación en la que se encuentran. "Ahora mismo estamos controlados por policías, no es que estemos vigilados pero sí controlados", indicó.
Los reporteros fueron interrogados "durante horas" en la habitación del hotel en el que estaban alojados, tras lo cual agentes marroquíes decidieron retirarles los pasaportes. "Nos han preguntado a qué nos dedicamos, de dónde venimos, hacia dónde vamos", recordó López, en una conexión telefónica con la cadena.
EL CONFIDENCIAL Redacción - 17/11/2010
A las dictaduras no les gusta que los periodistas digan que son una dictadura. Y muchas de ellas, como es el caso de Marruecos, hasta sostienen que son democracias, una democracia especial, a la manera marroquí. Eso sí, todo tiene un límite por mucha democracia que se sea. Y, si se rebasa, te arriesgas a que te pongan de patitas en la frontera. Es más o menos lo que le ha pasado a Luis de Vega, corresponsal de ABC en Marruecos, al que el pasado viernes retiraron su acreditación.
Lo contaba con gracia, dentro del drama, un conocedor de los acontecimientos. "¿Por qué tiene que referirse en cada información a la 'dictadura marroquí'?", se quejaban las autoridades del país magrebí. "Se le ha advertido al periodista, al medio y, sin embargo, siguen con la coletilla. Pues fuera del país", venían a argumentar ante la diplomacia española sus homólogos africanos. Toda una prueba de talante democrático a la manera marroquí. Los periodistas que han sido expulsados de Marruecos en los últimos días se reunieron ayer para exigir a las autoridades de Rabat que se les dé el “mismo respeto” que tienen en España los corresponsales marroquíes.
Luis de Vega lleva ocho años viviendo en Marruecos, un país que “técnicamente” no es una dictadura, según explicaba el propio periodista. “Es cierto que hay un Parlamento, un sistema jurídico y un Gobierno, pero no hay separación de poderes. Hay una Corona y sobre ella recaen todas las decisiones últimas que se tomen en el país”. El corresponsal especificó que, desde luego, Marruecos no es un país como Irán o Libia, “pero tampoco existe una separación de poderes”.
Tras el desprecio con el que el Gobierno marroquí ha tratado a los periodistas españoles, De Vega subrayó repetidamente que ellos no están allí “para hacer daño a nadie” y ha garantizado que ningún medio español ni ningún corresponsal odia el país en el que vive.
El periodista también dejó claro que ellos no son activistas. “Nuestro trabajo no es hacer daño a la línea oficial marcada por el Gobierno ni a sus instituciones. Pero tienen que saber que no estamos allí para hacer amigos ni para publicitar el país. Simplemente informamos de lo que sucede y queremos volver a entrar para seguir informando”.
Mientras, la periodista de la Cadena Ser, Ángels Barceló, que también fue expulsada de El Aaiún la semana pasada, insistió en el desamparo de los españoles en el Sáhara Occidental. “Una de dos: o el Gobierno nos está tomando el pelo, o Marruecos ha tomado el pelo a Rubalcaba”. Barceló explicó que en su orden de expulsión las autoridades marroquíes alegaban que era “una amenaza para el orden público”. Por eso exigió al Ejecutivo español que “no tolere” este tipo de acusaciones. “Somos periodistas, no somos terroristas”, dijo, lamentando así la “tibieza y poca contundencia” del Ejecutivo español.
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