Vídeo: Sáhara Thawra
EL MUNDO Ana del Barrio | Madrid 23/11/2010 09:36
Los colectivos prosaharauis siguen empeñados en desmontar la versión de Marruecos sobre el desmantelamiento del campamento de protesta de 'Gdeim Izik'. El ministro marroquí del Interior, Taib Cherkaui, ha insistido por activa y por pasiva en que la intervención fue "pacífica" y que las Fuerzas de Seguridad que desalojaron el campamento no iban armadas.
Sin embargo, en un vídeo difundido hoy por el colectivo Sáhara Thawra se puede observar que los soldados sí que portaban armas, aunque no se les ve disparar a nadie. Sólo en las imágenes posteriores se puede contemplar a un saharaui supuestamente herido por una bala.
Desde este colectivo, cuyos activistas Silvia García y Javier Sopeña permanecieron recluidos en El Aaiún en los días posteriores al asalto, se insiste en que Marruecos abrió fuego en el campamento "contra los hombres saharauis que intentaban ralentizar y contener la brutal ofensiva marroquí, y con ello, permitir la salida de sus mujeres, niños y ancianos".
Desde el movimiento Resistencia Saharaui también han relatado que durante los enfrentamientos hubo ejecuciones y que los saharauis han visto cadáveres arrojados en el río de personas con tiros de gracia.
El Ghalia Djimi, vicepresidenta de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de los Derechos Humanos (Asvdh), también ha asegurado que "Marruecos mintió cuando dijo que no se han utilizado armas de fuego estos días en El Aaiún".
Investigación de la Fiscalía
De hecho, la Fiscalía del Tribunal de Apelación de El Aaiún ha abierto una investigación sobre las denuncias que se han vertido estos días por parte de heridos de bala durante los disturbios. Según ha informado la agencia oficial Map, el procurador general del Rey (fiscal), ha decidido poner en marcha la investigación tras las declaraciones del director de Emergencias de Human Rights Watch (HRW), Peter Bouckaert, "quien afirmó conocer que algunas personas resultaron heridas de bala durante los disturbios".
La versión marroquí difiere por completo del relato de estos hechos. Según el titular del Interior, fueron los agentes de las Fuerzas de Seguridad quienes sufrieron la "agresión brutal" al intentar "rescatar" a ciudadanos "inocentes" que estaban acampados, ya que, según su versión, "milicias armadas" se habían hecho con el control del asentamiento y los habían "secuestrado".
"Ni Marruecos ni las provincias del Sur habían vivido actos así; es algo que nos recuerda los crímenes perpetrados por Al Qaeda y los terroristas en el Sahel", subrayó en una rueda de prensa en Madrid.
Cherkaui recordó que, en su origen, los acampados reivindicaban derechos sociales como trabajo, vivienda y Seguridad Social, pero que después fue "tomado" por "milicias armadas, contrabandistas, personas con antecedentes penales, en busca y captura y oportunistas" con objetivos políticos. A estas milicias ha achacado la violencia desatada durante el desalojo y después en El Aaiún.
En reiteradas ocasiones, el titular del Interior ha recalcado que las Fuerzas de Seguridad que desalojaron el campamento no iban armadas y que tuvieron que enfrentarse a armas blancas, cócteles molotov, bombonas de butano y coches cuatro por cuatro, que arrancaban de repente para atropellarlos.
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