jueves, 25 de noviembre de 2010

Testigo del asalto al campamento de El Aaiún relata las torturas y vejaciones que sufrió tras ser detenido



Foto: ASOCIACIÓN ANDALUZA DEL PUEBLO SAHARAUI

La Comisión contra la Tortura de Dajla, que cifra en más de mil los detenidos por Marruecos, dice que el veto a los medios es "la condena de muerte de los saharauis"

SEVILLA, 25 de noviembre de 2010. (EUROPA PRESS) -

Ahmed Yeddou Salem Lecuara, testigo y víctima del asalto por parte de las autoridades marroquíes al Campamento de la Solidaridad montado a las afueras de El Aaiún ha relatado este jueves en Sevilla las torturas y vejaciones a las que fue sometido después de que fuera apresado y detenido el pasado 8 de noviembre.

En rueda de prensa, Ahmed Yeddou, que tiene la nacionalidad española porque su padre es español, ha contado que entró en el campamento la tarde del día 7 para visitar a su madre con la "mala suerte" de que, al día siguiente, el ejército de Marruecos atacó el campamento con la "excusa de que allí había terroristas".

Según Ahmed, las fuerzas marroquíes lo arrasaron todo. Quemaron tiendas, coches, robaron las cosas de valor de los que allí permanecían y maltrataron y pegaron a mujeres, niños y ancianos. "No dejaron nada", resume.

Durante el asalto, y en presencia de su madre, a este joven lo maniataron, lo tiraban al suelo y le dieron patadas hasta encerrarlo en un camión junto a otros 72 saharauis. "Fue horrible, me torturaron, me pegaron y todo lo que se pueden imaginar". Y lo hicieron, según cuenta, mientras les gritaban "saharauis de mierda".

Ya en el cuartel, dice Ahmed Yeddou que no pudieron comer ni beber durante los dos primeros días mientras permanecían atados y de cara a la pared. "Nos pegaban durante las 24 horas, no nos dejaban dormir, nos echaban agua con lejía... No teníamos servicio, así que nos dieron unas botellas (para hacer sus necesidades) que después nos la echaban por encima", asegura aún dolido por las heridas y secuelas de los golpes recibidos.

Además, dice que lo mejor era no decir siquiera si te dolía algo porque los dos primeros saharauis a los que llevaron al médico volvieron peor de lo que fueron. "El médico, la enfermera y los soldados allí también te pegan".

Tras estos cinco días detenidos, Ahmed logró escapar y venir a España. Sin embargo, critica que no recibió ayuda del Gobierno español pese a que su padre llamó desde el primer día de su desaparición a la embajada para pedir ayuda. Por ello, ha exigido a los responsables políticos del país que "no utilicen a los saharauis como puente para sus intereses" y que les otorguen "más protección".

Ahmed quiere volver aproximadamente en un mes a El Aaiún, donde ha dejado a mujer embarazada, hijos, padres y hermanos. Pero antes, quiere hacer "una gira" por el país, acompañado y apoyado por las asociaciones y ONG en defensa de la autodeterminación del pueblo saharaui, "para denunciar lo que de verdad ocurre en el Sáhara ocupado". "Tengo miedo, pero tengo que hacerlo", afirma este joven que aún no puede conciliar el sueño por las noches y sufre de "grandes dolores" en el pecho, los brazos y la mandíbula.

MILES DE DESAPARECIDOS Y CENTENARES DE DETENIDOS

Ahmed no estaba hoy solo. Le acompañaban, entre otros, el presidente del Comité Contra la Tortura de Dajla y activista de los Derechos Humanos, Elmami Amar Salem, y el vicepresidente de la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla, Miguel Castro.

Salem ha expuesto las cifras que su organización ha recabado hasta el momento y que hablan de más de mil desaparecidos y centenares de desaparecidos desde el pasado 8 de noviembre. Según ha indicado, en las cárceles "negras" (ocultas) de las que dispone el ejército marroquí hay más de 200 personas, si bien, las autoridades de Marruecos "hablan de que hay 370 en busca y captura" para, de esta forma, infundir "miedo a los saharauis para que no salgan de sus casas y no escapen".

Respecto a los desaparecidos, ha dicho, la preocupación es máxima ya que, pese a que tienen contabilizadas a "más de mil" personas por las denuncias de sus familiares, sospechan que detrás de estas desapariciones hay "muchas muertes", en torno al "80 por ciento". De hecho, según Salem y Yeddou, el ejército marroquí estuvo los dos días posteriores al asalto del campamento "quemando, removiendo la tierra y limpiando para no dejar rastro de cadáveres". Por eso, dicen, no dejaban tampoco entrar a los medios de comunicación.

En este sentido, el presidente del Comité Contra la Tortura de Dajla ha hecho un llamamiento a la Comunidad Internacional para que "presione" y deje entrar a los periodistas y a las ONG en El Aaiún porque, de lo contrario, será "la condena de muerte de los saharauis". "Ahora los saharauis necesitan el apoyo de los medios de comunicación y de la solidaridad, y no es justo que en todos los conflictos del mundo haya observadores de la ONU menos en el Sáhara", ha criticado Salem.

Por su parte, Miguel Castro, ha asegurado que las asociaciones amigas del pueblo saharaui harán "todo lo que sea" porque se conozca "la verdad" de lo que está ocurriendo en El Aaiún y ha lamentado que los colonos marroquíes sigan ocupando estos territorios sólo para sacar beneficios. "Marruecos gana seis mil millones de euros al año con la venta de los recursos del pueblo saharaui", ha asegurado.

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