Se le considera uno de los comandantes menos sanguinarios de Al Qaeda en el Magreb
Mokhtar Belmokhtar fue también el responsable del secuestro de tres cooperantes catalanes el pasado año en Mauritania. El gobierno no tiene indicios de colaboración de "elementos saharauis" en el rapto del pasado sábado en los campos de refugiados de Rabuni, en la provincia argelina de Tinduf.
El mal menor sigue siendo un mal, y que AQMI (Al Qaeda en el Magreb) retenga a Ainhoa Fernández de Rincón y Enric Gonyalons, los dos cooperantes españoles secuestrados el pasado sábado junto a una compañera italiana en los campos de refugiados de Tinduf, es sin duda una mala noticia. Sin embargo, y del mismo modo en que se contempla en la técnica militar, el mal menor puede ser la mejor de las opciones si el caso es extremo.
Moktar Belmoktar, al que el gobierno español sitúa tras el rapto, es uno de los comandantes más importantes de la rama magrebí de Al Qaeda, pero es considerado también uno de los menos sanguinarios. Un jefe que jamás ha ejecutado a ninguno de los rehenes bajo su custodia. Es por tanto un claro mal menor en un caso realmente extremo.
Según han confirmado fuentes del gobierno a la CADENA SER, existen pruebas solventes de que varios miembros del grupo armado (Katiba) que dirige Belkmoktar, participaron el secuestro perpetrado el pasado sábado.
El mismo grupo que raptó a tres cooperantes catalanes en Mauritania en 2010
Según estas mismas fuentes, los terroristas retendrían a los cooperantes raptados en Tinduf en zona maliense, tal y como hicieron el pasado año con los tres cooperantes catalanes de la ONG Acció Solidaria, Albert Villalta, Roque Pascual y Alicia Gámez.
La experiencia adquirida durante aquel secuestro, hace que el "modus operandi" de la Katiba de Belkmotar sea ya bien conocido por las autoridades españolas. Secuestros largos (Villalta y Pascual fueron liberados tras más de nueve meses de cautiverio) y con un claro objetivo "económico". Una reivindicación que tarda en llegar y que suele ir acompañada de una primera prueba de vida.
El gobierno confía también en que al igual que ocurrió en el caso de la cooperante catalana Alicia Gámez, el grupo de Belmokhtar libere antes a Ainhoa Fernández de Rincón y a su compañera italiana por ser mujeres.
Un secuestro sin indicios de colaboración saharaui
A pesar de que uno de los representantes del frente Polisario en España no descartaba el martes que existieran "traidores saharauis" implicados en rapto, fuentes del Gobierno aseguran que de momento no se tiene ningún indicio sólido que apunte a la participación de "elementos saharauis" en el secuestro.
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