Oficina Ejecutiva del Colectivo de los defensores saharauis de los derechos humanos (CODESA) www.codesaso.com
El Aaiún - Sáhara Occidental - 6de noviembre de 2011.
Cinco familias saharauis han presentado sendas denuncias ante el procurador general del rey del Tribunal de Apelación de El Aaiún, Sáhara Occidental, exigiendo que se lleve a cabo una investigación objetiva e imparcial, sobre la arbitraria detención, tortura y malos tratos sufridos por sus hijos durante los interrogatorios a los que estuvieron sometidos en la comisaría de policía judicial en Dajla, Sáhara Occidental, que les sean realizados exámenes médicos de urgencia y que los autores responsables de estas violaciones rindan cuentas y no queden impunes.
Estas denuncias se produjeron después de que un grupo de familias visitara a sus hijos, que se encuentran en prisión provisional bajo investigación del sumario, en la prisión local (Cárcel Negra) de El Aaiún, Sáhara Occidental, a raíz de los enfrentamientos que se produjeron, después del ataque perpetrado por un grupo de ciudadanos residentes en el barrio Aluakala, contra la población civil saharaui en Dajla, Sáhara Occidental.
La ciudadana saharaui Aicha Tarruzi aclaró que su hijo Jaled Amim fue detenido el 3 de octubre de 2011 sobre las tres de la tarde, tras una redada practicada en su domicilio del barrio de la mezquita por elementos de la policía uniformada y de paisano, éste le aseguró que fue torturado y maltratado, que le vendaron los ojos esposándole con las manos a la espalda, y que le mantuvieron suspendido en el aire durante varias horas para así forzarle a reconocer las imputaciones y firmar el acta de la policía judicial.
La ciudadana saharaui Kabbia Muimmu, madre del defensor saharaui de los derechos humanos Abdel Aziz Barray, señaló que su hijo también fue arbitrariamente detenido a las seis de la mañana del 3 de octubre de 2011, por elementos de la policía marroquí uniformados y de paisano. Llegaron en 14 vehículos, de tal forma que atemorizaron a los miembros de su familia y a las familias vecinas. Fue torturado y maltratado, permaneciendo durante todo el tiempo que estuvo en la comisaría de policía, con los ojos vendados, esposado y propinándole violentas palizas. También fue suspendido en el aire para así forzarle, bajo presión y coacción, a reconocer las imputaciones vertidas contra él y firmar el acta de la policía judicial, sin poder siquiera leer o conocer su contenido.
Por su parte la ciudadana saharaui Laila Aslami, hermana del detenido Hay Aslami, dijo que éste fue detenido alrededor de las ocho de la tarde en la Avenida General por 12 policías marroquíes, con relación a los sucesos acaecidos en la ciudad de Dajla, entre los días 25 y 28 de septiembre de 2011.
Inmediatamente después se dio cuenta que su hermano no estaba en casa y que no respondía al móvil, dirigiéndose al día siguiente a los servicios de la policía marroquí pero sin resultado, tras negarle los agentes de policía y algunos guardias, que éste se encontrara bajo su custodia, quedando después sorprendida al ser ingresado el 7 de octubre de 2011 en la Prisión local (Cárcel Negra) de El Aaiún, Sáhara Occidental.
Laila Aslami mencionó que su hermano le informó que le habían torturado y maltratado, que permaneció con los ojos vendados, esposado, colgando en el aire durante 48 horas y le torturaron con descargas eléctricas, impidiéndole dormir, comer y beber con el fin de ejercer presión sobre él para que firmara el acta de la policía judicial.
Junto con aquellas, la denuncia de la ciudadana saharaui Amina Daoudi , madre del defensor saharaui de los derechos humanos Mahyub Ualad Cheij, que fue arbitrariamente detenido sobre las dos de la tarde en su casa por elementos de la policía uniformada y de paisano, que iban en 8 vehículos, en el barrio de Alamal en Dajla, Sáhara Occidental.
Amina Daoudi aseguró que Lala Salami, que está en el último mes de embarazo y es esposa de Mahyub Ualad Cheij, vio cómo la policía vendaba con un trapo negro los ojos de su marido, antes de que un grupo formado por 11 miembros de la policía, allanara su vivienda sometiéndola a registro, sin presentar notificación alguna por escrito que les autorice a acceder legalmente a ésta, en la que requisaron 3 teléfonos móviles y otras cosas que no pudo precisar.
Afirmó que durante su visita, él le aseguró que fue torturado física y psicológicamente, siendo maltratado durante el período de su detención en la comisaría, estando sometido continuamente a interrogatorio, con los ojos vendados y esposado siendo objeto de insultos e improperios, le propinaron palizas quedando sorprendido posteriormente al ser forzado a firmar el acta de la policía judicial.
La ciudadana saharaui Fátima Lboihat, hermana del defensor saharaui de los derechos humanos Kamal Trih, informó que la familia fue sorprendida en su domicilio ubicado en el barrio Um Tunsi, sobre las 12 y media de la noche del 3 de octubre de 2.011, por elementos de la policía que llegaron en 8 vehículos golpeando fuertemente a la puerta para detener a su hijo.
Su familia pidió a los agentes de policía que les informaran sobre los motivos de su detención, pero no supieron nada, quedando sorprendidos cuando el 6 de octubre de 2011, fue ingresado en la Prisión local (Cárcel Negra) de El Aaiún, Sáhara Occidental.
Durante la visita a Kamal Trih en la citada cárcel, éste aseguró a su familia que también había sido torturado y maltratado mientras permaneció bajo custodia en la comisaría, le suspendieron en el aire propinándole violentas palizas, intentando forzarle a reconocer las imputaciones vertidas contra él y para que firmara el acta de la policía judicial.
A través de la presentación de las copias de las denuncias de estas familias a la Oficina Ejecutiva del Colectivo de los defensores saharauis de los derechos humanos (CODESA), se evidencian las difíciles y miserables condiciones en que fueron trasladados sus hijos en los vehículos de la policía marroquí, desde el lugar de detención en la comisaría de policía judicial en Dajla, Sáhara Occidental, hasta el Tribunal de Apelación de El Aaiún, Sáhara Occidental, donde los detenidos saharauis declararon que permanecieron durante todo el trayecto que separa ambas ciudades, (alrededor de 600 kilómetros ), con los ojos vendados, esposados con las manos a la espalda y obligados a permanecer tumbados, asegurando que debido a este vergonzoso traslado, sus hijos aún sufren las secuelas y por los malos tratos sufridos por todos ellos durante el período de su detención en la comisaría de policía judicial en Dajla, Sáhara Occidental .
En cuanto a las penalidades de sus hijos detenidos en la Prisión local (Cárcel Negra) de El Aaiún, Sáhara Occidental, las familias precisaron que a los detenidos hasta el momento se les impide el uso del teléfono de la prisión para contactar con ellos, y que les conceden solo una visita a la semana, que se ven tras dos ventanas no excediendo los 10 o 15 minutos la visita y terminando a menudo sin que detenidos y familiares logren entenderse, debido al estrecho espacio de la sala de visitas y por el griterío a causa de la distancia que separa a familiares y detenidos.
Por último las familias aseguraron que han dirigido escritos al Consejo Nacional de Derechos Humanos CNDH de Marruecos y a la Asociación Marroquí para los Derechos Humanos AMDH, pidiendo su apoyo para que dirijan escritos a los responsables y se lleve a cabo una investigación objetiva e imparcial, les sean realizados exámenes médicos de urgencia y que no queden impunes los implicados en estas torturas y malos tratos.
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