sábado, 14 de abril de 2012

Informe misión de observación y convocatoria nuevo juicio

 Fuente: Fundación Sahara Occidental
11-04-2012
UNA NUEVA MISIÓN DE OBSERVACIÓN, COMPUESTA POR: JOSÉ MANUEL DE LA FUENTE SERRANO, FERNANDO OSUNA MARTÍN Y ROSARIO GARCÍA DÍAZ, SE DESPLAZÓ A LOS TERRITORIOS OCUPADOS DEL SAHARA OCCIDENTAL, ENTRE LOS DÍAS 3 AL 7 DE ABRIL DE 2012, CON UN DOBLE OBJETIVO: ASISTIR COMO OBSERVADORES INTERNACIONALES AL PROCESO QUE SE SIGUE CONTRA LOS PRESOS POLÍTICOS SAHARAUI DE DAJLA Y CONTINUAR EL TRABAJO QUE VIENE DESARROLLANDO EN EL SAHARA OCCIDENTAL RESPECTO DE LA OBSERVACIÓN DE LAS GRAVES VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS, LOS COMITÉS DE DEFENSA DE LA POBLACIÓN SAHARAUI, LOS FAMILIARES DE DESAPARECIDOS, LOS PRESOS POLÍTICOS Y SU FAMILIAS.
La Delegación asistió, el pasado día 4, al proceso que tuvo lugar contra los presos políticos saharauis, detenidos a raíz de los disturbios que tuvieron lugar en la ciudad ocupada de Dajla el pasado septiembre, donde la población saharaui sufrió graves y violentos ataques por parte de los colonos marroquíes, apoyados estos por la policía.
Los observadores que se encontraban presentes son: Lola Travieso y Nieves Cubas y, acreditados por la Fundación Sahara Occidental: Fernando Osuna Martín, Rosario García Díaz y José Manuel De la Fuente Serrano. Así mismo, esta misión contaba con el apoyo del traductor Abdoullah Jouda (CODAPSO).
En una nueva estrategia de las autoridades marroquíes de intimidación, para poder asistir como observadores y solamente a estos, se les obliga a exhibir su pasaporte a un funcionario que se encuentra en el hall del edificio del Tribunal, que anota todos los datos de los observadores, controlando sus visados, entradas y salidas del territorio así como sus datos personales. Esta nueva estrategia de control, que solo sufren los observadores internacionales, extranjeros, no se sigue contra el resto de personas que asisten al juicio. Unido a ello, se intentó por todos los medios separar a los observadores entre mujeres y hombres y sentarlos entre el público, a lo que esta misión se negó, exigiendo ocupar en la sala el lugar que le corresponde inmediatamente posterior a los letrados de la defensa. Esto provocó tensión en la sala, resistencia por parte de la policía y obligó a la postura firme de los observadores internacionales para exigir al Tribunal el respeto a su condición de observadores.
Los abogados saharauis de la defensa que intervinieron en el proceso son: Erguibi, Bujale, Fadel Leili y Baseit, así como el abogado marroquí Monir Lajdar (que intervino en uno de los expedientes).

Los presos políticos saharauis que fueron llevados delante del juez de la Corte de Apelación de El Aaiun son:
Primer expediente: ABDELAZIZ BARRAY (número de preso 36359; detenido el 03-10-2011 en Dajla) y ANWAR SADAT LEHMAID (número de preso 36360; detenido el 03-10-2011 en Dajla). Son acusados de pertenecer a banda criminal. En su comparecencia ante el Tribunal se les informa de la acusación y se les identifica. El abogado de la defensa interviene y pide la liberación provisional. Abdelaziz Barray interviene diciendo que ha sido detenido de forma arbitraria por su posiciones políticas y que ha sido torturado y maltratado en el Centro de la Policía Judicial de Dajla. Al salir, levanta los brazos en señal de victoria.
Segundo expediente: MOHAMED MANOLO (número de preso 36346; detenido el 02-10-2011 en Dajla), ELMAHJOUB AOILAD CHEIKH (número de preso 36344; detenido el 02-10-2011 en Dajla), KAMAL TRAYAH (número de preso 36345; detenido el 03-10-2011 en Dajla) y BAREKALLAH DALBOUH (número de preso 36347; detenido el 03-10-2011 en Dajla). Salen a la sala con el signo de la victoria y son aplaudidos por los familiares y amigos. 8 policías custodian a los presos, impidiendo que los observadores puedan oír o ver algo. Son acusados de formar banda criminal e implicación en la muerte del colono marroquí Abdelfatah Tareh y alteración del orden público, cortando la vía pública. El Procurador dice que va a entregar una autopsia de una persona que demostrará los hechos. Los 4 presos políticos saharauis increpan al Tribunal y gritan que el Estado marroquí es el único responsable. Gritan que son inocentes y que, en realidad, son presos políticos es un proceso falso contra los defensores de derechos humanos. Gritan: “viva la lucha del pueblo saharaui” y otras consignas a favor de la autodeterminación. El presidente del Tribunal pide el apoyo de la defensa para calmar a los acusados.  Dice el este: “si la defensa no puedo calmarles, llamaré a la policía a sacar a los presos”. Al salir son empujados violentamente.
Tercer expediente: OMAIN JALED, estudiante universitario. Es acusado de pertenencia a banda criminal. El abogado de la defensa pide libertad condicional para que pueda seguir con sus estudios universitarios. El procurador no acepta esta petición. El acusado intervino diciendo que fue torturado en la sede de la policía territorial y se dirigió al Presidente diciendo: “¿Por qué las autoridades marroquíes envían comisión donde hay otros problemas y a Dajla no?”. Denuncia el maltrato que recibió por parte del Juez de instrucción que, según declara, fue injusto.
Cuarto expediente: HAMZA HASSIK (número de preso 36583; detenido el 01-12-2011 en Dajla). Es acusado de asaltar e incendiar una tienda en la ciudad de Dajla y, a pesar que el dueño no lo acusa ni lo reconoce, es acusado de estos hechos. La defensa pide libertad condicional ya que es alumno y va a perder el curso. Fue detenido después de un mes de haber sucedido las manifestaciones de Dajla. Nacido en 1998 aunque en el dossier dice que tiene 20 años.  Se suspende la sesión para ser reanudada el día 11 de abril de 2012 y, sin la presencia de observadores y con la defensa de los abogados saharauis Erguibi, Bujale y Buhaab, este menor de edad ha sido condenado a 6 meses de prisión, restándole por cumplir un mes y medio. La sesión ha comenzado a las 9:00 horas y ha finalizado a las 17:00 horas.
Quinto expediente: LAAMAR CHEIKH BOUSSEF (número de preso 36504; detenido el 31-10-2011 en Dajla). Acusado de banda criminal y participación en la muerte del ciudadano marroquí Abdelfatah Tareh. Las defensas sostienen que la autopsia demostrará su inocencia. Al abandonar la sala, levanta los brazos en señal de victoria.
Sexto expediente: SIDATI HAIBAB ELMEKHTAR (número de preso 36331; detenido el 27-09-2011 en Dajla). Acusado de alteración del orden público, cortando la vía pública. Alega que no estaba en la zona de los disturbios y que fue detenido cuando viajaba, en un coche de alquiler, con su madre y su hermana. La defensa considera que se ha vulnerado el Artículo 57 y 77 del Código de Procedimiento Penal, al existir graves vulneraciones de derecho de defensa y de asistencia, así como defectos de procedimientos que invalidan el proceso, ausencia de notificación a los familiares e intervención de órganos judiciales no competentes. La defensa pide libertad condicional y tiempo para preparar el dossier sobre su proceso. Sale de la sala con aplausos.
Séptimo expediente: GHALI BOHALA (detenido el 29-07-2011 en El Aaiun). Acusado de creación de banda criminal, atentar contra la seguridad de las personas y llevar arma blanca. Su familia declara que el motivo de su detención es por participar en manifestaciones pacíficas, pidiendo la autodeterminación del pueblo saharaui. Abandona la sala con cánticos y aplausos de los familiares y amigos. Se suspende la sesión para ser reanudada el día 11 de abril de 2012 y, sin la presencia de observadores y con la defensa de los abogados saharauis Erguibi, Bujale y Buhaab, ha sido condenado a 1 año y medio de prisión, restándole por cumplir 9 meses de prisión. La sesión ha comenzado a las 9:00 horas y ha finalizado a las 17:00 horas.
Los comités saharauis de defensa de los derechos humanos, presentes en el juicio, afirman que las autoridades marroquíes han convocado el juicio porque, algunos presos, están en huelga de hambre, lo cual ha presionado a Marruecos para señalar dicho juicio. Esta misión de observación se reunió con los comités saharauis de defensa de derechos humanos ASVDH, CODAPSO. CODESA y El Mami Amar Salem, así como con los abogados saharauis de la defensa.
La sala estaba bajo el control de la policía; de paisano y de uniforme. Cuando comenzaron los gritos del segundo grupo de presos políticos saharauis, llegaron más de apoyo. Esta misión pudo contar más de 18 policías, vestidos de uniforme, que rodeaban a los presos y se situaban en las primeras filas, donde se encontraban los familiares de los detenidos, así como los observadores internacionales
Todo el proceso judicial se desarrolla con la estrategia de que el desarrollo del juicio no pueda ser seguido ni por público ni por los observadores internacionales ya que, en ningún momento, a pesar de existir sistema de megafonía instalado en la sala, se hace uso de ella y el Tribunal y el propio Fiscal hablan bajo por lo que, por momentos, resultaba extraordinariamente difícil seguir el proceso contra los presos políticos saharauis.
Los familiares de los presos solicitaron entrevistarse con esta Fundación, manteniendo encuentros con ellos, hallándose presentes familiares de LAAMAR CHEIKH BOUSSEF, ABDELAZIZ BARRAY, OMAIN JALED, así como miembros de CODAPSO y ASVDH. Las familias relataron que los presos están encarcelados por sus opiniones políticas y por realizar manifestaciones y actos en defensa del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Denuncian, ante esta misión, el trato vejatorio e inhumano que reciben sus hijos, así como que han sido objeto de torturas, señalando que el sistema judicial marroquí, que opera en el territorio contra el derecho internacional, ha tratado siempre con desprecio a los familiares. Así el Juez de Instrucción marroquí de El Aaiun, Abdelaziz Chemaayvi, en varias ocasiones les dijo que sabía que sus hijos no eran criminales y que serían puestos en libertad de forma inmediata, que estuvieran tranquilos, que esperasen porque, contra ellos, no había acusaciones graves; sintiéndose engañados los familiares al llevar en prisión preventiva muchos meses, y habiendo recibido tanto en la Comisaría de la ciudad de Villa Cisneros como en la cárcel Negra, un trato contrario al derecho humanitario y a la legislación internacional.
Igualmente y, tras la celebración de la primera vista el día 4, las familias denuncian que las autoridades carcelarias, que controlan a los presos, les han prohibido visitarlos con la frecuencia y asiduidad de antes, prohibiéndoles la entrega de comida y dificultando, en definitiva, tener acceso a los presos. Las familias achacan este cambio de actitud de las autoridades por los eslóganes realizados en sede judicial a favor de la autodeterminación del pueblo saharaui, así como por las denuncias que los propios presos realizaron en sede judicial.
En este mismo juicio comparecieron 7 colonos marroquíes acusados, también, de participar en los disturbios de Dajla; si bien, las acusaciones contra ellos son de menor entidad que contra las presos políticos saharauis. Según conocer esta Fundación, 3 de ellos fueron puestos en libertad, a las 00:00 horas, de ese mismo día.
Estos colonos marroquíes, junto con muchos de los que se encuentran ahora en la ciudad de Dajla, según pudo conocer esta misión de observación, han sido llevados por Marruecos al Sahara Occidental e instalados en el barrio de Alwakala, siendo extremadamente violentos, recibiendo asignación mensual del estado marroquí y amedrentando a la población saharaui, apoyados por la policía marroquí, en una nueva estrategia de terror y de violencia.
Como testimonio de esta represión y acoso de colonos marroquíes contra población saharaui, esta misión pudo entrevistarse con Mamay Hanun y su esposa Laalia Bahir quienes contaron a esta misión que la violencia marroquí contra la población saharaui no es desde septiembre hasta estos días, sino que hace tiempo que vienen sufriéndola. Y relataron lo vivido por su familia el 30 de abril de 2010, cuando a las 7:30 horas de la mañana, Mamay había salido de casa y la policía, dirigida por el comisario Mustapha Alhamasi, de la policía judicial, junto con 8 hombres, llamaron a la puerta de una forma violenta. Ella tenía mucho miedo y al no abrir la puerta, la derribaron con un ariete de hierro que portaban y que usan para abrir puertas. Por la violencia con la que actuaban, rompieron las bisagras y la puerta cayó encima de Alia, quedando inconsciente y estando presentes sus hijos Aya (de 4 años), Amen (de 2 años) y Manuha (de 6 meses), los cuales comenzaron a llorar asustado. La policía, al ver lo sucedido, huyó y fueron los propios vecinos los que llamaron a su esposo Mamay.
Como consecuencia de la violenta agresión por parte de las fuerzas de ocupación marroquíes, sufrió fractura múltiple del brazo, lesión en el ojo izquierdo por haberse alojado una esquirla de hierro y rotura de 4 piezas dentarias, así como politraumatismo y contusiones. 
 A su llegada al hospital no la atendieron, alegando que debía ir al hospital militar. Al dirigirse al hospital militar de Dajla, fue rechazada porque el médico estaba ocupado. Encontrándose en una situación tan grave y no sabiendo donde acudir, volvieron al hospital civil donde han encontrado al mismo facultativo que los derivó al hospital militar, indicándoles que era urgente que fuera traslada a El Aaiun, ante la falta de asistencia en Dajla. Pidieron una ambulancia, por la que tuvieron que pagar 1000 dírham, que la trasladó a El Aaiun, dejando a sus 2 hijos mayores con familiares.
A su llegada al hospital Elhasan Belmehdi, fue intervenida de urgencia, abonando la intervención que costó 7000 dírham. Allí le implantaron 8 clavos. El postoperatorio duró 15 días, que debió ser abonado por la familia.
Lo que más le duele a Mamay y a la familia es que la policía judicial que agredió a su mujer, no ha recibido castigo, enmarcada esta violencia en la represión que ejerce la policía contra las casas y población saharaui. Presentó denuncia el 4 de mayo de 2010 contra los policías que violaron su domicilio y agredieron a su mujer, sin que hasta la fecha, haya tenido respuesta ni se haya investigado.
Esta misión, a pesar del terror que padece la población saharaui, pudo entrevistarse directamente con la familia Sidi Cheine, cuyo nombre en la época de España es Sidi Uld Hasen-Na Uld Bahi, con DNI español F-1155644, nacido en Villa Cisneros en 1955, quien debió exiliarse del Sahara Occidental ante la violenta invasión marroquí y volvió a su ciudad natal en 1990, al encontrarse familiares muy enfermos. Relató a esta misión como Marruecos ha desplazado a Villa Cisneros a una población de colonos que calcula en 200.000, anegando a la población saharaui, siendo atacados en sus derechos desde hace años, como es su caso en el que le han despedido de su trabajo, por ser saharaui. A penas 24 horas antes del encuentro con esta misión, fue atacado en plena calle delante de su casa por 5 colonos, quienes les agredieron tanto a él como a su esposa, insultándoles, mientras les gritaban que el Sahara es marroquí. 

 Estos hechos se vienen sucediendo durante años, habiendo sido intensificadas las acciones violentas contra los saharauis desde hace dos años; acciones que realizan los colonos unidos a los policías marroquíes (véanse noticias de esta Fundación de febrero y septiembre de 2011).  Relató como es a diario atacada la casa donde vive, junto a su mujer y sus dos hijos pequeños, tirándole basura en la puerta, destrozando puertas y ventanas, que le han obligado a sustituir puertas y ventanas de madera por otras de hierro para evitar su destrucción y resistan los ataques contra su familia.
Tras la agresión sufrida, acudió al jefe de la comisaría que le corresponde por su domicilio, el cual no mostró ningún interés. Ante la pasividad, acudió al wali, gobernador de la ciudad de Villa Cisneros, llamado Hamid Chabar, el cual personalmente le amenazó diciéndole que si no quería sufrir más agresiones, se fuera a Argelia a vivir a los campos de refugiados, “que te proteja el Polisario”, demostrando, según relata a esta misión, que las autoridades marroquíes pretenden la aniquilación de la comunidad saharaui, encontrándose sometida al apartheid en su propia tierra.
En el desplazamiento de esta misión desde El Aaiun a Villa Cisneros, hubo de pasar por 9 controles de policía y gendarmería real instalados a lo largo del camino. No sólo a la entrada y salida de cada población, sino en lugares que Marruecos considera estratégico, como el cruce entre la cinta transportadora de Foss Bucraa con la carretera de Dajla. En dichos controles, las fuerzas marroquíes ejercen una intimación permanente, solo al vehículo en el que se desplaza la misión de observación, consistente en obligar a la misión a detener el vehículo, apartarse de la carretera y estacionarlo, entregar los pasaportes y tras una media de entre 15 y 30 minutos de espera, donde anotan todos los datos y se comunica por radio la presencia de los observadores a otras instancias y sólo tras recibir la autorización de permitir que continúe la misión, se realiza un interrogatorio exhaustivo sobre razones del viaje, origen, destino, profesión y actividades. En algunos de los controles, los efectivos exhiben fusiles de asalto, además de las armas reglamentarias. Esta misma  situación se observa en las calles de El Aaiun y Villa Cisneros, con la peculiaridad de que Marruecos, según los testimonios y lo que ha podido observar esta misión, ha organizado y equipado unidades antidisturbios, dentro del ejército, denominadas “Bler”, que patrullan la ciudad de Villa Cisneros en vehículos Toyota pick up, armados y con uniforme de antidisturbios, acompañando a esa patrulla un vehículo de la policía, realizando las patrullas conjuntamente. Este estado de excepción constituye una violación grave del derecho de los saharauis, de su población con el objetivo de intimidar, controlar y reprimir a la población ocupada.
También, en todo el territorio del Sahara Occidental, esta misión pudo observar decenas de camiones frigoríficos, pintados de blanco, en alguno de los cuales aún se aprecian logotipos y nombres de empresas españolas. Y así, en la carretera de Dajla a El Aaiun, en el complejo del polígono de Playa Aaiun, esta misión se encontró con un vehículo, de la empresa Grupo Sada, en una de esas naves.





Hay que recordar que todo tipo de negocios entre Marruecos y la Comunidad Internacional, que explote de alguna manera el territorio del Sahara Occidental, pendiente de descolonización, va contra el derecho internacional y, por tanto, es una forma de apoyar la ocupación ilegal del territorio.
En la ciudad de Dajla, esta misión tuvo la oportunidad de visitar la Misión católica de la ciudad, manteniendo un encuentro con Abuh Semlali y el párroco temporal de la Misión, de nacionalidad italiana. En dicho encuentro se nos explicó que, tras el derribo del fuerte del siglo XIX, construido por España, que se encontraba en las proximidades de dicha Misión, y siguiendo la política decidida por Marruecos de suprimir y eliminar todo resto de presencia española y de identidad saharaui vinculado a la cultura española, ocupó durante años, parte de las dependencias de la Misión e intentó el derribo de la misma;
Esto provocó movilizaciones saharauis, poniéndose el frente de ellas Abuh Semlali, actual cuidador y mantenedor de dicha Misión, el cual en un acto heroico de lucha contra la ocupación, mantiene en pie, con la ayuda de la Comunidad Saharaui y del Vaticano, todo un símbolo de identidad del Sahara Occidental y de la población saharaui. El cuidado y mantenimiento exquisito de las instalaciones que pudo comprobar esta misión, contrastan vivamente con los impedimentos constantes que las autoridades marroquíes hacen para que no se pueda realizar actividades y eventos en dicha Misión.
Esta Fundación mantuvo, igualmente, encuentro en visita realizada a la Misión Católica de El Aaiun, manteniendo un encuentro con el sacerdote Valerio Eko, en el que expresó el trabajo que viene haciendo la Misión de asistencia a la población cristiana que se encuentra en El Aaiun y la que ocasionalmente se encuentra desplazada, realizando actos religiosos en inglés y en español. No pudieron los observadores encontrarse con el Padre Mario León al no haber sido anunciada la visita y encontrándose en ese momento fuera de la Misión.
Esta misión de observación recabó el testimonio del ex desaparecido y preso político saharaui AHMED SALEM, “El Bruto”:
Nacido en 1952, en El Aaiun, con DNI español número D-2250449. Le caducaron sus papeles por estar en la cárcel.
Desapareció el día 1 de marzo de 1976, antes de la fiesta del trono marroquí, en El Aaiun. Fue detenido, por la policía de intervención auxiliar marroquí, por temor a que organizasen manifestaciones. Fue llevado a la PCCM. Salió a los 3 meses. Le preguntaron sobre sus actividades políticas. Dijo que estaba afiliado al Polisario. Le torturaron con el sistema del pollo frito y de la silla, le dejan la cabeza colgando y se la meten en un baño lleno de agua con zotal y lejía. Te ponen un trapo para estrangularte, es como estrangularte. Otra le ponen las manos y los pies atrás y meten una silla entre la espalda y la barra. “Estas dos son las más duras. Uno puede resistir electricidad, golpes encima de los pies, pero la espalda y el trapo, para mi son las más duras. Prefiero una bala” pero le dijeron que preferían que se muriese lentamente. Les engañaban diciendo que cuando quisiesen decir algo moviendo el dedo, pero en realidad era una trampa. Si movían el dedo es porque aún estaban conscientes y, por tanto, seguían. Lo que hizo, en las siguientes torturas, movía el dedo una o dos veces y después ya dejó de hacerlo y así lo dejaban un rato hasta que viesen que había recuperado el conocimiento.
El 11 de febrero del 77 sufrió, junto con 58 personas, desaparición forzada y fueron llevado al centro de tortura de la PCCM, donde estuvieron un mes y un día. De ahí lo trasladaron a la cárcel Negra de El Aaiun, sin contacto alguno con los familiares ya que la familia no conocía su destino. En todas las torturas asiste la seguridad marroquí; una vez que termina la policía judicial, comienza la Dirección de Seguridad Territorial y el cuerpo de información general y el segundo bureau militar, así sucesivamente. Estuvo durante un año en la cárcel negra. Había gente de Smara, Daora, El Aaiun.
Cada uno torturaba y preguntaba sobre lo que le incumbe. Uno sobre los militares, clases de armas que tiene el Polisario, etc. Cada grupo debe enviar un informe sobre cada detenido. Te formulan pregunta cada uno a lo que le interesa y cada uno tortura en su interrogatorio. Anteriormente, hasta el 80-81, el grupo que pasa por la tortura, pierde uno o dos. En todas las torturas estaba presente el comisario Zekri.
La tercera vez fue detenido el 25 de septiembre de 1980. Detuvieron a él, su mujer y otras 6 personas, en total 4 hombres y 4 mujeres. Estos son: Fatma Boussaoula, Embarka Taleb, Aminetu Anazon, Glaimina Yazid, Bomba Gaia, Brahim Sbai, Mojtar Matalaa y él. Fueron torturados nuevamente por el comisario Zekri, en la casa “de los verdugos”. Primero torturaban las mujeres y después a los hombres, en sesiones que duraban más de 3 horas, donde perdían el conocimiento. Tras las torturas  su mujeres, que estaba embarazada de 3 meses, sufrió un aborto y él acabó con las manos y pies destrozadas. Fue trasladado a las 21:00 horas, tras la visita del director general de seguridad, fue introducido en un Land Rover, en El Aaiun hacia el sur, pasó por el Cine las Dunas y el vehículo se dirigió a Playa Aaiun, pensando entonces que su final estaba cerca, pues allí estaba el centro de detención y torturas BIR 1, pero el Land Rover giró y entró en el aeropuerto. Le subieron a un hércules C130, de fabricación norteamericana y supo, después, que se encontraba en Knetra. Como había sido detenido en el empresa Foss Bucraa, donde trabajaba, la ropa que llevaba era muy fina, por lo que sentí mucho frío. Tras una larga espera, fue trasladado a Casa Blanca, llevándolo a la comisaría que está en Mulay Sherif, por donde pasaron varios saharauis anteriormente, donde pasó 20 días bajo torturas. Siempre es sesiones donde estaba presente el comisario de la Comisaría. Allí le practicaron entre otras, la tortura de estar de pie sobre garbanzos descalzo, aguantando 8 horas hasta que perdió el conocimiento, ante una insuficiencia cardíaca, siendo trasladado al hospital Suisi, de Rabat, donde se le suministró algún medicamento para el corazón, y siendo devuelto a la comisaría, donde fue sometido nuevamente a interrogatorios y torturas.
Allí estuvieron 5 meses, donde se agregó otro grupo de Dajla y El Aaiun, en total unos 30. Junto con este último grupo, estuvieron 9 meses, era el Ramadán de 1981. A las 5 de la madrugada los llevaron en camiones a Marraquech, porque los policías tenían que hacer el ayuno del ramadán. A las 12:00 de la mañana, llegaron las Fuerzas Auxiliares en camiones y fueron subidos a estos camiones y trasladados a Agdz, al este de Uarzazate. Las Fuerzas Auxiliares los desnudaron y los despojaron de lo que llevaban y este, Ahmed Salem, iba sólo con los restos de un pantalón que se lo ponía a modo de falda, para taparse. No tenía más vestimentas ni calzado. Al frente de 20 soldados se encontraba un teniente, siendo recibidos al bajar del camión con golpes con palos por los soldados. Se trataba de un palacio antiguo de Lglaui, que era el centro de detención y torturaban que utilizaban las fuerzas auxiliares. Allí estaban en las antiguas cuadras y vaquerizas del palacio, en 3 establos en la planta baja, mientras que los guardianes y torturadores vivían en la planta alta. Como aún conservaban el estiércol de los animales, y a pesar de los insectos y parásitos que tenían, este estiércol les proporcionaba calor. En el grupo había un niño de 15 años y la comida era una lata de sardinas cada 2 personas. Salían un cuarto de hora al día a un pequeño patio. Estaban todos desnudos y puesto que los establos tenían cañas encima, allí anidaban ratones y serpientes. Estuvieron desnudos durante una semana, después les trajeron sus ropas o trapos que tenían para taparse. Durante todo el tiempo que estuvieron en ese centro de detención, enfermaron todos de avitaminosis pues le daban de comida 2 o 3 arandelas de nabos o zanahorias y 7 y 8 garbanzos hervidos en agua. Por la noche les daban una pequeña ración de arroz hervido y el momento de la entrega de la comida era especialmente violento pues esperaban a que cogieran la comida del suelo, depositada en latas como si fueran perros y cuando iban a cogerla les golpeaban violentamente hasta que se cansaba y cuando no la cogían les pegaban por el desprecio que decían le estaban haciendo a la comida. De los 26 que se encontraban allí, tras varios meses, solo se movían 4 o 5. Por lo que cada uno de los que podía moverse tenía a su cargo 4 presos para ayudarles a moverse. La piel se ponía azul y las marcas de presión sobre la piel se quedaba durante horas, hacían sus necesidades en el mismo plato donde comían y que limpiaban con arena para poder comer. Así estuvieron durante 8 meses.
Cuando estaban al borde de la muerte, trajeron un doctor, el cual prescribió que se les debía dar de comer poco a poco aceite de oliva, dátiles y naranjas, en pequeñas cantidades. El aceite de oliva lo utilizaban para dar masajes en los miembros a los más débiles. Se fueron poco a poco recuperando y fueron trasladados, pasados 9 meses de la visita del doctor, a Kalaat M`Gouna, saliendo de la prisión en 1991. En esta prisión se encontraron con otros presos procedentes de Tan Tan, El Aaiun y de otras partes del Sahara Occidental.
En las cárceles y centros de detención de Marruecos, así como las torturas, se procuraba siempre la debilidad de los presos, con el fin de evitar resistencias y motines. A pesar de ello, murieron 42 saharauis por las condiciones y tratos inhumanos que recibieron.
Esta misión de observación debe agradecer a todos los saharauis que, sabiendo y temiendo una represión por parte de Marruecos por haber mantenido entrevista o ayudado a esta misión de observación y, venciendo el clima de opresión y miedo que instala Marruecos en el territorio, y superando las graves dificultades que supone la violación sistemática de los derechos humanos en el territorio del Sahara Occidental, en hechos sucesivos, reiterados y constatados por numerosos organismos internacionales, así como por misiones de observación anteriores, han posibilitado el desarrollo del trabajo de los observadores, en las ciudades de El Aaiun y Villa Cisneros. Especial mención debe hacerse del defensor de derechos humanos y activista, miembro de CODAPSO, Jouda Abdoullah, que ha acompañado en todo momento a esta misión, tanto en la sede judicial como en su desplazamiento por el territorio.
Esta misión constata, por la observación directa, que la justicia marroquí que opera en el territorio del Sahara Occidental, contraria a la legalidad internacional, reprime a la población saharaui en procesos que las propias defensas califican de nulos; los atestados policiales contaminan el proceso penal, condenándose la libertad de opinión y manifestación como delitos comunes, a una población saharaui que no  puede ejercer su derecho de voto, a la que le está prohibida la asociación en comités de defensa de derechos humanos y sometidas a un férreo control policial y militar. Esta misión ha podido comprobar que el Sahara Occidental, a lo largo de todo el territorio, cuenta con una ingente cantidad de efectivos , estando el territorio militarizado y en estado de sitio, con un control de movimiento de los observadores, siendo seguidos en todo momento por vehículos y agentes de paisano, realizando fotografías a los miembros de la misión desde el interior de los vehículos, e interrogando a las personas con las que los observadores tienen contacto. La libertad de movimiento es sólo aparente, pues el control es exhaustivo. Igualmente, ha podido comprobar como las autoridades marroquíes, en connivencia con países extranjeros, están atrayendo turismo de sol y playa que apoya la ocupación, buscando la construcción de hoteles y complejos turísticos que han comenzado a ejecutarse en las costas vírgenes del Sahara Occidental.
De los testimonios, de la documentación aportada y de los relatos ofrecidos se desprende, que si los mismos responden a la veracidad y exactitud de lo relatado, no contradicho y refrendado con numerosos datos, esta misión concluye que la población saharaui, al momento de realizar la misma, se encuentra en una situación de apartheid, discriminada y que las autoridades marroquíes tratan de conseguir la eliminación de toda resistencia a la ocupación, empleando estrategias múltiples, como son la represión policial y judicial,  la permisividad en algunos casos y en otros el hostigamiento de acciones violentas de los colonos contra la población saharaui. Esta se encuentra marginada de la explotación de los recursos naturales del Sahara Occidental, de sus riquezas y de las empresas derivadas de la explotación de los mismos; lo que constituye una violación del derecho internacional que rige en el territorio.
Esta misión constata la inoperancia de la Minurso. Ha podido comprobar como los vehículos de Naciones Unidas, cargados de alcohol, se encuentran estacionados en la vía pública a la vista de todos, en una misión que, no teniendo competencias en derechos humanos y bajo este prisma interesado, no ejerce sus funciones de alto el fuego contra la población civil.
Esta Fundación, ante la grave situación de violación constante y reiterada de los derechos más elementales de la población y, ante el desencadenamiento de la represión ciega contra la población saharaui que se vive en el Sahara Occidental y ante los nuevos procesos que se encuentran señalados para el próximo día 18 de abril, hace un LLAMAMIENTO a los observadores internacionales (juristas y no juristas), organizaciones de derechos humanos, medios de comunicación, Instituciones españolas y europeas para que envíen, como se han comprometido, misiones de observación al territorio, que velen por el respeto de las resoluciones de Naciones Unidas y del derecho internacional que, unánimemente, condenan la ocupación marroquí. Y así mismo, con la presencia de observadores en el territorio, se garantice la celebración de procesos judiciales justos y que respeten la legalidad internacional, de aplicación en el territorio.

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