martes, 29 de mayo de 2012

Senado de Chile repasa situación en Sahara Occidental en virtud de últimos acontecimientos


El Senado de Chile repasa en sesión plenaria y con caracter de urgencia, a instancias de su Primer Vicepresidente, la situación en el Sahara Occidental motivado por el veto marroquí a la dinámica del proceso de descolonización y por el agravamiento de la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados saharauis. Intervención del Primero Vicepresidente del Senado de Chile, H.S Alejandro Navarro.

INTERVENCIÓN DEL SENADOR ALEJANDRO NAVARRO BRAIN VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL SENADO DE LA REPUBLICA SITUACIÓN DEL PUEBLO SAHARAUI
Sesión 21ª, miércoles 23 de mayo de 2012
El señor NAVARRO.- Señor Presidente, quisiera referirme al caso del pueblo saharaui.
Como es sabido este pueblo, el único de origen árabe de habla hispana, estuvo colonizado por España hasta el año 1975, año en que el territorio saharaui fue ocupado nuevamente, esta vez por el Reino de Marruecos.
Desde ese momento el único representante del pueblo saharaui, el Frente Polisario, ha luchado contra la ocupación por la liberación nacional y ha logrado el reconocimiento como “territorio no autónomo” al Sahara Occidental, por lo que opera en Naciones Unidas la Resolución 1514, que consagra importantes mecanismos de descolonización.
En 1976, el Frente Polisario declaró la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática, la que actualmente es miembro de la Unión Africana, Estado que ha sido reconocido por más de 80 países y Estados en el mundo.
En estos momentos el Reino de Marruecos se encuentra en una lista negra internacional como uno de los países donde aún se practica la tortura, la desaparición de personas, donde el colonialismo aún es defendido por la política de Estado isla, que ni siquiera pertenece a la Unión Africana.
Debemos decirlo: los gobiernos de la Concertación no tuvieron los pantalones bien puestos con el tema saharaui. El 30 de noviembre de 1999 el Canciller de ese entonces, Juan Gabriel Valdés, envió una carta al Canciller saharaui manifestándole la intención de Chile de reconocer a la RASD, lo que por indebidas presiones del Reino de Marruecos no se ha concretado aún.
No entiendo por qué un pueblo que ha sufrido la invasión, tortura, desaparición de personas, colonialismo y graves vulneraciones a los Derechos Humanos, tiene vedado en Chile el legítimo reconocimiento a su independencia, de su soberanía, la que ha sido usurpada, no porque yo lo diga, sino porque es una convicción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en más de 50 resoluciones. Cabe señalar que existe una misión especial de la ONU para el Sahara Occidental, la MINURSO.
Este Gobierno de Derecha, que ha sido profundamente errático en su política internacional, como prueba la conducción a puertas cerradas y con énfasis en lo económico de nuestras relaciones con Latinoamérica, con grave perjuicio a la causa chilena en el Tribunal de la Haya contra nuestros hermanos de Bolivia, bien podría reconocer de una vez a este pueblo oprimido. Digo a los saharauis.
El Presidente Francois Hollande, en Francia, como socialista de verdad garantiza un gesto político respetuoso de los derechos fundamentales del pueblo saharaui, contrario a lo que hizo Sarkozy, que, mientras proclamaba los principios de la Revolución Francesa, se oponía a una mayor fiscalización de la ONU.
Hemos dado un ejemplo, pues en la Cámara de Diputados, se han aprobado acuerdos, como el Nº 134 de 4 de agosto de 2010, en el que pide esa Corporación al Presidente que reconozca “definitivamente” a la RASD, y establezca inmediatas relaciones diplomáticas con ella. Este acuerdo fue votado favorablemente por cinco Diputados de la UDI y dos de Renovación Nacional, lo que prueba la transversalidad de esta causa.
Ahora, en el Congreso Nacional existe la solidaridad de ciertos Senadores con Marruecos, situación que no critico. Lo que sí señalo es que lo que no entienden estos Honorables colegas es que, defendiendo los intereses de Marruecos, defienden lo mismo que se le reprocha a Pinochet: tortura. Tenemos Senadores defendiendo elementos de esta naturaleza en Marruecos en contra del pueblo saharaui, defendiendo la desaparición de personas, la celebración de juicios falsos, la existencia de presos políticos.
Al que lo dude, yo solicito que pudiera examinar el último informe del Comité contra la Tortura de Naciones Unidas, que supervigila el cumplimiento de la Convención contra la Tortura, sobre Marruecos, de fecha 21 de diciembre de 2011, que señala: “El Comité observa con preocupación que la ley Nº 03, del 03 de 2003, de lucha contra el terrorismo no contiene ninguna definición precisa del terrorismo, a pesar de que lo exige el principio de legalidad de las infracciones. El Comité está preocupado por las numerosas denuncias de tortura y matos tratos cometidos por los agentes de policía, los funcionarios de prisiones (...) el Comité sigue estando preocupado por las denuncias de que Marruecos ha servido de punto de salida, de tránsito y de destino para “traslados secretos” realizados fuera de todo marco legal. (...) El Comité está preocupado por las denuncias recibidas sobre la situación imperante en el Sahara Occidental, donde, al parecer, las fuerzas del orden y las fuerzas de seguridad marroquíes someten a las personas sospechosas a detenciones y encarcelamientos arbitrarios, a encarcelamientos en régimen de incomunicación y en lugares secretos, a torturas y malos tratos, a la extracción de confesiones mediante la tortura, a desapariciones forzadas y al uso excesivo de la fuerza (...)
Inquieta particularmente al Comité no haber recibido hasta la fecha información alguna en el sentido de que se haya condenado a ningún responsable de un acto de tortura (...) Le preocupa constatar que la confesión sirve de base de numerosas condenas penales, incluso en casos de terrorismo, lo que crea condiciones que pueden favorecer la utilización de la tortura y de los malos tratos contra el sospechoso”.
Señor Presidente, todo lo que he leído forma parte, por cierto, del informe del Comité contra la Tortura de Naciones Unidas, que supervisa el cumplimiento de la Convención contra la Tortura. No es nada. No es propaganda saharaui. Es un informe de un Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas.
En medio de este oscuro panorama, el 17 de mayo Marruecos ha puesto fin unilateralmente a la labor de Christopher Ross, enviado personal del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, para resolver el conflicto del Sahara Occidental, en virtud de que este incluyo en su informe ante el Consejo de Segundad que Marruecos “ha puesto en peligro el carácter confidencial de las comunicaciones entre el cuartel general de la MINURSO y Nueva York” y que “la presencia de la policía marroquí fuera del complejo desalienta a los visitantes de acercarse a la MINURSO, en su calidad de entidad independiente”.
Nos hace bien, Presidente, como país poder desmarcarnos de esta grave mancha sobre nuestra política internacional castrada, miope, que apoya con su silencio lo indecible.
¡No es posible que estemos defendiendo esto, señor Presidente! ¡No podemos defender la acción y la actitud de Marruecos en contra del pueblo saharaui!
Por ello, emplazo a este Gobierno, nuestro Gobierno, a dar verdaderas señales de apertura, de pensamiento democrático, garantista y protector de la dignidad humana, no solo en el discurso, sino en la acción.
Este Gobierno, encabezado por el Presidente Piñera, tiene la gran oportunidad de poder establecer relaciones con la República Árabe Democrática Saharaui, del mismo modo que con Marruecos. No se pide nada especial. Se pide que haya igualdad, que haya equilibrio.
Las relaciones comerciales con Marruecos, señor Presidente, no sobrepasan los 600 mil dólares de intercambio. No hay razón económica, solo una razón política. Ochenta países de África reconocen a los saharauis. Son Vicepresidente del Congreso Nacional Africano. Y la mayoría de las naciones, señor Presidente (Venezuela, Brasil, Perú, Bolivia, Uruguay), han reconocido a los saharauis.
Pido, por tanto, señor Presidente, se oficie al Presidente de la República y al señor Canciller de Chile, Alfredo Moreno, para que reconozca... Exhortamos al Presidente de la República, solicitamos al Presidente de la República que reconozca a la RASD, que acate la voluntad de las peticiones innumerables del Congreso de la República, tanto de la Cámara de Diputados como del Senado, sobre el reconocimiento.
Esta solicitud la hacemos con la máxima humildad, pero también con la máxima convicción de que estamos aportando, por cierto, a un proceso de libertad, de fin al colonialismo, que hoy día Marruecos ejerce en contra de la República Árabe Democrática Saharaui.
El Frente Polisario, señor Presidente, ha luchado por la vía de las armas, y las ha depuesto y ha pactado la paz en la búsqueda de una salida democrática.
He tenido la posibilidad de estar a lo menos en tres ocasiones junto a Mohamed Abdelaziz, Presidente de la RASD. He participado en sus congresos. He conocido el sufrimiento del pueblo de la República Árabe Democrática Saharaui.
Me he encontrado con la enorme sorpresa que allí los niños, por cierto, hablan español y conocen Chile, conocen América Latina. Porque esas raíces hispanas los han llevado a acercarse también a América Latina. Y la verdad es que muchos de ellos adolescentes y estudiantes universitarios no saben ni comprenden por qué razón nuestro país aún se niega a ese reconocimiento.
Pedimos igualdad. Solo que la RASD tenga el mismo reconocimiento que tiene el Reino de Marruecos, porque allí hay un rey.
Señor Presidente, estamos en deuda con la República Árabe Democrática Saharaui, estamos en deuda con el Frente Polisario. Yo esperaría que este Presidente pudiera saldar esa deuda, en el reconocimiento y la apertura de una embajada de la RASD en Chile.
He dicho, señor Presidente.