Nueva York, 15/06/12(SPS)-. La
“cuestión del Sahara occidental ha de resolverse mediante el ejercicio
del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui afirmó este jueves el
Represente del F. Polisario en las Naciones Unidas, Ahmed Bujari en un discurso ante el Comité de Descolonización de la ONU en Nueva York,
según lo informado por fuentes diplomáticas saharauis.
En su discurso se ha referido a tres aspectos: La situación
de los DD.HH en los TT.OO, las actuales rondas de negociaciones y la
Responsabilidad del Comité y perspectivas.
A continuación el texto
integro de la Intervención de Ahmed
Bujari Representante del Frente Polisario en Nueva York ante el Comité
Especial de los 24
Señor Presidente,
Honorable Delegados
En nombre del Frente Polisario deseo
agradecerles la oportunidad de estar
aquí de nuevo ante el Comité para informarle sobre los acontecimientos
sobrevenidos desde la pasada sesión de junio 2011 en y en torno a la cuestión
del Sahara Occidental.
Tres campos merecen la atención
del Comité.
1.-La situación sobre el
terreno.
Como habíamos venido diciendo
de manera reiterada ante el Comité, la situación sobre el terreno se degrada en
progresión geométrica. Las prisiones marroquíes se llenan de presos políticos
saharauis. Varias decenas de saharauis detenidos a raíz del desmantelamiento
del gigantesco campamento de protesta Gdeim Izik por las fuerzas de ocupación
marroquíes en noviembre 2010, hecho que motivó una reunión específica del
Consejo de seguridad, siguen todavía hacinadas en varias prisiones en espera de
juicios ante tribunales militares, recurso que refleja la verdadera naturaleza
de la presencia colonial de Marruecos en el Territorio. Las torturas, malos
tratos y abusos de los que son víctimas fueron denunciados por la Comisión
contra la Tortura de la ONU en su informe de fecha 26/Noviembre /2011, que
incluye las observaciones del Comité sobre el informe periódico al Consejo de
derechos humanos de Ginebra. La Comisión pidió a Marruecos, cito:” Tomar de
manera urgente medidas concretas para poner fin a los actos de violencia y
abusos contra los presos y civiles saharauis”.
La represión ha traspasado las
fronteras del horror, como lo demuestra
el reciente caso del ciudadano saharaui Hamdi Tarfawi, que fue desaparecido sin dejar rastro para
aparecer su cadáver, el pasado 18 de mayo,
descuartizado en las afueras de la ciudad ocupada de Aaiún. El joven
saharaui, Said Dambar, asesinado por un policía marroquí el 21 de diciembre de
2010 de un disparo en la cabeza, permaneció hasta hace pocos días en una
morgue, ante el rechazo de las autoridades de ocupación de esclarecer las
circunstancias de su muerte y depurar las responsabilidades políticas y penales
inherentes al caso. La pasada semana, y en contra de la opinión de su familia,
y en contravención de las normas legales y prácticas religiosas, las
autoridades marroquíes forzaron su entierro.
El paradero de más de 600
saharauis civiles capturados por las fuerzas marroquíes a lo largo del
conflicto, sigue desconocido. Según documentos oficiales marroquíes publicados
en diciembre 2010, más de 300 de entre ellos, con nombres y apellidos,
perecieron en cautiverio, entre ellos niños de edades que oscilan entre 3 meses
y 14 años. En el año 2004, tumbas secretas de 50 saharauis fueron halladas en
el sur de Marruecos por una instancia oficial marroquí, la IER.
Ciento cincuenta y un
militares saharauis capturados antes del alto el fuego en vigor desde 1991,
siguen también en paradero desconocido.
Según medios de prensa marroquíes, como el diario Al Jarida Al Oula
publicó en el verano del 2008 lo que un
miembro de la delegación de Marruecos en las negociaciones de Manhasset confesó
a la mencionada instancia oficial de
investigación, (Cito): "Hay alguna gente (…) tres o cuatro oficiales del Ejército
(marroquí) que han cometido lo que puede
llamarse crímenes de guerra; muchos civiles fueron lanzados al vacío desde
helicópteros o enterrados vivos por ser saharauis".(Fin de cita).
Estas dramáticas
circunstancias han llevado en múltiples ocasiones tanto al Parlamento Europeo
como a organizaciones de derechos humanos como Amnistía internacional, Human
Rights Watch a solictar al Consejo de seguridad que autorice a la MINURSO
incorporar en sus funciones un mecanismo encargado de seguir e informar sobre
la situación de los derechos humanos mientras el conflicto no encuentre una
solución justa y duradera.
Este mecanismo está incluido
además en todas las misiones de paz de la ONU creadas desde 1978 y se ha
convertido en una práctica normal en el funcionamiento de estas misiones.
No obstante, debemos seguir
diciéndolo, la oposición de Francia en el seno del Consejo ha impedido hasta
ahora una respuesta positiva a esta demanda. La práctica del doble rasero, del
doble estándar, tiene aquí su máxima expresión.
2.-Los recientes desarrollos.
Sr. Presidente.
En su informe al Consejo de
seguridad de abril de este año, el SG de la ONU puso en conocimiento del
Consejo , y de manera particular en los párrafos 46, 93 y 112, que las
restricciones impuestas por Marruecos a la MINURSO impiden a la misión actuar
en el marco de la practica general establecida para otras misiones de paz.
En este contexto, el informe
señaló que la MINURSO no tiene libertad de movimientos ni acceso directo a la
población civil ni tampoco contactos con los defensores de derechos humanos
saharauis. Según el informe, las comunicaciones de la MINURSO con la sede de la
ONU en Nueva York fueron objeto de
espionaje, que sus automóviles se ven forzadas a llevar matrículas marroquíes-contrariamente
a la norma general- mientras la sede de la MINURSO en el territorio se
encuentra rodeada de banderas marroquíes .
Estos factores arrojan-según
el informe -serias dudas sobre la imparcialidad y neutralidad de la Misión
respecto al pueblo saharaui, al Frente Polisario y a la comunidad
internacional. EL SG pidió, en el párrafo 112 del informe, apoyo al Consejo
para fortalecer la credibilidad de la MINURSO a fin de que la Misión pueda
hacer frente a estos desafíos.
La resolución 2204 del consejo
adoptada el 24 de abril 2012 sobre este informe “exhorta a todas las partes a
que cooperen plenamente con las operaciones de la MINURSO, incluida su libre
interacción con todos los interlocutores y tomen la medidas necesarias para
garantizarle la seguridad y la circulación y acceso sin trabas en la ejecución
de su mandato ( para OP 3)”.
En esta resolución, el Consejo “afirma su
enérgico apoyo al compromiso del SG y su Enviado personal de lograr una
solución a la cuestión del Sahara occidental y pide que se intensifiquen las
reuniones y se afiancen los contactos” (OP6).
La última ronda de
negociaciones se celebró en marzo pasado en Nueva York y en la que
las dos partes aceptamos, de un lado, la solicitud del Enviado personal
de continuar estas rondas negociadoras en junio y julio de este año y, de otro,
su intención de visitar por primera vez el Territorio, visita que había
programado para el pasado mes de mayo.
No obstante, Sr, Presidente,
ningún de estos acuerdos se ha cumplido hasta ahora como consecuencia de la decisión de Marruecos, comunicada
oficialmente al SG el pasado 6 de mayo de poner fin a su cooperación con el
Enviado personal. El Secretario General ha retirado públicamente su confianza y
apoyo a su Enviado Personal. Estamos de nuevo ante una nueva y altamente
peligrosa obstrucción a los esfuerzos de la ONU por poner fin a este último
problema colonial africano en la agenda del Comité.
3.- Responsabilidad del Comité
y perspectivas.
Sr. Presidente,
Han pasado más de tres décadas
y este problema de descolonización sigue inconcluso. El prometido referéndum no
se ha realizado. Los derechos humanos se siguen violando impunemente y los
recursos naturales del territorio objeto de un expolio acelerado con la
participación y concurso de postores de toda calaña, incluida la Unión Europea.
La espera por la solución prometida que no llega ha costado y sigue costando
mucho al pueblo saharaui, al conjunto de la región y al buen nombre de esta
Organización. Es evidente que la paciencia mostrada hasta ahora por los
diferentes órganos de la ONU implicados activamente en la búsqueda de esa
solución no ha dado los resultados deseados. Todo lo contario. El precio de no
molestar a Marruecos en su empeño agresivo contra el derecho a la
autodeterminación de un pueblo es a todas luces excesivo para la credibilidad
de las Naciones Unidas.
La reciente decisión tomada
por Marruecos de poner fin a la mediación en curso, que se ha venido realizando
bajo el liderazgo del Secretario general de la ONU, refleja una actitud poco seria
y poco responsable en la medida en que implica la puesta en tela de juicio de
la perspectiva diplomática que ha sido hasta hora la apuesta de la comunidad
internacional para asegurar una solución pacífica, justa y duradera al
conflicto colonial del Sahara occidental.
Estos desarrollos deben, Señor
Presidente, ser objeto de toda la atención del Comité especial, toda vez que la
descolonización del Sahara occidental sigue siendo un objetivo que recae dentro
del ámbito de sus responsabilidades. Para la ONU la cuestión del Sahara occidental ha de
resolverse mediante el ejercicio del derecho a la autodeterminación del pueblo
saharaui. Así lo rezan todas las resoluciones de la Asamblea general y el
dictamen del Tribunal Internacional de Justicia. El ejercicio de este derecho
que excluya la opción de la independencia, como pretende la potencia ocupante,
es contrario a la legalidad internacional.
No es pedir nada nuevo al
Comité especial que ha de hacer todo
para que se conozca de manera válida la opinión del pueblo saharaui,
saber qué quiere acerca de su futuro, y
creemos firmemente que no hay otra vía para lograrlo que la de consultarle
directamente.
Esta fue la conclusión a la
que había llegado la comunidad internacional al enviar una Misión de la
ONU-MINURSO- para organizar un referéndum de autodeterminación en el Sahara
occidental. Renunciar a ese logro, como consecuencia de la arbitrariedad y la
estrategia de la obstrucción de la potencia ocupante, es aceptar la derrota del
sistema internacional.
Responsabilidad y rol del
Comité especial
Creemos que el Comité debe
re-implicarse con todas las energías que su misión y mandato le permiten y
sobre todo hoy, ante los peligros al proceso de paz que se derivan de las
últimas decisiones tomadas por el gobierno de la potencia ocupante. En este
contexto, el Comité debe a nuestro modo de ver volver a visitar el Territorio
del Sahara Occidental para evaluar la situación y los desarrollos sobre el
terreno que tuvieron lugar con posterioridad a la visita que había efectuado en
mayo de 1975.
Desde otro ángulo, nos parece
que recae dentro de las competencias de este Comité así como de su práctica, el
celebrar una sesión especial sobre el Sahara occidental e invitar a los Estados
Miembros de la ONU y de la UA así como expertos de reconocida credibilidad a
ese debate, que realzaría la autoridad y
credibilidad del Comité.
Para las dos cosas, Usted
puede, Sr. Presidente contar con el apoyo y respaldo del F. Polisario, que es
junto a Marruecos, el partenaire de la ONU en el proceso descolonizador de este
último territorio africano aun en lucha por su plena autodeterminación.
Muchas gracias