Por: Chema Caballero | 15 de
junio de 2012
Lafkir Kaziza, un joven
saharaui de 21 años, inició el pasado 1 de junio una huelga de hambre frente a
la embajada de Marruecos en Madrid (calle Serrano 179) con el objetivo de
conseguir la puesta en libertad de 22 personas detenidas por el ejército y la
policía marroquíes el 8 de noviembre de 2010 en el campamento saharaui de Gdeim
Izik.
Lafkir Kaziza dice estar
decidido a morir si el gobierno marroquí no libera a los detenidos o inicia un
proceso judicial inmediato que permita a los activistas saharauis ser juzgados
de acuerdo a la ley. También pide que se permitan las visitas “en régimen
abierto, sin cristales y sin vigilancia” a los presos que se encuentran en la
cárcel de Salé (Rabat). Al mismo tiempo denuncia las torturas frecuentes a las
que son sometidos los prisioneros, al igual que sucede con los casi 80
prisioneros saharauis repartidos por el resto de prisiones marroquíes.
El 10 de octubre de 2010,
siete mil jaimas y 20.000 personas se instalaron en una zona desierta cerca de
El Aaiún para reclamar una mejora de sus condiciones sociales y económicas,
especialmente del acceso al trabajo, la educación y a la vivienda, el respeto
de los derechos humanos y el reparto justo de las riquezas naturales entre la
población. Se trataba de la mayor protesta organizada por el pueblo saharaui
desde que España abandonara el territorio en 1975.
El 6 de noviembre, el rey
Mohamed VI de Marruecos en un discurso, pronunciado con motivo de la
celebración del 35 aniversario de la Marcha Verde, declaró que no toleraría
ninguna violación, alteración o puesta en duda de la “marroquinidad” de la
parte del Sáhara Occidental al este del muro marroquí, zona donde normalmente
opera el Frente Polisario.
El 8 de noviembre, militares y
policías marroquíes entraron en el campamento con cañones de agua, gases
lacrimógenos y porras. El ministro de Asuntos Exteriores saharaui, Moahmed Uld
Salek, calificó el acto de “barbarie” y reclamó una intervención urgente del
Consejo de Seguridad de la ONU.
Año y medio después de aquel
acontecimiento, Marruecos sigue sin llevar ante la justicia a los detenidos. En
enero de este año, el juez concluyó la instrucción del sumario y se fijó el
juicio para el 15 de mayo. Sin embargo, este fue suspendido sin que se alegase
ninguna razón para ello y hasta el momento no se ha vuelto a fijar nueva fecha.
La defensa de los activistas
saharauis ha pedido la libertad condicional de los mismos, la cual ha sido
denegada. Los detenidos están acusados de pertenencia a banda criminal y de
asesinato de agentes de las fuerzas del orden marroquí, durante las operaciones
de desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik. Según el gobierno, 11 agentes
de seguridad murieron aquel día. Los saharauis, por su parte, reclaman la
muerte de 3 de sus seguidores.
Los activistas piden un juicio
justo para los imputados. Durante el tiempo que llevan en la cárcel, estos han
realizado diversas huelgas de hambre.
Ahora Lafkir Kaziza se une a
sus reivindicaciones frente a la embajada de Marruecos en Madrid. Se puede
seguir el día a día de su huelga en la página de Poemario para un Sáhara libre.
El siguiente video recoge la
presentación del manifiesto que se leyó el día que dio comienzo la huelga. No
tiene buena calidad de sonido, pero vale la pena escucharlo.