viernes, 13 de julio de 2012

Resolución política sobre el conflicto del Sahara Occidental aprobada en el 1er Congreso de EQUO


Treinta y seis años después, el proceso de descolonización del Sáhara Occidental continúa pendiente de solución, sin que las continuas resoluciones de Naciones Unidas reafirmando el ejercicio del principio del derecho a la libre determinación del pueblo saharaui se impongan.
EQUO (http://www.equova.org/) entiende que este estancamiento provoca un conflicto político que afecta a la estabilidad, seguridad, desarrollo y futuro de la
región, una permanente violación de los derechos humanos de los ciudadanos /as en las zonas ocupadas del Sahara Occidental, por parte de las autoridades de Marruecos, así como un grave problema humanitario debido a la situación de la población saharaui en los campamentos de refugiados en Tindouf (Argelia), dependientes de la cooperación y ayuda internacional para su supervivencia.
Al estado español –a sus gobiernos central y autonómicos, a sus instituciones, a las diversas administraciones, a las fuerzas políticas, a las organizaciones sociales, a su sociedad-, le corresponde, como antigua potencia colonial y aún hoy administradora del territorio, jugar un papel activo y una implicación político-diplomática directa en la resolución de este problema descolonizador inacabado.
Los legítimos intereses de España en Marruecos no pueden condicionar nunca la legalidad internacional y los derechos humanos. No podemos aceptar de ningún modo, amparar una acción de gobierno que ponga los beneficios económicos y comerciales por encima de la legalidad, la justicia y los derechos de los pueblos.
EQUO (http://www.equova.org/) tiene por objetivo común que, los derechos de los pueblos a la autodeterminación y a decidir libremente su destino, se abran camino y sean respetados. Un ejemplo de ello es nuestra posición sobre la irrupción de las llamadas “primaveras árabes” como expresión clara de los deseos de paz, libertad, democracia y justicia de sus pueblos.
En esta línea, la legalidad internacional que representa el Plan de Paz de Naciones Unidas de 1991 para el conflicto del Sahara Occidental, es la única opción y solución pacífica a este proceso de descolonización inconclusa.
Por ello, es imprescindible y urgente que el pueblo saharaui pueda decidir sobre su presente y futuro, mediante la celebración de un Referéndum de autodeterminación libre, democrático y transparente, que contemple su independencia o integración en el reino de Marruecos.
En Madrid, a 8 de julio de 2012