Ebbaba Hameida Hafed
Foto Marathon Sahara
Se disuelve la Yemaa. El Frente Polisario
convoca a todos, nadie quiere faltar, el futuro de todos depende del éxito de
este gran día.
La fuerte presión
marroquí por el norte, con la llamada marcha verde, más conocida por el pueblo
saharaui como la marcha negra. La inminencia de una ocupación que promete ser
sangrienta y cruel, o tal vez los azares del destino hicieron que en la última
colonia española, todo un pueblo se congregue bajo una gran Jaima bajo, una
única voz. La bandera polisaria.
Unión. División. Bombardeos. Minas. Muros.
Exilio. Torturas. Intifada. Gdeim Izik. Unión. El doce de Octubre de 1975 ante
la inminente invasión marroquí, se constituye el día de la Unidad Nacional del
Pueblo Saharaui. La ONU exigía un referéndum de autodeterminación mientras que
España traicionaba sin compasión. Una bomba del cielo impacta, arden las arenas
del desierto y ansían la división de un pueblo unido.
Sahara dividida, tierra fragmentada, Rio de
Oro y Saguia el Hamra. Cual carroñeros, Marruecos y Mauritania despedazan los
restos de la última colonia hispana. Construyen muros pretendiendo división,
pero ignorando la firmeza cimentada en la Unidad, que emanó un espíritu de
resistencia.
Unos desde el exilio, otros detrás del muro y
otros tantos dispersos por el mundo, son las consecuencias de la guerra y de la
gran mentira del acuerdo de paz y del incumplimiento a las resoluciones del CS
de la ONU. Tal vez sea un pueblo reducido, un pueblo por un muro dividido, pero
cada doce de octubre este pueblo permanece más unido decidido a conquistar su
inalienable derecho a la recuperación de su total soberanía nacional.
Bajo la ocupación emprendieron su Intifada,
bajo tortura sus lágrimas se convirtieron en semillas de dignidad, dignidad que
eclosionó en una ferviente primavera árabe, es la consecuencia de GDEIM IZIK.
Bajo ciudades militarizadas sueñan su libertad, en condiciones infrahumanas se
alimentan de esperanza, en el peor de los escenarios construyeron su Estado.