La comisión
de Pesca del Parlamento Europeo se ha mostrado este jueves dividida sobre el
nuevo acuerdo de pesca entre la Unión Europea cuya ratificación deberá votar en
noviembre, entre los grupos mayoritarios que ven "mejoras" en su
rentabilidad económica y sostenibilidad social y medioambiental y otras
formaciones, en especial Los Verdes e Izquierda Unitaria, que piden que sea
rechazado de nuevo porque dudan de que respete los derechos de la población del
Sáhara occidental.
EUROPAPRESS. 03.10.2013 La comisión de Pesca del Parlamento Europeo se ha mostrado
este jueves dividida sobre el nuevo acuerdo de pesca entre la Unión Europea
cuya ratificación deberá votar en noviembre, entre los grupos mayoritarios que
ven "mejoras" en su rentabilidad económica y sostenibilidad social y
medioambiental y otras formaciones, en especial Los Verdes e Izquierda Unitaria,
que piden que sea rechazado de nuevo porque dudan de que respete los derechos
de la población del Sáhara occidental.
El coste
para las arcas comunitarias de este pacto y las dudas sobre las garantías de
pesca sostenible y de cumplimiento del derecho internacional, en referencia a
la situación de la excolonia española, llevó a la Eurocámara a tumbar un
acuerdo previo a finales de 2011 y exigir una nueva negociación.
En un
debate parlamentario, el Ejecutivo comunitario y la ponente del informe sobre
la cuestión en la comisión de Pesca, la 'popular' española Carmen Fraga, han
defendido que el nuevo pacto pendiente de ratificación "mejora" las
condiciones para ambas partes. Lo acordado es "viable social, política y
medioambientalmente" hablando y sus beneficios "redundan en las
poblaciones locales", según un experto comunitario.
"Creo
que los tres elementos clave para votar en contra se han subsanado con el nuevo
protocolo", ha declarado por su parte Carmen Fraga, tras repasar elementos
como la cláusula que permitiría suspender el convenio por vulneración de
Derechos Humanos y la introducción de un sistema de intercambio electrónico
para un mejor control de la actividad pesquera.
Fraga
considera que las dudas respecto al impacto en la política sectorial local y
sobre el derecho internacional quedan también resueltas por la "obligación"
que asume Rabat de informar "periódicamente" de los beneficios e
inversiones que permitirá el acuerdo y de "su distribución geográfica".
Sin embargo,
desde el grupo de Los Verdes se han escuchado críticas a Marruecos por no
permitir a los eurodiputados viajar a territorio saharaui para examinar su
situación 'in situ' y han reclamado a Bruselas garantías de cómo verificará el
cumplimiento de la salvaguarda de DDHH.
En este
sentido, Raül Romeva (ICV) ha criticado la "vaguedad" de las
exigencias en cuanto al ámbito geográfico y ha dejado claro que no considera
solventada la situación del Sáhara occidental, porque "la exclusión de sus
aguas no es real". Tampoco ha considerado que se hayan producido mejoras
en los requisitos de Derechos Humanos porque, ha dicho, lo dispuesto en el
nuevo pacto no cambia las referencias que ya había en el anterior.
El
eurodiputado liberal finlandés Nils Torvalos, por su parte, ha recordado que
países como Estados Unidos "siempre descartan de sus acuerdos el Sáhara
occidental" como ejemplo de solución a la disputa, y ha apoyado la
petición de Los Verdes para que los servicios jurídicos se pronuncien
formalmente sobre el nuevo protocolo. Mientras que el portugués Joao Ferreira, de
Izquierda Unitaria, ha considerado que el nuevo régimen sigue siendo "ilegal"
porque Bruselas "no ha cambiado lo que tenía que cambiar" para
excluir las aguas que reclama la excolonia española.
Rentabilidad
económica y sostenibilidad pesquera
Frente a
estas exposiciones, el socialista portugués Luis Manuel Capoulas Santos ha
dicho que sería un "camino erróneo y tortuoso" pretender buscar una
solución al conflicto del Sáhara desde una comisión de pesca, y ha subrayado la
"mejoría" en la rentabilidad el acuerdo, que equilibra la
compensación de la UE con las posibilidades de pesca.
Según datos
ofrecidos por el Ejecutivo comunitario, el nuevo convenio, negociado para
cuatro años, tendrá un coste anual de 40 millones de euros y aumenta en un 33 %
las posibilidades de pesca para la flota comunitaria. Esta cifra supera los 36
millones que pagaba la Unión Europea por el acuerdo anterior, pero su impacto
en las arcas comunitarias será menor porque la subida la asumirán los armadores
europeos interesados en la zona.
Además de
Fraga y Capoulas Santos, otros eurodiputados como la socialista española
Dolores García Hierro y el vicepresidente de la comisión pesquera Struan
Stevenson, de los Conservadores y Reformistas, han apostado por validar el
acuerdo. En su opinión, la actividad pesquera europea y el sector marroquí se
verán beneficiados y, además, consideran que la cuestión saharaui debe ser
tratada en otros foros internacionales, y no a través de un convenio comercial
como este.
Stevenson
ha alertado de que si no son los barcos europeos los que acudan al caladero
gestionado por Rabat, lo harán otros de bandera rusa o china a los que "les
importa un bledo" la situación del Sáhara o las exigencias
medioambientales y sociales. "Y luego importaremos su pescado a la Unión
Europea", ha remachado.
Bruselas
anunció un nuevo acuerdo el pasado julio con Rabat que cumpliría estas
exigencias, al establecer un protocolo de cuatro años, a cambio de una
contrapartida de 40 millones anuales y una cláusula que permite la suspensión
del convenio en caso de vulneración de Derechos fundamentales.
Tras un
debate de dos horas con los servicios de la Comisión Europea, los eurodiputados
han solicitado a los servicios jurídicos del Parlamento Europeo aclaraciones
sobre la cuestión saharaui, mientras la 'popular' Carmen Fraga ultima el
informe que será votado en comisión a finales de noviembre. El pleno de la
Eurocámara se pronunciará después, en una fecha aún sin determinar, ya que debe
aprobar o rechazar el acuerdo, aunque no podrá modificarlo.
Los 28
también tienen que dar su visto bueno formal para que los barcos europeos, en
su mayoría españoles aunque hay de otras once nacionalidades, puedan regresar a
faenar a la zona