jueves, 10 de octubre de 2013

Marruecos quiere silenciar a una familia saharaui

EQUIPO MEDIA, El Aaiún, Sahara Occidental ocupado, 7 de octubre de 2013
La familia Daoudi, de Guelmin, es muy conocida de los activistas saharauis. Luchan pacíficamente por la independencia del Sahara Occidental, contra la ocupación marroquí. El padre, Mbarek, formó parte de varias delegaciones a los campamentos de refugiados.
El descubrimiento de la fosa común en Amgala, que contenía 8 cuerpos de saharauis, cambió radicalmente el día a día de Mbarek Daoudi y de sus 5 hijos, Taha, Omar, Mohamed, Brahim y Hassan.
Taha, nacido en el 87, y Omar, nacido en el 88, fueron detenidos el 9 de agosto junto a otros cuatro activistas saharauis de Guelmin, al sur de Marruecos, tras unas escaramuzas a propósito de un partido de fútbol que enfrentaba a dos equipos locales, uno saharaui y el otro marroquí. El partido no terminó porque ciudadanos marroquíes ayudados de la policía marroquí atacaron a los espectadores saharauis cuando el partido iba 2-0 a favor de los saharauis. El juicio de Taha y de Omar tuvo lugar el 19 de septiembre. Acudieron los activistas saharauis Mariem Aia'aich, Brahim Dahan, Taqi Machdoufi, Mohamed Mayara, Abderhaman Zayou, Jamal Kraidach, junto con el padre, Mbarek Daoudi. La sentencia fue dictada el 26 de septiembre, condenándoles a 10 meses en primera instancia; un año, tras la apelación.
En su encuentro con los activistas, Mbarek testimonió que presenció la ejecución de una familia cuyos cuerpos acaban de ser descubiertos en la fosa común de Amgala. Según él, más personas fueron ejecutadas ese día. Mbarek era entonces militar en el ejército marroquí en el que fue alistado a la fuerza en 1976. El día de la ejecución, se negó a sacrificar a los corderos y los camellos de la familia, tarea encomendada a los militares de origen saharaui, y pasó dos años en la cárcel por ello. Los militares marroquíes habían ejecutado a los miembros de la familia y, según Mbarek, la búsqueda debe continuar.
Mbarek declaró que las repetidas amenazas de suboficiales del ejército marroquí, que le vienen a ver a su casa desde hace 5 meses, no cambiarían en nada su determinación de testificar. Mbarek Daoudi, nacido en 1956, se jubiló en 2004 con el grado de oficial adjunto.
El mismo día de la sentencia de sus dos hermanos, uno de los hijos, Mohamed, fue secuestrado por la policía marroquí y sigue desaparecido.
El 28 de septiembre, un equipo nacional de la policía judicial se presenta en casa de Mbarek, en el centro de Guelmin, calle de El Kharchi, y le detiene junto con Hassan, su hijo, menor, nacido en 1996. Los policías conducen al padre y al hijo hasta la casa del abuelo en Legsabi, en las afueras, a 10 km del centro del Guelmin.
Allí, visiblemente bien informados, los policías cavan la tierra para buscar un fusil, y lo encuentran. Es el fusil del abuelo, de la época de la guerra contra los franceses en 1936. Según Hassan Daoudi, hermano de Mbarek, la posesión de este fusil -de 1936 y enterrado- es el motivo de la detención de Mbarek.
Mbarek y su hijo Brahim, nacido en 1992, son detenidos ese mismo día, el 28 de septiembre, y son inculpados. Se acusa a Brahim de atraco a un banco. El motivo de la detención de Mbarek todavía no se conoce.
Tras dos días de fuertes interrogatorios en Guelmin, Brahim cuenta que el primero de octubre la policía presentó unas armas a Mbarek exigiéndole que las manipulase. Se filmó la secuencia sin que el destino de las imágenes haya sido indicada al padre ni al hijo.
Mbarek ha sido conducido a la prisión militar de Salé, y, todavía hoy, es imposible establecer contacto con él ni tener noticias suyas. Según organizaciones de defensa de derechos humanos, está en régimen de aislamiento. Mbarek debe comparecer ante el juez de instrucción de la corte militar, aunque ninguna fecha haya sido comunicada a la familia.
Una familia en la que, como pronosticaban las amenazas de los militares, el padre y tres hijos han sido detenidos, y un cuarto hijo ha desaparecido. Sólo quedan en casa la madre y el hijo menor.
Fuentes coincidentes aseguran que el subjefe de división de la Seguridad, Mohamed Ali Hamed, y el jefe del departamento de la DST, Mouloud Bokricha, pueden tener gran parte de la responsabilidad por las detenciones y la desaparición que han diezmado a esta familia.
Hay que destacar que últimamente han sido reprimidas violentamente manifestaciones pacíficas en Assa, el 23 de septiembre, y en Guelmin, el 25 de septiembre. Numerosos saharauis de la zona no reivindicada del Sahara Occidental protestan contra la presencia marroquí y la discriminación de que son objeto por parte de las autoridades de ocupación de su país de origen, el Sahara Occidental.