EQUIPO MEDIA,
El Aaiún, Sahara Occidental ocupado, 7 de octubre de 2013
La familia
Daoudi, de Guelmin, es muy conocida de los activistas saharauis. Luchan
pacíficamente por la independencia del Sahara Occidental, contra la ocupación
marroquí. El padre, Mbarek, formó parte de varias delegaciones a los
campamentos de refugiados.
El
descubrimiento de la fosa común en Amgala, que contenía 8 cuerpos de saharauis,
cambió radicalmente el día a día de Mbarek Daoudi y de sus 5 hijos, Taha, Omar,
Mohamed, Brahim y Hassan.
Taha,
nacido en el 87, y Omar, nacido en el 88, fueron detenidos el 9 de agosto junto
a otros cuatro activistas saharauis de Guelmin, al sur de Marruecos, tras unas
escaramuzas a propósito de un partido de fútbol que enfrentaba a dos equipos
locales, uno saharaui y el otro marroquí. El partido no terminó porque
ciudadanos marroquíes ayudados de la policía marroquí atacaron a los
espectadores saharauis cuando el partido iba 2-0 a favor de los saharauis. El
juicio de Taha y de Omar tuvo lugar el 19 de septiembre. Acudieron los
activistas saharauis Mariem Aia'aich, Brahim Dahan, Taqi Machdoufi, Mohamed
Mayara, Abderhaman Zayou, Jamal Kraidach, junto con el padre, Mbarek Daoudi. La
sentencia fue dictada el 26 de septiembre, condenándoles a 10 meses en primera
instancia; un año, tras la apelación.
En su
encuentro con los activistas, Mbarek testimonió que presenció la ejecución de
una familia cuyos cuerpos acaban de ser descubiertos en la fosa común de
Amgala. Según él, más personas fueron ejecutadas ese día. Mbarek era entonces
militar en el ejército marroquí en el que fue alistado a la fuerza en 1976. El
día de la ejecución, se negó a sacrificar a los corderos y los camellos de la
familia, tarea encomendada a los militares de origen saharaui, y pasó dos años
en la cárcel por ello. Los militares marroquíes habían ejecutado a los miembros
de la familia y, según Mbarek, la búsqueda debe continuar.
Mbarek
declaró que las repetidas amenazas de suboficiales del ejército marroquí, que
le vienen a ver a su casa desde hace 5 meses, no cambiarían en nada su
determinación de testificar. Mbarek Daoudi, nacido en 1956, se jubiló en 2004
con el grado de oficial adjunto.
El mismo
día de la sentencia de sus dos hermanos, uno de los hijos, Mohamed, fue
secuestrado por la policía marroquí y sigue desaparecido.
El 28 de
septiembre, un equipo nacional de la policía judicial se presenta en casa de
Mbarek, en el centro de Guelmin, calle de El Kharchi, y le detiene junto con
Hassan, su hijo, menor, nacido en 1996. Los policías conducen al padre y al
hijo hasta la casa del abuelo en Legsabi, en las afueras, a 10 km del centro del Guelmin.
Allí,
visiblemente bien informados, los policías cavan la tierra para buscar un
fusil, y lo encuentran. Es el fusil del abuelo, de la época de la guerra contra
los franceses en 1936. Según Hassan Daoudi, hermano de Mbarek, la posesión de
este fusil -de 1936 y enterrado- es el motivo de la detención de Mbarek.
Mbarek y su
hijo Brahim, nacido en 1992, son detenidos ese mismo día, el 28 de septiembre,
y son inculpados. Se acusa a Brahim de atraco a un banco. El motivo de la
detención de Mbarek todavía no se conoce.
Tras dos
días de fuertes interrogatorios en Guelmin, Brahim cuenta que el primero de
octubre la policía presentó unas armas a Mbarek exigiéndole que las manipulase.
Se filmó la secuencia sin que el destino de las imágenes haya sido indicada al
padre ni al hijo.
Mbarek ha
sido conducido a la prisión militar de Salé, y, todavía hoy, es imposible establecer
contacto con él ni tener noticias suyas. Según organizaciones de defensa de
derechos humanos, está en régimen de aislamiento. Mbarek debe comparecer ante
el juez de instrucción de la corte militar, aunque ninguna fecha haya sido
comunicada a la familia.
Una familia
en la que, como pronosticaban las amenazas de los militares, el padre y tres
hijos han sido detenidos, y un cuarto hijo ha desaparecido. Sólo quedan en casa
la madre y el hijo menor.
Fuentes
coincidentes aseguran que el subjefe de división de la Seguridad, Mohamed Ali
Hamed, y el jefe del departamento de la DST, Mouloud Bokricha, pueden tener
gran parte de la responsabilidad por las detenciones y la desaparición que han
diezmado a esta familia.
Hay que
destacar que últimamente han sido reprimidas violentamente manifestaciones
pacíficas en Assa, el 23 de septiembre, y en Guelmin, el 25 de septiembre.
Numerosos saharauis de la zona no reivindicada del Sahara Occidental protestan
contra la presencia marroquí y la discriminación de que son objeto por parte de
las autoridades de ocupación de su país de origen, el Sahara Occidental.