Miembro del Secretariado Nacional del
Frente POLISARIO; Representante para Europa
Este martes 10 diciembre, día internacional
de los Derechos Humanos y tras un fuerte debate entre los que apoyan la
legalidad y el derecho internacional, y aquellos que abogan por la explotación
y el comercio de los recursos naturales del Sahara Occidental sin contar para
ello con el consentimiento de su pueblo; el pleno del Parlamento Europeo ha
aprobado el nuevo Protocolo del Acuerdo de Asociación Pesquero UE/Marruecos (AAP).
Por ello, quisiéramos expresar nuestros más
sinceros agradecimientos a todos aquellos eurodiputados que rechazaron con su
voto este inaceptable acuerdo.
También debemos reconocer las posiciones de
los gobiernos de Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Holanda y Finlandia, todos
ellos en consonancia con el derecho internacional, que rechazaron suscribir
este acuerdo de pesca.
Cabría recordar que el citado acuerdo no
excluye las aguas territoriales saharauis, a pesar de que el Sahara Occidental
sigue siendo considerado por las Naciones Unidas como un Territorio No Autónomo
pendiente de descolonización. De acuerdo al Dictamen del Tribunal Internacional
de Justicia de 1975 y a la opinión legal del Secretario Adjunto de la ONU para
Asuntos Jurídicos de 2002, Marruecos no ejerce ninguna soberanía ni
administración sobre el Sahara Occidental, y es sencillamente una potencia
ocupante del territorio. En tanto que potencia ocupante, Marruecos, por tanto, no
tiene derecho alguno a firmar acuerdos con terceros relativos a los recursos
del Sahara Occidental sobre los cuales, únicamente, el pueblo saharaui tiene
soberanía permanente. A fortiori, pensamos, por consiguiente, que es
inaceptable que la Unión Europea firmase un acuerdo de pesca con Marruecos que incluye
las aguas territoriales saharauis.
Por la parte europea, debemos llamar la
atención sobre la política de un estado miembro de la UE, España, hacia el
Sahara Occidental. El Estado español, la antigua potencia colonial, ha retomado
su política de traición y abandono del Sahara Occidental de 1975, e hizo todo
lo posible para que se alcanzara este ilegal acuerdo. La actitud de España contribuye
de forma significativa a aumentar el sufrimiento del pueblo saharaui, desbaratar
los esfuerzos que se viene realizando por Naciones Unidas, y aviva las tensiones
y la inestabilidad en el Magreb, que está tan cerca de Europa.
En este sentido, nos gustaría recordar los
siguientes hechos:
El reciente informe del Sr. Charles
Tannock referente a la situación de los derechos humanos en la región del Sahel
y el Sahara Occidental fue aprobado por el Parlamento Europeo el 22 de octubre
de 2013. Su informe reconoce que “funcionarios marroquíes han detenido a
personas por motivos políticos, torturado y violado a reclusos saharauis,
secuestrado y abandonado a manifestantes en el desierto con objeto de
intimidarles, los que propugnan la independencia han sido su blanco de forma
deliberada y frecuente, también en sus hogares”.
El citado informe precisa también que
“manifiesta su especial inquietud de que la UE no debería volver a establecer
un acuerdo de pesca con Marruecos mientras esta controversia siga sin
resolverse”.
Hace tan solo dos años, que el Parlamento
Europeo votara en contra del mismo nuevo Protocolo del Acuerdo de Asociación
Pesquero UE/Marruecos (AAP).
El acuerdo es también contrario a los
derechos e intereses del pueblo saharaui y a los principios pertinentes del
derecho internacional aplicable al Sahara
Occidental como un Territorio No Autónomo.
Desestabilizará aún más una situación inestable en la región, lo que socava los
esfuerzos de Naciones Unidas para hallar una solución pacífica y duradera al
conflicto. Dará también una señal de legitimación a la ocupación marroquí del territorio,
contribuyendo así a prolongar el sufrimiento del pueblo saharaui.
Esta cuestión es parte significativa de
la ocupación en su conjunto-mientras Marruecos continúe lucrándose de su ocupación,
no se llegará a un acuerdo sobre el Sahara Occidental.
La ratificación de este acuerdo ha
enviado un mensaje erróneo a Marruecos y dará respaldo a sus ilegales
reivindicaciones sobre el territorio.
El Gobierno saharaui y el Frente POLISARIO
explorarán todas las vías posibles para revocar este injusto acuerdo, y se
reservan el derecho a reclamar compensaciones para el pueblo saharaui, que fue
desposeído de sus riquezas.
Instamos solemnemente a la Unión Europea a
que reconsidere este acuerdo, tan contrario a sus principios fundacionales. La
responsabilidad de la UE es clara: no debería espaldar la ocupación de nuestro
país. Pero en cambio, la UE debería sumar fuerzas a las Naciones Unidas para
completar el proceso de descolonización en el Sahara Occidental que está
sometido a la política marroquí de ocupación, opresión y represión.
La UE debe contribuir para poner término a
esta situación, que pone en riesgo la paz y la estabilidad en la región; y que
es completamente perjudicial para las relaciones euromagrebíes.
Mohamed Sidati.
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