sábado, 19 de marzo de 2016

Marruecos ordena a la ONU que saque a 84 civiles de la Minurso. Rabat amenaza con impedir las funciones de la Misión de la ONU para el referendo en el Sáhara Occidental

El conflicto del Sáhara Occidental vive una nueva escalada de la tensión a raíz de las últimas medidas anunciadas por Marruecos, que amenazan con impedir las funciones de la misión de las Naciones Unidas en la antigua colonia española y que podría dar un serio revés al proceso político. Rabat pide la retirada en un plazo de tres días de 84 miembros del operativo, en su mayoría personal civil de la ONU. Los miembros del Consejo de Seguridad se comprometieron este jueves a trabajar por la vía bileteral para tratar de enderezar la crisis.
El origen del choque está en unos comentarios del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en los que calificó de “ocupación” la situación actual del territorio. La reacción de Marruecos fue inmediata, al anunciar una reducción “significativa” de su participación en la Misión de Naciones Unidas para el referendo en el Sáhara Occidental (Minurso). La lista entregada a los responsables de la misión de cascos azules incluye a tres miembros de la Unión Africana.
Rabat también había anunciado esta semana que iba a estudiar la retirada de los más de 2.300 militares que tiene repartidos en las misiones de Naciones Unidas en Costa de Marfil, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana, pero este jueves desistió y anunció que mantendrá sus tropas desplegadas.
“Estas medidas impedirán seriamente el funcionamiento de la Minurso”, señaló el portavoz de la ONU, Stephan Dujarric, quien se declaró sorprendido por la respuesta airada de Marruecos, que no tiene precedentes. “Adoptaremos las medidas que sean necesarias para asegurar que la misión cumple su mandato”, añadió. El secretario general procedió ya a cancelar el plan inicial de viajar a Rabat.
Dujarric considera que la acción unilateral de Marruecos choca claramente con las obligaciones internacionales que tiene el país como miembro de la ONU y plantea un reto a las decisiones del Consejo de Seguridad. La Minurso tiene como misión supervisar el alto el fuego de 1991 y ayudar a las partes en conflicto a organizar un referéndum sobre el futuro de Sáhara Occidental.
Proceso político
El Consejo de Seguridad celebró este jueves una reunión a puerta cerrada para tratar de rebajar los ánimos entre las partes. El diplomático angoleño Ismael Gaspar Martins, que preside este mes los trabajos del órgano que vela por la paz y la seguridad, espera que se trata de “un malentendido” y que la discusión entre los miembros permita “encontrar algún tipo de reconciliación”.
Dujarric dejó claro que en ningún caso se trata de discutir el repliegue de la Minurso. “Realmente esperamos que este no sea el final del proceso político”, recalcó. La misión de la ONU en el Sáhara Occidental está compuesta por 482 efectivos, de los que 246 son civiles. Lo que se espera ahora es que el enviado Christopher Ross sea capaz de ayudar a reconducir la situación.
Un año tras otro, el Consejo de Seguridad procede a renovar el mandato de la misión de cascos azules pero sin que se logre un progreso en la solución a cuatro décadas de disputa. Este estancamiento, como insisten desde fuentes diplomáticas, tiene implicaciones para la estabilidad y la seguridad de la región por la amenaza de las actividades extremistas en los países vecinos.
El presidente dijo al finalizar la reunión que los países tratarán de "estabilizar" la situación por la vía bilateral con Marruecos. "Todos los problemas tienen una solución", indicó. Antes de producirse el encuentro informativo, el representante del Frente Polisario advirtió de que si Naciones Unidas abandona el territorio, se corre el peligro de que se reanude el conflicto armado.

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