La llamada descolonización española del
Sáhara o el simple abandono del territorio por España a finales de 1975
constituye un episodio histórico que permanece sin explicar del todo. Existen
lagunas que la historiografía tiene la obligación de llenar y, poco a poco, lo
va haciendo. Pero queda todavía algunos aspectos no aclarados, conductas
sospechosas, desviaciones de la doctrina oficial y posturas públicas opuestas a
las privadas de algunos de los protagonistas del asunto.
La versión oficial, más o menos aceptada,
de que la agonía de Franco fue aprovechada por el rey Hassan para adueñarse de
un territorio en proceso de descolonización, que los problemas internos de
España para pasar de una dictadura a una democracia sin traumas y el rechazo de
un conflicto que podría tildarse de colonial en la etapa en la que se iniciaba
la democracia, tienen muchas fallas y piezas que no encajan. Los protagonistas
de los hechos escribieron poco o nada. Hay algunos buenos libros de Jaime de
Piniés o Diego Aguirre, pero eran personas que sólo estuvieron en una parte del
proceso.
Lo que parece claro es que las
negociaciones no fueron todo lo limpias y honorables que nos han contado. La
parte española se vio compelida a admitir una situación de hecho muy
comprometida. El rey marroquí Hassan II había decidió invadir el territorio del
Sáhara Español mediante una Marcha Verde, una comitiva de civiles desarmados
que pacíficamente iban a entrar en el territorio sin pasar por el control de
pasaporte con el objetivo de permanecer allí hasta que España saliera. La
debilidad interna del monarca marroquí le empujó a esa arriesgada jugada.
En esta tela de araña aparece la figura del
coronel Rodríguez de Viguri, un joven universitario español que estaba haciendo
su servicio militar como oficial de complemento en el Ejército cuando estalló la
Guerra Civil y que, terminada ésta y habiendo ingresado luego como oficial
profesional, permaneció en la carrera militar hasta el final. El azar, tal vez
la predisposición, lo llevó al Sáhara en 1974 como secretario general del
Gobierno del territorio aunque, tras la dimisión de Gómez de Salazar, pasó a
ser el gobernador en funciones. El último gobernador colonial español en
África.
Viajeros por el Sáhara español
Entre 1884 y 1976 España ejerció su
soberanía sobre un amplio espacio geográfico situado en la zona occidental
atlántica del gran desierto del Sáhara. Durante este largo período el
territorio conocido como «Sáhara español» fue recorrido por exploradores,
científicos, investigadores, profesores, periodistas y escritores, militares y
funcionarios civiles, e incluso aventureros, turistas y señoritas de vida
alegre, además de los propios saharauis. Muchos de ellos dejaron testimonio
escrito de esa experiencia viajera, explicando las dificultades y peligros que
implica viajar por el desierto, pero también la subyugante belleza de sus
paisajes, el interés por unas formas diferentes y milenarias de vida y el
descubrimiento de las riquezas escondidas en su subsuelo.
Así lo hicieron, entre otros, los pioneros
de la investigación española en el desierto Quiroga, Cervera y Rizzo, el
colonizador por excelencia, Francisco Bens, que conquistó para España un país
inmenso sin armas, sin dinero y sin soldados, el conferenciante García Sanchiz
en tiempos de la segunda república, el descubridor de los fosfatos, Alia Medina,
los profesores Hernández Pacheco, Guinea, Morales, Box y Alcobé, el antropólogo
Caro Baroja, el naturalista Valverde, los periodistas Castroviejo y Bettónica,
la escritora Cotovad e incluso Eva Perón y dos hermanos Franco: Ramón, en 1932,
para visitar a los deportados anarquistas y Francisco, en 1950, como jefe del
Estado.
De todo ello quedan textos que aparecieron
en las publicaciones editadas durante la época colonial y que se han exhumado
para realizar una cuidadosa selección. El resultado es una antología en la que
cada relato va precedido de una breve reseña sobre el autor, caso de ser
conocido, y de las circunstancias en que realizó su viaje, lo que contribuye a
enriquecer la historia contemporánea de España y muy en particular su
proyección sobre el continente africano.
Pablo-Ignacio De Dalmases es Doctor en
Historia por la Universidad Autónoma de Barcelona, Master universitario en
Historia contemporánea y Licenciado en Periodismo y en Publicidad y Relaciones
Públicas.
Ha trabajado como periodista durante
cincuenta años y desempeñado diversos cargos directivos (Director de RNE y TVE
en el Sáhara español, Director del diario La Realidad de El Aaiún, Jefe de los
Servicios Informativos del Gobierno de Sáhara, Jefe del Gabinete de Prensa de
RTVE en Cataluña y Jefe de Informativos de Radiocadena Española en Cataluña).
Se ha dedicado también a la docencia como profesor titular de cátedra en la
Escuela Oficial de Publicidad, consultor de la Universitat Oberta de Catalunya
y técnico superior de Educación de la Diputación Provincial de Barcelona.
Es autor de Quiero ser Ali Bey, Los últimos
de África, Huracán sobre el Sáhara, La esclavitud en el Sáhara Occidental y El
desierto imaginado. África Occidental española en la literatura). Asimismo
editó y prologó la traducción al español realizada por el Dr. Haidar de Ver
Smara y morir de Michel Vieuchange.
En 2011 fue elegido académico
correspondiente de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona.
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