jueves, 28 de noviembre de 2019

El Ministro de Interior español Grande Marlaska matiza en Argel la alarma lanzada por el gobierno español sobre la seguridad en los campamentos saharauis


*Fuente: EFE. Nacera Ouabou. 28/11/2019 16:17
Argel, 28 nov 2019 (EFE).- El ministro español de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, realizó hoy una breve visita oficial a Argel que quedó marcada por la polémica sobre la alerta de seguridad por posibles atentados contra ciudadanos españoles en los campamentos de refugiados saharauis situados en Argelia que lanzó anoche el Gobierno en Madrid.
La seguridad en los citados campamentos, creados en 1975 a causa de la invasión marroquí del la antigua colonia española del Sahara Occidental, es responsabilidad en el interior del Frente Polisario pero en el exterior del Ejército y las Fuerzas de Seguridad argelinas, con las que según el ministro España mantiene una excelente cooperación.
Ante la controversia desatada y en declaraciones a Efe en Argel, Grande-Marlaska precisó que el peligro en la zona "procede de Mali" e insistió en que es deber del Ejecutivo alertar a sus ciudadanos de los riesgos para que tomen las precauciones oportunas.
"Hay una situación de riesgo, pero por la desestabilización de la zona de Malí principalmente, y eso lleva a que el Gobierno español, dentro de lo que corresponde, prevenga de una forma cierta a nuestro ciudadanos de que no es una zona que a día de hoy pueda considerarse segura, sino una zona de una determina inseguridad, y pedimos a nuestros ciudadanos la preocupación y la prevención necesaria antes de viajar", subrayó.
"La colaboración en materia terrorista es plena absoluta es preocupación, creo que tanto Argelia como España hemos sufrido el terrorismo interno durante muchos años de una forma importante hemos resuelto dentro del estado de derecho la lucha contra todo terrorismo", dijo el ministro tras reunirse con su colega argelino, Salah Eddine Dahmoune, en la sede del Ministerio de Interior.
La alerta fue emitida el miércoles por el Gobierno español al término de una visita a Madrid del ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, y desató la ira de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que acusó a España de "complicidad con Marruecos" y de lanzar una alerta de seguridad "injustificada" sobre el presunto riesgo de atentado inminente de corte yihadista.
"El Gobierno de la República Saharaui y el Frente Polisario expresan su profundo pesar y sorpresa por esta declaración sospechosa, porque la advertencia de no visitar los campamentos de refugiados saharauis no está justificada, excepto si hay razones políticas u objetivos que son el resultado de la sorprendente complicidad. No solo se dirige solo contra los refugiados, sino también contra el país de acogida de esos refugiados", afirmó.
La RASD lamentó, asimismo, el momento en el que se produce la alarma, que coincide con el viaje de decenas de familias que tradicionalmente se desplazan en estas fechas para pasar unos días en casa de los niños que acogen cada verano y a menos de tres semanas de que arranque el congreso del Frente Polisario, en el que se espera que cambie su posición respecto a Marruecos por otra más hostil.
"El Gobierno español busca una vez más crear ambigüedad y confusión, e incluso pintar una imagen inventada del horror y el peligro inminente en los campamentos de refugiados saharauis, después de haber tratado de obligar a las organizaciones humanitarias allí a detener sus actividades, y reducir así el apoyo humanitario brindado a estos refugiados, en total sincronización con la campaña dirigida por Marruecos y Francia para el mismo fin", subraya la nota.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos y otras ONG presentes en los campos de refugiados revelaron a Efe que no han recibido ninguna alerta similar y que mantienen sus actividades con el mismo ritmo que siempre.
Diseñada para afianzar la estrecha cooperación con un país de enorme importancia estratégica para España, la visita de Grande-Marlaska se vio igualmente empañada por las críticas del movimiento de protesta popular (Hirak), que desde hace ocho meses exige la caída del régimen militar y lucha por cancelar las elecciones presidenciales previstas para el 13 de diciembre al considerar que se trata de "otra charada"
En este sentido, Grande-Marlaska aseguró que se trata de una cuestión "interna" de Argelia y precisó que España ha acompañado "públicamente" el proceso electoral, pese al boicot que piden tantos los partidos de la oposición como el movimiento en la calle.
"En el marco de la Unión Europea, España manifiesta una postura de moderador en cualquier respuesta que pueda establecerse" antes de insistir en que las relaciones bilaterales son "espléndidas y muy cercanas, de una eficacia y eficiencia manifiesta" tanto en el control de flujos migratorios ilegales como la lucha contra las redes de traficantes de seres humanos, contra el terrorismo y la delincuencia organizada trasnacional.

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