martes, 2 de marzo de 2021

La vida vigilada de l@s activist@s saharauis en la ciudad ocupada de El Aaiun

Fuente: Diario La Realidad Saharaui/DLRS, 02/03/2021 صحيفة الواقع الصحراوي

  • La vida vigilada de l@s activist@s saharauis en la ciudad ocupada de El Aaiun
  • Ghalia Djimi, "el agente marroquí Dacia 21604-A68 que me sigue a diario"
  • Ghalia Djimi activista saharaui: "Nos siguen a diario agentes secretos marroquíes en El Aaiun"

Nelson Mandela decía sobre la vía de la resistencia que "Un ganador es un luchador que nunca se rinde". Y El Ghalia Djimi, activista saharaui de derechos humanos afirma: “Al final, nuestra experiencia nos ha hecho fuertes”

Secuestrada por militares marroquíes en 1987 y desaparecida hasta 1991. Sobrevivió al PCCMI, antiguo cuartel español convertido en cárcel secreta por el régimen marroquí tras su ocupación de la ciudad saharaui El Aaiun. Cuando se indaga en su historia en el marco de la desaparición forzosa que perpetró Marruecos contra los saharauis aparecen nombres de compañeros de celda suyos como Brahim Dahan, Dafa Ahmed, Aminetu Haidar, Sidati Salami, Fatma Mint El Aiach o Igga Mint El Alem, quien perdió el juicio en la cárcel debido a las torturas.

“Me siguen a diario agentes marroquíes en un Dacia matrícula 21603-A68 en El Aaiun ocupado”. El Ghalia Djimi

Tras la ola de represión que lleva a cabo estos días Marruecos contra la población saharaui en las ciudades ocupadas de El Aaiun y Bojador, tras el estallido de la guerra en el territorio, El Ghali Djimi reflexiona recordando a su paisana Sultana Jaya: “Siento indignación por lo que le está pasando a nuestra compañera Sultana Jaya, cercada en su casa de Bojador ocupado. Pero es algo inevitable y el precio es alto cuando te ves viviendo bajo una ocupación foránea”.

Asedio a nuestras casas y el acoso abierto

… y relata

El asedio directo que nos han impuesto los servicios policiales marroquíes y agentes secretos lo hemos sufrido de manera descarada y abierta prácticamente desde el 20 de septiembre al 25 de diciembre de 2020. Me asignaron dos vehículos Dacia con matrícula 21603 y otro 21603 A68 con agentes marroquíes que me seguían fuera donde fuera. Igual le pasó a mi compañera Aminetu Haidar, seguida por otros agentes en otro Dacia de matrícula 21604 68A. Mi casa y la de Aminetu están en la misma calle, situadas una frente a la otra. Y esta situación de asedio, acoso y seguimiento a nuestros movimientos lo sufren también los activistas saharauis Mina Mint Baali y Lahsen Uld Dalil, todos ellos son miembros de la Instancia Saharaui contra la Ocupación Marroquí, ISACOM, y son de la ciudad El Aaiun.

Los agentes Dacias pululan detrás de todos

… y relata

En mi caso me seguían constantemente esos agentes de la Dacia 21603 A68, al ir al cajero, a mi trabajo, al hospital y al visitar cualquier casa saharaui, la policía se ponía en contacto con el responsable del barrio y le pedían los datos de la casa que hubiera visitado. Averiguaban si tengo relación familiar con los miembros de esa familia o si algún militante saharaui se había reunido conmigo en la casa o si se trataba de algún simpatizante.

Los agentes Dacia y tus quehaceres cotidianos en la ciudad

… y relata

En ocasiones, al trasladarme en coche a un cajero de banco, si tardaba tiempo en salir del cajero, me enviaban a un agente. Éste entraba y, al ver que yo estaba allí, intentaba disimular como que iba a sacar dinero en el cajero. Yo sabía de sobra qué perseguía ese agente, a pesar de que mi coche aparcado era también vigilado en la calle. Y eso es su modus operandi para controlar nuestros desplazamientos en su plan de asedio y acoso. Ellos buscan salpicarnos con cualquier tema de corrupción o desprestigiarnos, insinuando que nuestro activismo recibe financian de fuera. Para ello, un agente de estos servicios tiene abierta una cuenta en la red con el nombre de Salka Laoulad con el propósito de desacreditarnos e implicarnos en temas de corrupción y desprestigiarnos, ese es su objetivo principal.  Con este control y seguimiento de mis itinerarios diarios hasta incluso cuando voy a mi trabajo me di cuenta que están buscando cualquier cosa sobre mi vida. Verás que hay una foto y un video que he podido tomar a los agentes desde la ventana de mi casa y en los que he querido documentar toda esta situación de acoso policial con la que me están observando a donde voy.

Las infraestructuras se improvisan para controlarnos

… y relata

Para seguirme de cerca, como tapadera construyeron una pequeña cafetería frente a mi casa. Antes era un pequeño establecimiento de alimentos donde había un chico que vendía agua tratada. Para no levantar sospecha con el Dacia 21603 A68 que siempre ha estado vigilando mi casa, cambiaron su modus operandi, retiraron el vehículo y desde la terraza de la nueva cafetería que le abrieron al chico que antes solo vendía agua, los agentes pasan el día sentados allí, intercambiando sus turnos de vigilancia para saber quién entra y sale de mi casa. Incluso montaron un potente foco de luz para que de noche puedan distinguir las personas que entran en mi casa y los que de ella salimos a la calle. Debido a este asedio hubo personas que antes del proyector de luz entraban de noche y por evitar a los agentes no salían, se quedaban hasta el día siguiente. Ahora, el foco de luz ilumina toda la calle, dejando completamente visible lo que pasa ante la puerta de mi casa. Y esto ha impedido que mucha gente pudiera acceder sin ser vista por los agentes marroquíes. En la terraza de la “cafetería” improvisaron una máquina de juego.

Los desagradables rostros de los agentes se graban en tus ojos

… y relata

Algunos agentes ya los conocemos por sus caras, pero también empezaron a venir a la terracita otros nuevos agentes que pasan el día vigilándonos. Es posible que estos sean informadores y también entre los que trabajan en la cafetería estoy segura de que son todos informadores. Argumentando esta situación de asedio y acoso, hace poco mi pareja, el activista Dafa, y yo decidimos salir fuera de la ciudad para descansar y luego volver a casa. Algún compañero pasó por nuestra casa, pero se dio cuenta que ya no estamos allí. Observó que un agente que vigilaba desde la cafetería no se dio cuenta de que habíamos salido de allí sin que se percatara y entonces vio el coche de ese compañero que paró frente a nuestra casa y luego se marchó. El agente llamó por teléfono a otros y enseguida se presentaron en un vehículo frente a nuestra casa. Nuestro compañero memorizó la matrícula de ese vehículo y cuando quedamos con él esa misma noche nos contó sobre el vehículo, al que cogió la matrícula, que lleva dos WW y un número.

Para ser más creíble y transparente en lo que estoy denunciando, es cierto que las casas de todos los activistas que se mueven en la ciudad El Aaiun están controladas y asediadas. Marruecos nos controla constantemente. Ni tiene cerrados sus ojos ni deja de seguirnos. Esto lo sufren las casas de la activista Mina Mint Baali, su hermana Embarca Alina, a quien recientemente le cambiaron a la fuerza de lugar de trabajo por otro a las afueras de la ciudad para ejercer más control sobre ella.

La determinación y convicción en las ideas

… y relata

Son todas medidas coercitivas para hacernos renegar de nuestras convicciones, militancia e intimidarnos, pero no se dan cuenta de que todo esto está dando a la población saharaui más impulso y continuidad en nuestro militancia y activismo pacífico. No vamos a renunciar nunca a nuestros principios de lucha que están basados en claras convicciones, compromiso con la causa, la legalidad de su defensa y lo justa que es. Las casas de la mayoría de los activistas están bajo asedio, el régimen intenta ahora disimular, para que no sea de una forma muy descarada, pero todos estamos asediados en nuestros movimientos y activismo.

Los visitantes son un riesgo compartido

… y relata convencida de sus principios de lucha

Hace pocos días vinieron a visitarme las activistas saharauis Aziza Endur, Fatimetu Dahuar, Zeinaha Mint Sidi Uld Abdelhadi y Dahba Mint Sidemu. Nada más llegaron, Dabhba se dio cuenta de uno de los coches de los agentes que les seguían, porque habían sido avisados por la antena que tienen en la terracita de la cafetería que está enfrente de mi casa. Movilizaron a los agentes más cercanos a nuestra casa y se presentaron de forma abierta en el lugar. Las activistas más tarde cuando salieron de nuestra casa fueron abordadas por los agentes marroquíes de paisano, que ya son muy conocidos para ellas. Empezaron a provocarlas e insultarlas y le siguieron, de manera que cada una tuvo que tomar un taxi y fue cuando se libraron de ellos. Ahora ya no se trata del primer asedio, que era más estricto. Al principio era con unidades de agentes bloqueando la entrada de nuestras casas incluso a veces las calles que llevan a ella, pero actualmente sí que sigue este asedio, aunque retiraron los agentes que custodiaban las entradas de nuestras casas sin dejarnos salir ni entrar. Y esto afecta a todas las y los activistas saharauis. Pero sigue el control desde la distancia y de forma general contra los saharauis.


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