10 de diciembre de 2009. Hoy, que con ocasión del día internacional de los derechos humanos, tenemos una inmejorable oportunidad de denunciar su conculcación a lo largo y ancho del mundo, queremos resaltar especialmente la situación del pueblo saharaui.
No es el único pueblo que, a pesar de estar militarmente ocupado, dividido, y exiliado, sigue defendiendo sus derechos. La codicia de los estados, las guerras fraticidas, diferencias culturales, religiosas o sea cualquiera la razón, son muchos los pueblos que viven sin sus derechos fundamentales . La lista de los pueblos es tan interminable como conocida pero, entre todos ellos queremos tratar el caso del Pueblo del Sahara Occidental.
La razón es una acción que una simple mujer ha conseguido llevar a la portada de todos los medios de comunicación: la huelga de hambre de Aminetu Haidar.
Tras veinticinco días ingiriendo únicamente agua con azúcar, su cuerpo menudo, que ya ha sufrido torturas y otras huelgas de hambre, ha comenzado a sufrir secuelas que pueden ser irreparables... Desgraciadamente Aminetu Haidar se encuentra muy cerca de la muerte. No recibe ningún tipo de atención médica en protesta por los intentos del Gobierno español de hospitalizarla y alimentarla a la fuerza.
Y eso, ¿por qué? pregunta la gente. ¿ Qué es para esta pequeña mujer más precioso que su propia vida? ¿Como ha llegado hasta este punto? La respuesta es tan simple como dura: La libertad.
Libertad para vivir en su país, para entrar y salir de el, libertad para expresar sus ideas y para vivir con su familia sin amenazas. Derechos fundamentales, derechos que todo el mundo tiene reconocidos. Derechos que España, Marruecos y un centenar de países han reconocido también sobre el papel, pero que al igual que a Aminetu Haidar y como en tantos otros países, les son negados a los habitantes del Sahara Occidental.
Marruecos, entre otros métodos de presión, utiliza sistemáticamente la tortura, las desapariciones forzosas, las detenciones extrajudiciales y los juicios arbitrarios contra las personas que quieren vivir en su tierra libres. En algunos casos como los de Ahmed Alnasiri, Brahim Dahane, Yahdih Ettarouzi, Saleh Labihi, Dakja Lashgar, Rachid Sghir y de Ali Salem Tamek con la amenaza de pena de muerte, en otros, como en el de Aminetu Haidar expulsándola de su propio país.
Pero, ni Marruecos, ni Israel, ni Turquía, ni China, ni ningún otro estado podría cumplir su objetivo contra los defensores de los derechos humanos sin la colaboración de otros que en teoría aparecen como defensores de esos derechos, como España, Francia, Gran Bretaña, etc.
Es lo que ha ocurrido con Aminetu: Marrueco, despes de detenerla, quitarle el pasaporte y los teléfonos y ante el pánico de lo que esta mujer pudiera hacer si se la encarcelaba de nuevo, pidió la ayuda del gobierno español y, por supuesto, en nombre de los intereses comunes de ambos estados, es decir en nombre de la economía, de la geopolítica o de algún otro desconocido interés pero que, sin duda es más importante que los derechos de las personas, secuestró contra su voluntad a Aminetu y, a la fuerza, la condujo al país de los derechos y las libertades: España.
Ella no puede, nadie puede enfrentarse a la violencia del estado por la fuerza. Por eso está en huelga de hambre; está usando su única arma, que es también el tesoro más preciado de todas las personas: su vida, el derecho que da origen a todos los demás derechos fundamentales: el derecho a vivir, a existir. Ese es el mensaje y el ejemplo que nos da Aminetu: está dispuesta a dar su vida por la libertad, por los derechos, como si hubiera seguido las palabras del gran poeta vasco Lauaxeta “Hay que darle todo a la amada libertad”.
Hoy, al tiempo que queremos hacer público nuestro homenaje a Aminetu Haidar y a quienes, como ella, ponen en peligro su vida o han muerto por defender los derechos humanos, queremos gritar bien alto y claro, para que los gobiernos de Marruecos y España, así como los de todos los estados que vulneran los derechos humanos lo escuchen, que no estamos con Aminetu: TODOS SOMOS AMINETU HAIDAR!, que estamos con los derechos humanos y que, como ella, amamos la libertad y vamos a luchar con todas nuestras fuerzas hasta que vuelva a casa y para que TODOS LOS DERECHOS PARA TODAS LAS PERSONAS deje de ser una consigna y se convierta en realidad
Gasteiz, 2009-12-10
GORA GIZA ESKUBIDEEN ALDEKO BORROKA
GORA AMINETU HAIDAR
GORA HERRIEN ARTEKO ELKARTASUNA.
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