Dakar, 8 de febrero de 2011 (EFE)- Un grupo de marroquíes intentó hoy sabotear con gritos, patadas y golpes en el Foro Social Mundial (FSM), que se celebra en Dakar, una conferencia sobre mujeres saharauis, donde tuvieron que intervenir una decena de responsables de seguridad del campus e incluso militares senegaleses para poner orden.
Por segundo día consecutivo, un grupo de marroquíes intentó impedir un acto sobre el Sahara Occidental en el FSM, después de que el lunes obligaran a cancelar la conferencia, en la que participaban Pierre Galand, presidente de la Coordinadora Europea de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, y Willy Meyer, eurodiputado español de Izquierda Unida y vicepresidente del Intergrupo de Solidaridad con el Pueblo Saharaui en el Parlamento Europeo.
Tras un tumultuoso comienzo, que obligó a retrasar la conferencia mas de media hora, cinco mujeres saharauis pudieron dar su testimonio y denunciar las violaciones de los derechos humanos tanto en el Sahara Occidental como en los campos de refugiados saharauis, en especial el de Tinduf.
La conferencia se celebró en una pequeña aula de la Facultad de Ciencias Tecnológicas de la Universidad de Dakar, a cuya puerta se agolparon una decena de marroquíes que intentaban entrar con gritos y golpeando a un par de miembros de la seguridad del campus que intentaba impedirlo.
"Está claro que la gente no quiere que se conozca la realidad del pueblo saharaui", dijo Malen Vilches, de la Coordinadora Estatal española de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS), que organizó este acto al igual que el del lunes.
Los miembros de seguridad intentaron en todo momento calmar a los alborotadores, entre los que también se encontraba una mujer senegalesa que tuvo que ser escoltada dos veces fuera del aula, mientras que las cinco saharauis permanecieron sentadas en una tarima improvisada.
Algunos miembros de la audiencia gritaba "fuera" a los intrusos, que respondían aún más fuerte y el ambiente del aula, con unas 50 personas, sin ventanas, se caldeaba.
"Han intentado acallar a los pueblos pero no aprenden, los pueblos no se pueden acallar" protestó Suelma Beiruk, una de las conferenciantes, quien añadió, "es la misma violencia que vivimos en el Sahara", al referirse al grupo marroquí.
"Es un problema entre el Polisario y Marruecos, los marroquíes quieren sabotear la conferencia", dijo a Efe el oficial senegalés mayor Fall, quien tuvo que intervenir frente a los alborotadores, a los que finalmente se les permitió entrar en el aula pero bajo la estrecha vigilancia de un grupo mayor de miembros de la seguridad.
"Estamos aquí para que no se peleen, nuestra misión es mantener el orden y la seguridad", dijo el militar al ser preguntado si se había practicado alguna detención, lo cual negó.
La saharaui Leila Leili, presentada como víctima de desapariciones forzosas torturas declaró que "no pasa un día en que no suframos violaciones por los marroquíes" y denunció que Rabat ha dividido los territorios saharauis con un muro.
"Pedimos que nos ayuden para que se sepa la verdad de lo que está ocurriendo", dijo Leili, quien pidió también la libertad de los presos políticos por Marruecos y que se establezca un mecanismo internacional para supervisar los derechos humanos en el Sahara.
Al final, en el turno de preguntas, algunos de lo alborotadores marroquíes pudieron preguntar a las ponentes, por lo que pudo concluir la conferencia sin mayores incidentes. EFE pdp/ib
DAKAR, 8 (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Isabel Vega)
El comité de organización del Foro Social Mundial ha iniciado un "proceso de diálogo" entre las asociaciones del Sáhara y de Marruecos que participan en el encuentro en Dakar (Senegal) al tiempo que ha reforzado la seguridad sobre las primeras, después de que algunos de sus miembros denunciaran agresiones por parte de ciudadanos marroquíes.
Así lo han explicado en rueda de prensa los responsables de esta undécima edición del FSM, Taoufik Ben Abdallam, Bouba Diop y Mignani Diouf, un encuentro que está suscitando polémica tanto por los incidentes entre saharauis y marroquíes como por los problemas de organización que han llevado a suspender o aplazar muchas de las actividades previstas.
Según ha señalado Taoufik, "ha habido agresiones y gente que ha tenido miedo", por lo que "se ha acometido un refuerzo de la seguridad". No obstante, ha advertido de que "hacer de policías no es el rol del Foro", donde "la violencia no está permitida y ningún grupo puede limitar la libertad de expresión de otro", pero "si alguien comete una actuación muy grave contraria a los derechos humanos, la organización debe tomar medidas".
"Hemos hablado con las organizaciones marroquíes para que entiendan que estos episodios pueden suponer el fracaso del Foro y explicarles que aquí cada uno puede llevar la bandera que quiera", ha añadido, para avanzar que ha solicitado cooperación a los profesores y alumnos magrebíes del campus donde se celebra el Foro para que participen en estos encuentros.
Durante la rueda de prensa, un periodista marroquí ha trasladado el malestar de un grupo de compatriotas por el hecho de que el español Willy Meyer, que acompañaba a las saharauis que este lunes fueron agredidas, se hubiera identificado ante la prensa como eurodiputado. En respuesta, la organización ha señalado que todos los políticos que participan en el Foro lo hacen de forma "individual y con sus propias ideas, sin representar a nadie".
"Esto no puede convertirse en un escenario de confrontación, porque Dakar y África han invitado al mundo entero para hablar de unidad", ha apostillado Diou, para incidir en que "el Foro no juzga, sólo busca soluciones y analiza el modo de que ambas partes se sienten a hablar".
Por otra parte, preguntados sobre los problemas de organización que impidieron por falta de aulas la celebración del grueso de las actividades previstas este lunes y dificultaron el acceso a las que debían tener lugar este martes, los responsables de coordinación han reconocido la existencia de problemas "por falta de comunicación con la universidad".
Diou ha afirmado que "cuando se decidió hacer el Foro en Dakar todo el mundo pensaba que era una buena idea", pero al irse acercando el evento, cambió el rector del campus universitario donde iba a celebrarse y el apoyo del Gobierno de Senegal empezó a retroceder. "El presupuesto que nos habían asignado eran dos millares de CFA (tres millones de euros) pero no hemos recibido nada", ha dicho, antes de comprometerse a mejorar la organización.
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